domingo, 18 de marzo de 2018

CUANDO SE IMPONE EL DESEO


Como pasa con ciertos guisos, algunos artículos de prensa saben mejor si se dejan reposar. A cuenta del reciente Mobile World Congress (MWC) se publicaron algunas piezas que hoy me apetece recordar.
El más ardoroso era el director de Crónica Global, un tal Xavier Salvador, que dejaba claro que “Después de tanto avisar, el Mobile se irá pronto de la capital catalana. Barcelona, Cataluña y España perderán el congreso internacional más importante de cuantos se celebran en Europa[1]”.
¿Dónde se irá? “a desiertos más cálidos y ricos” que, como veremos, es una manera elaborada de decir Dubái. Pues anda que no se ha avisado: “Cuando no es una huelga del taxi se produce una protesta de los trabajadores del Metro, todo cuestiones dependientes o reguladas desde el consistorio. Si eso no es insuficiente[2], la política acaba mostrando esperpénticas situaciones de inestabilidad que hacen insufrible la organización para los mandamases internacionales de la cosa. Ni Telefónica puede, con todo su poder, preservar el evento” y no falta la frasecilla de marras para asegurar el cumplimiento de la profecía: “Perdonen la sinceridad, pero es lo que hay”.
No es el único, aunque sí el más zafio en su planteamiento[3]. La idea central es que la tardanza deliberada de Colau le ha costado el MWC a Barcelona.
Veamos otro ejemplo. Este es más torero, pues está escrito el día 3, cuando ya era más que evidente que la organización del congreso no tiene ninguna intención de abandonar Barcelona. Es largo pero me quedo con este párrafo: “La alcaldesa de Barcelona le niega la mano al Rey en pleno Mobile World Congress y las portadas de media Europa se preguntan qué necesidad hay de gastar 470 millones de euros en una ciudad donde parece absurdamente complicado hasta que los representantes de dos Instituciones se dirijan la palabra entre el primero y el segundo plato de la cena inaugural”.
¿En serio?
¿En serio ese asunto merece las portadas de media Europa?
Esto era típico del periodismo de hace cuarenta o cincuenta años, cuando era realmente difícil acceder a la prensa extranjera y un periodista o lo que fuera