lunes, 24 de diciembre de 2018

MÁS CIENCIA ECONÓMICA



Se llama Carlos Gorostiza, dice ser “del mismo Bilbao” y en la pequeña autobiografía de solapa de libro que acompaña a sus artículos en vozpópuli deja caer que fue parlamentario autonómico del PSOE, aunque no lo dice con todas las letras sino que lo deja indicado y a cuenta de que el gobierno ha ampliado el plazo de los alquileres que el PP de Rajoy rebajó de cinco a tres años y la prórroga de tres a uno, nos obsequia con una perla de sabiduría económica que no me resisto a comentar. Reproduzco sólo tres párrafos pero, como siempre que cito a mi capricho, ofrezco la referencia para que quien quiera lo pueda leer entero y calibrar[1].Los tres párrafos son consecutivos, y respeto su uso de las negritas. [Mis comentarios aparecen entre corchetes, como este, para que quede claro quién dice qué]
“Pero hay veces que hacer previsiones tampoco es que sea tan difícil. Es el caso del decreto sobre alquileres. No dudo de la buena intención del ministro Ábalos pero sus consecuencias negativas, contrarias al objetivo perseguido, [esta frase la voy a guardar, porque será de aplicación más adelante con la salvedad de obviar el nombre del ministro] son tan obvias que se echan de menos algunas explicaciones sobre cómo piensa el Gobierno evitarlas. Porque no es creíble que las desconozcan”
“Dice el gobierno que trata de darnos más seguridad a quienes vivimos de alquiler, [y aquí va a lanzar piedras contra su propio tejado, como inquilino que dice ser, pero es que la Ciencia Económica es la Ciencia Económica...] pero lo hace incrementando la incertidumbre de los arrendadores, que van a percibir un claro aumento de su riesgo a la hora de alquilar viviendas. Y un aumento del riesgo implica, siempre, un aumento de la remuneración exigible. [Y como hasta aquí ha estado empleando una jerga científica incomprensible para los legos, con palabras tan difíciles de entender como “incertidumbre”, “arrendadores”, o conceptos tan abstractos como “aumento del riesgo” o “remuneración exigible”, se ve forzado a descender al lenguaje de los profanos para que le entendamos:] Es decir, pisos más caros”. [Se agradece que nos hable claro a los idiotas, como el vaquero de película argumentando ante los pieles rojas].
[Y ahora ya puede desarrollar el argumento con toda tranquilidad:] “Aumentar el plazo legal mínimo supone que el propietario hará cuentas pensando en cinco años de posibles problemas o deterioros, no en tres, y buscará la compensación en el precio. La aplicación de la prórroga actúa exactamente en el mismo sentido. No me puedo creer que no se les haya ocurrido pensarlo”.

Está claro que no es el único que piensa así. Este “razonamiento” es el que llevó al PP a bajar el plazo de los alquileres de cinco a tres años. Si de verdad este tipo vive de alquiler sabrá lo que pasó, que los alquileres se dispararon. Como dice él, “No dudo de la buena intención del ministro X pero sus consecuencias negativas, contrarias al objetivo perseguido, son tan obvias”... Pero al fin y al cabo, ¿qué importa la realidad ante una “teoría” que jamás se ha cumplido ni se cumplirá y siempre favorece a los mismos?



[1] Carlos Gorostiza: “Un decreto a medida para que suban los alquileres”, vozpópuli, 18/12/18. En vozpópuli  publica ahora Gregorio Morán. Sin renegar de la admiración que tenía y tengo por mucho de lo que ha escrito, está empezando a parecerse a una caricatura de lo que fue. Lo de la edad de jubilación tiene su razón de ser...

martes, 18 de diciembre de 2018

COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINO


Aunque hace poco he leído que los chinos se han dado a fabricar hostias baratas y están poniendo en peligro la economía de algunos conventos, parece evidente que ahora comulga mucha menos gente que hace cincuenta años[1]. Supongo que tampoco quedarán muchos que hayan visto una rueda de molino, aquellas enormes ruedas de piedra que a veces se transportaban decenas de kilómetros hasta su punto de destino por caminos de herradura y, como su peso y su tamaño excedían la capacidad de los carros, se llevaban rodando, ya fuera en llano, cuesta arriba o cuesta abajo[2]. Pero el sentido es fácil de entender, hacer comulgar con ruedas de molino significa intentar que alguien crea lo increíble.

Cuestión de porcentajes

Sucede que VOX ha aireado la cuestión de las denuncias falsas de malos tratos y la respuesta del nuevo frente antifascista de chichinabo es ofrecer para su consumo una rueda de molino de tamaño descomunal. La periodista de La Sexta Cristina Pardo[3] dice que sólo son falsas el 0,0007% de las denuncias, es decir, siete por cada millón. Que, por cierto, es una cifra preciosa: una de cada 142.857,142857142857(y el periodo de seis cifras se repite hasta el infinito). Por su parte, el espabilado de Jordi Évole discrepa, son un 0,001%, una de cada cien mil. En cualquier caso, como en 2017 se batieron todas las marcas de denuncias por violencia de género con un total de 166.620 no hace falta ser gran aritmético para calcular que tanto si se usa el dato estrecho como el ancho, el año pasado se presentó una denuncia falsa por violencia de género en España.
Joder, esto es para sacar pecho hasta que nos duela la espalda e ir presumiendo por el ancho mundo, una de ciento sesenta y seis mil, a ver quién supera eso...
Sí, lo sé. La aritmética no es una de las ramas más apreciadas de la ciencia en estos tiempos. He visto a un compañero de trabajo utilizar la calculadora para restar ocho de trece, y no me lo invento aunque lo parezca. Mi compañero es más joven que Pardo y Évole, que ya no son unos niños, pero está claro que el destrozo empezó antes[4].
Creo que no hace falta perder mucho el tiempo con ello, decir que en España sólo se presentó una denuncia falsa por malos tratos el año pasado es hacerle la campaña a VOX.

La parte contratante de la primera parte es la parte contratante de la primera parte...

Juana Rivas fue una de las estrellas mediáticas del verano de 2017 porque en lugar de entregar a sus hijos huyó con ellos y ayudada por la estrambótica campaña del “Juana está en mi casa” recibió toda la atención en una estación tan falta de noticias como es el verano. Fuga por la que ha sido condenada a cinco años de cárcel en España, aunque la sentencia está recurrida ahora mismo...
Sucede que en noviembre se hizo público un informe de la perito imparcial encargada del caso en Italia y sus conclusiones son demoledoras[5].El informe es largo, 177 páginas que se apoyan en treinta y dos entrevistas realizadas a lo largo de seis meses. Como es fácil de entender, en él se dicen muchas cosas. Hay valoraciones de conducta muy graves, como que “muestra una gran capacidad manipuladora”, un “grave funcionamiento mental patológico asociado a desorganización del pensamiento”, una “emocionalidad lábil” (hermosa palabra) o una “comprensión de la realidad deficiente”. Aparte de sus valoraciones, enuncia hechos muy disonantes como que aseguró en sede judicial que un profesor de G. (uno de sus hijos) le había asegurado que perdería el curso a causa de absentismo escolar, y acto seguido el profesor lo desmintió o que un doctor determinado le sugirió “robar” a sus hijos, dicho doctor lo niega en sede judicial o que llamó en determinadas ocasiones y a determinadas horas a sus hijos, y después los registros telefónicos lo desmienten.
Aún no hay veredicto y quien está de acuerdo con el informe lo respalda y quien no, lo ataca. Sólo que me ha llamado la atención uno de los ataques.
La periodista Marisa Kohan, premiada por sus enfoques respetuosos con la perspectiva de género, no está de acuerdo y para combatir el informe hace un pan con unas hostias.
Comienza citando un caso que no tiene nada que ver con el pleito Rivas Arcuri. Después arremete contra el llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP) del que escribe que “Duramente criticado por la comunidad científica, el SAP no ha sido reconocido por ninguna institución médica, psiquiátrica o judicial. Ni la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni la Asociación Americana de Psicología han aceptado este supuesto trastorno en sus catálogos y su uso en España no está permitido”.
Esta parte de su argumento es una trampa léxica. En España no se admite el SAP pero sí una figura equivalente denominada interferencia y, por otra parte, hasta 1992 y con grandes controversias la OMS no admitió la fibromialgia como enfermedad. Evidentemente, eso no significa que antes de esa fecha no existiera.
Pero démoslo por bueno. Supongamos que el SAP sea un invento del machismo. Como hemos visto, el detalladísimo informe de la perito hace unas acusaciones muy concretas que deberían ser rebatidas una por una. En su lugar como en el viejo juego en el que pierde el que responde a la pregunta diciendo , no, blanco o negro , como en su informe se habla de SAP, todo el argumento queda invalidado. Queda bien claro en el testimonio de “Miguel Lorente, médico forense y experto en violencia de género”: El SAP es una entidad no reconocida por las clasificaciones internacionales sobre enfermedades y por lo tanto su utilización debería estar prohibida como entidad diagnóstica. Si hay algo que no existe, no puede servir para tomar decisiones de ningún tipo, ni clínicas (para mandar un tratamiento), ni judiciales, ni de ningún tipo. Sólo se le ha olvidado escribir que, como informa el artículo de El Mundo, Miguel Lorente, forense de la Universidad de Granada, ha escrito un informe a solicitud de Juana Rivas...
La argumentación es tan clara como burda. Cualquier acusación de que una madre intenta manipular a sus hijos cae en la calificación de SAP y como el SAP no existe, pregunta siguiente...
Así queda científicamente claro que ninguna mujer en el mundo va a intentar manipular a sus hijos. Eso sería SAP, que como todo el mundo sabe no existe y ahí acaba la discusión.

Claro que después de ver a una diputada de ERC tapada hasta las cejas llamando machistas a los de VOX uno se pregunta si merece la pena perder horas intentando armar argumentos[6]...






[1] Cuando yo era pequeño las monjas vendían recortes, que eran los restos de las láminas de oblea. Sin embargo, los curas de mi colegio nos prohibían comprarlos porque decían que comerlos era blasfemia. En mi caso ganaban las monjas porque me encantaban. De haber sido más mayor quizá lo hubiera hecho por disfrutar de lo prohibido pero entonces lo hacía por puro placer gastronómico. Como muchas chucherías de entonces, no se vendían al peso sino a ojo. Al ojo del vendedor, claro. Pedías siete pesetas de recortes y la monja te llenaba la bolsa hasta un punto, pedías diez y te la llenaba más pero siempre dependía de su criterio. Nunca me sentí timado, todo sea dicho...
[2] Era un oficio especializado. Un conductor de ruedas de carro se podía ganar bien la vida con ello.
[3] Confieso que he tenido que buscarla en la Wikipedia para saber a qué se dedicaba porque en el artículo sólo mencionaban su nombre, no su ocupación. Las referencias a las fuentes van en la nota final, salvo la competencia panificadora de los chinos de la que no pasé del titular.
[4] El cálculo mental, como el entrenamiento de la memoria, están muy mal vistos en la enseñanza actual. Sin embargo, no me parece que el abandono de esas tareas rutinarias haya mejorado la capacidad de abordar situaciones complejas, al menos en el caso de Évole, que es más simple que el mecanismo de una alfombra. Sé que voy contra corriente pero no me parece que hacerse una idea del tamaño de las magnitudes a través del manejo mental de cantidades o formar un árbol de datos conocidos en el que insertar los nuevos calibrando su valor sea una tarea rutinaria. A la vista están los resultados.
[5] Ignoro si existe alguna correspondencia con el derecho español. Habiendo sido condenado por algo que jamás sucedió, lo que sea de la justicia española no se me da un ardite.
[6] Por orden de mención: Juan Soto Ivars: “Dos palabras: denuncias falsas”, El Confidencial, 14/12/18, Reyes Rincón: “Las 166.620 denuncias por violencia machista de 2017, la cifra más alta desde que hay registros”, El País, 12/03/18, Quico Alsedo y Berta González de Vega: “Juana Rivas, “manipuladora” y con “funcionamiento mental patológico” según la perito imparcial italiana”, El Mundo, 16/11/18, Marisa Kohan: “Lo que de verdad esconde el inexistente síndrome de alienación parental”, Público, 27/11/18.

viernes, 14 de diciembre de 2018

TEORÍA Y PRÁCTICA





A la pregunta de ¿Qué camino deben tomar ahora las izquierdas? el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera responde:

En principio las fuerzas progresistas tienen que crear la capacidad de remontar el ruido y volver a redefinir un camino más o menos claro y preciso de cómo superar este conjunto de adversidades que ahora agobia a la gente. En lo práctico las izquierdas tienen que hacer otras combinaciones de gestión económica y en lo político tienen que construir otro relato, otra manera orgánica de concentrar expectativas distintas a las que han prevalecido en las últimas décadas. Porque la izquierda llega al gobierno con un discurso movilizador agrupando a los agraviados, planteando una reivindicación, pero cuando fruto de sus acciones hay una parte que asciende socialmente, el discurso del desagravio ya no funciona. Y ahí es cuando tienen que complejizar el discurso. Y la otra cuestión clave es que las políticas de movilidad social de los sectores populares tienen que tener una sostenibilidad en el tiempo porque cuando no lo son, los sectores sociales que ascendieron fácilmente pueden adoptar el punto de vista de los sectores más conservadores que desde un inicio se opusieron a estas políticas de movilidad social. Y entonces se da la paradoja que gobiernos progresistas pierden por la votación de personas que habían logrado ascender socialmente gracias a la política económica de los gobiernos progresistas[1].

No es poco lo que se encierra en estos dos centenares de palabras, tanto que temo que no podré abarcar todas sus implicaciones en un solo texto, qué le vamos a hacer. Si la memoria no me traiciona es en el último cuarto del año, cuando se supone que se hace recopilación de lo vivido, cuando más suelo sacudir a la izquierda realmente existente y no es cuestión de echar a perder las buenas costumbres...

Porque la izquierda llega al gobierno con un discurso movilizador agrupando a los agraviados, planteando una reivindicación, pero cuando fruto de sus acciones hay una parte que asciende socialmente, el discurso del desagravio ya no funciona

Engels nos informa en el prólogo a la edición alemana de 1883 del Manifiesto comunista de que  “La idea cardinal que inspira todo el Manifiesto, a saber: que el régimen económico de la producción y la estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época histórica constituye la base sobre la cual se asienta la historia política e intelectual de esa época, y que, por tanto, toda la historia de la sociedad una vez disuelto el primitivo régimen de comunidad del suelo es una historia de luchas de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en que la clase explotada y oprimida el proletariado no puede ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime de la burguesía sin emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las luchas de clases; esta idea fué fruto personal y exclusivo de Marx[2]”.
Esta idea de Marx es absolutamente equivocada. No hacen falta grandes disquisiciones teóricas para probarlo, basta con comprobar que el proletariado no fue protagonista, vehículo o agente de ninguna de las revoluciones triunfantes posteriores al manifiesto. Ni Rusia, ni China, ni Cuba, ni Argelia, ni Nicaragua, ni ninguna otra que se quiera añadir. Todas eran sociedades agrarias en las que el proletariado (entendido como población obrera, ya trabajara en fábricas o en unidades de producción menores) tenía una importancia residual.
El debate actual entre obreristas e identitarios está desvirtuado desde la base porque ambos parten de la concepción errónea de que hay un grupo que nos va a salvar, que cada uno conforma a su manera,  siempre centrado en los agraviados. Permítaseme un par de ejemplos personales carentes de cualquier valor científico y, precisamente por eso, los traigo aquí.
El 23 de abril del 2011, apenas tres semanas antes del 15 – M, asistí a una charla en la que uno de los ponentes era un trabajador de TMB, la empresa municipal de transporte de Barcelona, que no sé si entonces militaba en la Confederación General del Trabajo (CGT) pero estaba muy cerca de sus planteamientos[3]. Los trabajadores de TMB llevaban una lucha larga que la CGT que tiene un cierto peso en esa empresa había aprovechado para lo que los cursis llaman “hacer pedagogía” sobre la bondad de los métodos asamblearios, la autoorganización, la horizontalidad y todas esas cosas... Hubo un cierto éxito, aunque no recuerdo si consiguieron todas pero al menos sí algunas de las reivindicaciones. Pues bien, el tipo nos explicaba a continuación, con una amargura fácil de entender, que en las posteriores elecciones sindicales UGT y Comisiones Obreras habían vuelto a arrasar.
También es fácil de entender la explicación, más en estos tiempos de la autoayuda: fuiste ofreciendo un método mágico cuando nadie les daba solución, te lo compraron y funcionó. Pues bien, ya te volveremos a llamar cuando necesitemos ayuda otra vez[4]...
El otro es aún menos científico, la anécdota que nos contaba un profesor del colegio de curas al que asistí y la transcribiré como la recuerdo. Decía el hermano Alberto: “El otro día vino un pobre al colegio a pedir limosna. Nosotros no les damos dinero, ¿para qué? ¿para que se lo gasten en vino? En vez de eso les damos un buen bocadillo y mientras se lo comía, nos dijo que llevaba una quiniela y que a ver si podíamos rezar para que le tocara y un hermano le preguntó: ¿y si te toca, la vas a repartir con los pobres? y dijo los pobres, que se jodan[5].
No existen las clases como tales, alguien objetivamente oprimido puede considerarse un privilegiado. Hace unos años leí que en Estados Unidos se había hecho una encuesta y el 30% de los que respondieron se consideraban entre el 10% más rico de la sociedad. Se supone que la encuesta era mínimamente seria, así que se puede descartar que el 30% de los encuestados procedieran de Bel – Air o barrios equivalentes de otras ciudades[6]. No es extraño que uno de esos pobres que no se consideran tales desprecie a sus antiguos compañeros si tiene un golpe de suerte que le saque del agujero.
Pero es jodido salir del camino trillado porque uno se ve sin referencias a las que agarrarse. Hay gente que no aprende ni a palos. Leo a uno que dice que “Hay que dejar de lamentarse y construir organización popular. Hay que abandonar los espacios de confort y apelar a las clases oprimidas, acompañarlas y buscar conjuntamente momentos de ruptura y contrapoder”[7].
Siempre hay que buscar a esas clases míticas que Marx dibujó, tú no tienes derecho a sentirte oprimido, debes apelar a ellas, existentes en algún lugar del espacio sideral, acompañarlas y buscar juntos nosequé montón de basura... no es extraño que acabe su aportación escribiendo (y respeto sus negritas) que la única ruptura viable es la independencia de Catalunya.

Y ahí es cuando tienen que complejizar el discurso

García Linera se da cuenta de la paradoja, aunque no tiene claro cómo encararla.
Para explicar esta contradicción aparente se recurre a lo que Anselm Jappe llama otro argumento predilecto de la nueva izquierda: la “manipulación”: “A través de este concepto, se concibe el surgimiento de la sociedad de mercado y de las sociedades opresivas del pasado como una agresión externa, procedente de un lugar indeterminado, contra un sujeto preexistente y “diferente” del orden social impuesto por las “clases dominantes”. Esos sistemas, contrarios a los intereses de la gran mayoría, se mantendrían en el poder de modo inexplicable, desde hace milenios, mediante una astuta “manipulación”, además de la violencia, que de por sí nunca es suficiente”. (...) “se pone de manifiesto una ilusión fundamental común a toda la izquierda: las masas, los proletarios, los individuos, los sujetos son manipulados, seducidos, corrompidos, engañados, no se pueden expresar, no pueden actuar. Pero si se los dejara hacer de veras, la sociedad capitalista se desvanecería de inmediato como un mal sueño. Nadie explica, sin embargo, dónde puede haberse formado esa subjetividad ya plenamente articulada”[8].

Y aquí se juntan dos problemas. El primero es despojarse de esa concepción mítica de que los oprimidos ya constituyen una clase por el hecho de serlo. Recordaré una frase atribuida a J. P. Morgan que ya cité una vez y que encuentro certera: “¿La clase obrera? No es problema. Puedo comprar a la mitad para que mate a la otra mitad”. Y le faltó añadir: “y por mucho menos de lo que estaba dispuesto a pagarles”. El segundo, en realidad, deriva del primero. Y lo señala bien y mal Anselm Jappe cuando escribe que nadie explica, sin embargo, dónde puede haberse formado esa subjetividad ya plenamente articulada. Bien y mal porque aunque acierta en el hecho de que la conciencia debe crearse, no viene dada, habla de subjetividad porque en su respeto hacia Marx no termina de despegarse de esa idea de que existiría una conciencia de clase que sería objetiva[9]...
Si no existe una conciencia, hay que formarla. Y hay que formarla hablando y haciéndose escuchar y comprender. En buena parte la obsesión por hacer revela que detrás no hay discurso. A esos partidarios de la acción a tontas y a locas bastaría con preguntarles por qué creen que compañías como Coca Cola gastan tanto dinero en publicidad al cabo del año, siendo como son ya conocidas en todo el mundo desde hace medio siglo. O recordarles que Podemos subió hasta situarse como primer partido en intención de voto y empezó a bajar cuando, víctimas de su propio éxito, empezaron a desdecirse de su programa inicial, que era el que les había llevado a esa posición, y a caer en cuanto se dieron a La Práctica, entendida como campo diferente de la teoría.

En lo práctico las izquierdas tienen que hacer otras combinaciones de gestión económica

Hombre, pues ayudaría. Pero hay que partir de la idea de que no son capaces de hacerlas en lo práctico porque primero no han sido capaces de hacerlas en lo teórico. ¿Qué proponen las izquierdas conocidas? La redistribución. Por ser más preciso, la redistribución a través de los impuestos. Recaudar mucho para poder desviar fondos hacia los más desfavorecidos. Y la conclusión es obvia: si de lo que se trata es de recaudar más, el capitalismo ha de funcionar como un tiro.
Que lo diga el PSOE está bien, es un partido contento con el capitalismo, pero que lo diga Teresa Rodríguez, que se define anticapitalista, pues como que amos anda, que te den, háztelo mirar[10]...
Hoy, y siempre, el pilar central es la economía y sobre eso no hay nada[11]. Nada diferente.
Es difícil, sin duda, porque la economía hoy gobierna todas las fuerzas de la vida más que nunca.  Ya no se trata de quién pensaba hace treinta años que iba a pasar del agua del grifo al agua embotellada sin darse cuenta sino de quién concebía hace sólo diez años que cupiera pagar un dinero a alguien para que te hiciera la lista de la compra. Pues hoy les llaman personal shoppers y son lo más de lo más, tener uno de ellos es un símbolo visible de que uno ha alcanzado una posición respetable.  La pregunta es: ¿cómo lo han conseguido? ¿Mediante la práctica? ¿Acaso los asistentes de compras han ido ofreciendo gratuitamente sus servicios hasta que la gente ha comprobado la bondad de su método y desde entonces ha decidido pagar por el servicio?
No. Lo han conseguido mediante una hábil estrategia de publicidad.

Ver los toros desde la barrera

Una expresión de desprecio. Los que no se mojan, los que no se manchan las manos blablabla. Se supone que mientras el torero padece, los que no saben de qué va el tema lo juzgan frívolamente, haciendo abstracción de sus sufrimientos. Pero los críticos taurinos siempre han visto los toros desde la barrera, porque de lo que se trata es de juzgar los resultados, no las penalidades que pueda sufrir alguno de los participantes en el juego.
Desde mi cómoda localidad de barrera de sombra y sin la mínima intención de abandonarla, digo en toda mi suficiencia que cualquier idea alternativa lo mínimo que tiene que tener es un programa alternativo. Alternativo viene de alter, que significa “otro”. Por tanto, no debe ser una variación del programa vigente. ¿Cuál? La respuesta es que si lo tuviera me dedicaría a pregonarlo. Sé lo que no me gusta de lo que hay. Básicamente que es insostenible, pero hasta hoy no me gustan las alternativas que se proponen. ¿Como vas a proponer a la gente de hoy, con permiso de mi querido Miquel Amorós, que la gente se lance a fundar comunas agrarias? Yo escapé de una ciudad que tiene un cuarto de millón de habitantes porque me parecía un pueblo, no puedo ser hipócrita. En ese sentido mi instinto me guía más por poner los adelantos técnicos a nuestro servicio, como pensaban los Situacionistas en su primera época. No sería sencillo pero creo que sería la opción más viable y si en el futuro tengo fuerzas y me queda lucidez, trataré de desarrollarla.
En cualquier caso, el primer paso es construir un programa económico alternativo al capitalismo que parezca viable.
Y el segundo, venderlo sin miedo ni vergüenza. Ser más pesado que el comercial más pesado. Pero no sólo vender los resultados. Aquí está el secreto. No es una cuestión de decir “eres lo que eres y aquí vengo yo a arreglarte la vida”. No. La cuestión que hay que transmitir es que para poder sacar adelante ese programa hay que construir una comunidad de antagonistas. En la que no se pregunte de dónde vienes sino hacia dónde vas. Los obreristas deberían hacer una indagación seria sobre los orígenes sociales de las figuras que han aportado algo al mundo a través de la contestación.
Y una vez convencidos y reclutados, cuando seamos muchos, entonces sí, entonces adelante con todo, hasta vencer o morir[12]. Y no cambiar una sola coma del programa antes de probarlo pero siempre dispuestos a cambiar el texto entero si a la hora de la verdad fallase. Porque esa hora de la verdad será la verdadera hora de los hechos.






[1] (La entrevistadora es Sofía Solari): “Evo es el único que puede dar continuidad a este proyecto”, Página 12, 22/11/18. Cada vez estoy más aburrido de las minucias de las que se ocupa la prensa patria y últimamente me ha dado por leer prensa extranjera aprovechando las facilidades que da Internet. He cogido gusto a confrontar dos periódicos argentinos: Clarín, que defiende al presidente actual, y Página 12, que es abiertamente opuesto. Son como la noche y el día, pero visto desde fuera da una idea de hasta qué punto los periódicos crean y alimentan polémicas que en el fondo tienen la potencia de un azucarillo disuelto en un vaso de agua. (¿Dónde están ahora las recusaciones a la tesis de Sánchez? Parece que hace siglos de aquello y sin embargo en verano parecía no haber cosa de más importancia en el mundo). Aunque sospecho que las diferencias de fondo entre ambos diarios argentinos tienen que ver con su posición respecto al peronismo, confieso que sigo sin entender qué significa el concepto.
[2] Página  9 de la edición del Manifiesto comunista de la Editorial Ayuso de 1976, traducido por Wenceslao Roces. He mantenido la tilde de fue para resaltar lo arcaico de todo el asunto.

[3] Creo que hoy sí, porque he vuelto a verle hablando en actos de la CGT en años posteriores. También habló uno de los sindicalistas asturianos famosos entonces por el incidente de la farola rota que recreaba Fernando León de Aranoa en Los lunes al sol, que no me pareció especialmente inteligente.
[4] Los anarcosindicalistas no consiguen entender por qué les sucede esto una y otra vez. Ellos han apostado por La Práctica frente a La Teoría y recogen lo que siembran...
[5].Sé que la memoria es traicionera pero la recuerdo contada así. Suena raro un fraile de entonces diciendo un “taco”, pero a veces lo hacían para dar verosimilitud al discurso o tratar de crear una complicidad con el alumnado. Quizá dijera que se jo... y nos dejara la tarea de completar la palabra, que era típico en esa época.
[6] Tengo la referencia anotada en alguna parte, perdida entre un par de metros cúbicos de papeles. Recuerdo que el dato apareció en la edición del País Vasco de El País en el 2006, pero eso es lo de menos, porque refleja el espíritu de buena parte de la sociedad estadounidense. Siempre se ha dicho que allí los pobres no se consideran pobres sino ricos que están atravesando una mala racha y refleja muy bien lo que es el marco mental de buena parte de esa sociedad. (Marco mental es la mejor traducción que se me ha ocurrido para “frame of mind” pero reconozco que se pierden matices respecto al original).
[7] Llevado por el poso de mi educación católica pensaba no citarle como acto de caridad pero al final he preferido aquello de “que cada palo aguante su vela y cada perro se lama su cipote”: @BlackSpartak: “Valoraciones intempestivas de las elecciones andaluzas de un anarquista”, alasbarricadas.org, 03/12/18. Es el único texto incluido con posterioridad a las elecciones andaluzas cuyo resultado no ha influido en lo que se escribe aquí. En el mismo medio he leído una aportación curiosa de alguien a quien no respeto demasiado (otro de los defensores de La Práctica): en las cuatro elecciones celebradas en Alemania entre setiembre de 1930 y marzo de 1933 Hitler sólo perdió votos cuando creció la abstención, en noviembre de 1932. Acratosaurio: “Parar al fascismo... ¿Votando?”, alasbarricadas.org, 08/12/18.
[8] Anselm Jappe: Guy Debord, Anagrama, (Barcelona), 1998, pp. 156s.
[9] Por supuesto, esta crítica que hago a Jappe no puede ponerse al mismo nivel que las que hago a tanto emborronador de folios como corre por ahí...
[10] Ya he escrito que todo esto estaba pensado antes de las elecciones andaluzas pero era tan obvio... Después del recuento escuché hablar a Teresa Rodríguez. No tengo conciencia de haberla oído antes pero daba vergüenza ajena. No era capaz de terminar una frase, parecía Rajoy. Una profesora que no sabe hablar, magnífico...
[11] Que si no me equivoco significa “gobierno de la casa”. Que es muy probable que me equivoque porque hice el bachillerato de ciencias puras.
[12] Como dice el Himno de Riego, nuestra Marsellesa. Se habla mucho de la revolución del 36 en Barcelona y Aragón y se suele olvidar que no nació de la acción propia sino de los errores del enemigo. Todos los intentos revolucionarios anarquistas anteriores no pasaron de fracasos sonados.









domingo, 2 de diciembre de 2018

UN POCO DE CONTEXTO



Leo que “El expresidente de la ANC y diputado de JxCat, Jordi Sánchez, y el también diputado de esta formación y exconseller Jordi Turull han comunicado a la dirección del centro penitenciario de Lledoners (Barcelona) que este sábado inician una huelga de hambre, sin que hayan determinado su duración, según fuentes penitenciarias[1]”.
Por si les sirviera de algo les aporto aquí algún dato histórico. En la historia reciente de las prisiones españolas (es decir, desde que se murió el Paco) sólo dos presos han llevado una huelga de hambre hasta el final, Juan José Crespo Galende y José Manuel Sevillano Martín. Los dos eran militantes del GRAPO[2]. Crespo, que tiene (o tenía) un monumento en su pueblo, murió el 19 de junio de 1981, tras mantener la huelga más de tres meses. Sevillano estuvo 175 días sin comer, en cumplimiento de una orden de la dirección del GRAPO, hasta su muerte el 25 de mayo de 1990. Alimentado artificialmente, los GRAPO mataron el 27 de marzo de ese año a José Ramón Muñoz, el médico al que consideraban máximo responsable de esa alimentación forzosa. Tras la muerte de Sevillano, Manuel Pérez Martínez (camarada Arenas, máximo responsable del GRAPO) mandó parar.
Ya he comentado alguna vez la huelga de hambre de presos del IRA a principios de los 80. Diez muertos hasta que la dirección del IRA mandó parar porque vio que podía perder a todos sus presos de la forma más tonta. El gobierno británico no les concedió lo que pedían pero sin embargo, cosa difícil de entender hoy, permitió que en el multitudinario funeral de Bobby Sands, el primero de los muertos, el IRA le rindiera “honores militares completos”, es decir, que media docena de uniformados encapuchados se colocaran alrededor del ataúd y dispararan sus armas como salvas de ordenanza para el delirio de los más de cien mil asistentes.



No sé por qué, me da que el gobierno no se plantea si debe permitir descargas de fusilería...


[1] (Sin firma): “Sánchez y Turull comunican a prisiones que inician una huelga de hambre indefinida”, El Confidencial, 01/12/18.
[2] Pese a que los presos de ETA secundaron innumerables huelgas de hambre, ninguno sufrió secuelas apreciables en su organismo. Esto se debe, sin duda, a la especial constitución física de la raza vasca.

viernes, 9 de noviembre de 2018

LAS GRANDES VERDADES


El artículo busca atacar a Colau porque ha dicho que pretende dedicar un porcentaje de vivienda nueva a usos sociales. Mi propósito no es defender a Colau, la pura estadística empuja a pensar que fracasará como en todo lo que se propone, el propósito es poner en cuestión alguna de las “verdades como puños” que proclama el artículo, que empieza de la forma más retadora: “No debemos subestimar lo difícil que es cambiar falsas creencias con hechos”[1].
El autor se titula como economista y abogado. Luego veremos que también ha sido alguna otra cosa. Su intención es demostrar que cuando los políticos legislan sobre vivienda siempre la pifian y comienza diciendo que “Son muchos los ejemplos históricos” pero a la hora de la verdad sólo menciona el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1946 y la Ley del Suelo de 1956, a los que califica de “de muy reciente implantación en nuestro país”[2]. Añade el gachó que por aquel entonces “encontrábamos personas pagando un porcentaje de sus ingresos inferior al que se paga hoy después de la ingente intervención pública en el mercado residencial. Todo ello, a pesar de que hace años en España los ingresos reales eran sólo una fracción de los actuales”.
Y aquí a este indocumentado le bailan los datos porque en 1956, no digamos ya en 1946, la gran mayoría de las promociones no se dedicaban a la venta sino al alquiler. Las construcciones para la venta por pisos no empezaron a imponerse hasta después  de los Decretos de Estabilización de 1959. El oportunista director de cine Mariano Ozores terminó una película llamada “Venta por pisos” en 1972 porque sabía que entonces aún era novedad suficiente como para llenar las salas. Pero a estos a los que les da igual ocho que ochenta hay que explicárselo despacito...
El resto de la argumentación es de traca[3]. Critica la “limitación de altura”, la “prohibición absoluta de construir en determinadas áreas” o “las amplias zonas verdes”. Curiosamente tres de las señas de identidad de las viviendas de los ricos, a los que no suele gustar convivir unos con otros (cosa perfectamente comprensible, dado que se conocen), prescindir de un buen césped o ver a la chusma, aunque sea de lejos, si no se trata del servicio. Por supuesto, eso sólo debe estar al alcance de quien pueda pagárselo. Pero con ser ridículos sus argumentos, lo que llama la atención no es lo que está, sino lo que falta. ¿En serio no hay mejor ejemplo de Ley del Suelo que la de 1956?
Pues no hay problema, yo le recordaré otra, la Ley 7/1997, de 14 de abril, de medidas liberalizadoras en materia de suelo y de Colegios profesionales[4]. Como es habitual, la exposición de motivos la firma el rey de entonces, Juan Carlos I, y en ella explicaba que “Dada la situación del mercado de suelo y la vivienda se hace necesaria la aprobación de unas primeras medidas que ayudarán a incrementar la oferta de suelo con la finalidad de abaratar el suelo disponible”.Es lo que dice la ortodoxia económica que defiende Blanco: si aumenta la oferta, el precio baja.
Sólo que ya sabemos que no porque ya sabemos lo que siguió. Un aumento del precio de la vivienda como nunca ha habido otro en España, una sensación de riqueza súbita, un proceso de endeudamiento infernal y una burbuja que ríete tú de los tulipanes holandeses aquellos... Aún hay muchos que lo están pagando pero parece que pocos han aprendido.
Ese mismo gobierno tomó otras decisiones basadas en las puras verdades económicas y también le salió el tiro por la culata. Por ejemplo, “liberalizar” el mercado de combustibles eliminando el precio máximo fijado por el gobierno. La teoría la sabemos todos: si se estimula la libre competencia bajará el precio porque los operadores competirán unos con otros y se beneficiará el contribuyente. Sólo que tampoco...
Un medio poco crítico con el gobierno de Aznar avisaba del resultado previsible: “Si miramos atrás, los antecedentes no son nada halagüeños. En 1996, cuando se liberalizó el mercado de los gasóleos tal y como sucederá el próximo mes con las gasolinas, los precios empezaron a subir como la espuma. De las 90,6 pesetas como último precio máximo fijado por el Gobierno, pasó en unos meses a rebasar las 106 pesetas[5]”.
Como dice el autor, “Es sorprendente comprobar cómo tras cientos de años de refutación económica de determinados principados[6] económicos, nuestro políticos siguen incurriendo en los mismos errores”. Aunque aquí no sé si habla como abogado y economista o como político, que también lo ha sido. Fue secretario de Vox Asturias y candidato a la presidencia de la comunidad en 2015 y consiguió 3.226 votos, el 0,59%, aunque Libertad Digital le pronosticaba uno o dos escaños. 





[1] Ignacio Blanco Urizar: “Falacias económicas: los políticos abaratan la vivienda”, El Español, 31/10/18. Lo reproduzco tal cual, incluidos los cambios de tipografía.
[2] No es por desearle ningún mal pero si alguna vez necesitara cirugía de muy reciente implantación, ¿cuál preferiría? ¿La de 1946 o la de 1956?
[3] O para echarse a temblar si se tomase en serio, lo que desaconsejo.
[4] Publicada en el BOE del martes 15 de abril de 1997 con número 1779.
[5] Paloma Bravo: “Tras la Liberalización, ¿Subirán los Precios?”, Su Dinero, 139, 27/09/98. Su Dinero era el suplemento de economía del diario El Mundo. Su director de entonces compartía balcón para ver las procesiones de Semana Santa con los Aznar Botella.
[6] Supongo que Blanco quería escribir principios, como también supongo que quería escribir nuestros políticos,  pero líbreme Osiris de corregirle...

martes, 30 de octubre de 2018

TRAGAR SIN MASTICAR



 Agentes de la Policía Nacional han desarrollado otra de sus brillantes operaciones contra el terrorismo anarquista, esta vez en Murcia[1].
Sí, en Murcia. Una vez más la prensa nos informa de la detención de los autores de unos atentados sobre los que no nos había informado previamente. Aprovechando la ocasión nos ponen al corriente: “Un gran número de sus acciones con artefactos explosivos se produjeron contra torres eléctricas, depósitos de agua, edificios e infraestructuras y en ocasiones cerca de vías de comunicación y zonas residenciales”.
Este último dato es terrible. Imaginemos que a un automovilista le da el apretón, para el coche, se interna entre los sembrados y se acurruca debajo del depósito de agua en el preciso instante en que... O un residente de la zona que saca a pasear al perro y el chucho, fiel a sus costumbres, elige la torre eléctrica para levantar la pata... No sigo, no quiero ni imaginarlo.
“Esta operación se materializa como consecuencia de una detención y la posterior entrada y registro, que se llevó a cabo en junio de este mismo año en la localidad de Molina de Segura (Murcia), en la que se arrestó a un joven de ideología anarquista por la elaboración y colocación de hasta nueve artefactos explosivos en polígonos industriales en desuso. En esa ocasión se intervinieron 25 kilogramos de precursores con capacidad explosiva, concretamente nitrato amónico de grado explosivo, averiguándose también que el detenido llevaba a cabo la confección de los artefactos así como la mezcla de los elementos, en un taller en su propio domicilio”.
Vayamos por partes. Aprovechando la coyuntura, el periodista nos informa de una detención producida en junio sobre la que tampoco se dijo ni palabra. Supongo que es el signo de los tiempos. Cuando yo estaba en edad de servir a la Patria opté por la Prestación Social Sustitutoria y me enviaron a cumplirla a la Cruz Roja[2]. Cerca del edificio estaba la sede de un periódico y cada vez que salía una ambulancia con la sirena puesta nos llamaban para preguntar que había pasado. Teníamos instrucciones precisas sobre la información que les podíamos dar pero con ese poquito, ellos ya tenían hilo del que tirar. No hace tanto, había periodistas “de sucesos” que mantenían ciertos contactos con policías que les suministraban información y en un lugar como Molina de Segura la detención de un terrorista debería ser un secreto a voces pero está claro que el periodismo ya no es lo que era... Lo que sí parece claro es que si este los colocaba en polígonos industriales en desuso, no es el elaborador y colocador de las otras y por lo tanto había dos grupos terroristas en Murcia, aunque uno parece formado por una sola persona. (Por cierto: ¿cuántos polígonos industriales en desuso hay por allí? Sé que no viene al caso, pero me parece una pregunta interesante).
Sigamos. Cuando se habla de explosivos les ha dado por llamar precursor a lo que en cualquier compuesto químico de otro tipo se llamaría ingrediente. En efecto, la mezcla de nitrato amónico y fuel – oil constituye un poderoso explosivo, conocido como NAFO por la suma de las siglas de ambos componentes. El famoso amonal es el resultado de añadir polvo de aluminio a esta mezcla[3]. Por tanto, no hay nitrato amónico de grado no explosivo. Si es nitrato amónico, combinado con fuel – oil se convierte en explosivo y si no, es que no es nitrato amónico y si lo sé yo, debería saberlo cualquier periodista que firme una información sobre terrorismo.
El problema es que el nitrato amónico es un producto de libre adquisición porque se trata de un abono magnífico. Cada año se venden miles de toneladas en España[4]. Si se piensa que el fuel – oil es el combustible de muchos tractores, no es de extrañar que algunos terroristas funden negocios agrícolas para justificar la compra de grandes cantidades de ambos productos. Lo hizo el IRA y, en tiempos más recientes, el terrorista noruego de extrema derecha Anders Breivik[5]. Por eso echo a faltar el otro componente, el fuel – oil, sin el cual el nitrato amónico no puede explotar, por mucho “grado explosivo” que tenga...
“El modus operandi utilizado en la comisión de estos hechos ha sido siempre el mismo, usando como agentes explosivos pólvora negra y cloratita, siendo los contenedores utilizados bombonas de butano y extintores, que actuaban también como metralla”.
Ahora habla del otro grupo, del que ha sido detenido recientemente. Pero en este caso no hay lista de material intervenido. Nada, ni un triste saco de carbón vegetal para la barbacoa que, como nos enseñaban en el colegio, es uno de los precursores de la pólvora, junto con el azufre y el salitre.





[1] Gonzalo Araluce: “Detenidos seis anarquistas en Murcia por cometer varios ataques con bombas”, El Español, 26/10/18. Utilizo esta por ser la más completa que he encontrado pero la noticia ha sido reproducida en más medios. Las negritas y cursivas son suyas.
[2] Pese a que había escrito a la autoridad competente solicitando cualquier otro destino, pues padezco de hemofobia (con e). Ni siquiera me dieron acuse de recibo...
[3] El NAFO es muy inestable. Un experto en explosivos del IRA voló por los aires mientras lo preparaba porque la pala con la que lo mezclaba dio en el suelo y saltó una chispa.
[4] En algunos países es obligatorio identificarse en un registro cuando se adquieren grandes cantidades, precisamente por la facilidad para convertirlo en explosivo. Ignoro cuál es la situación en España.
[5] Escribo extrema derecha porque lo dice la Wikipedia, porque últimamente hay unos cuantos medios empeñados en demostrar que la extrema derecha no existe, al menos en España.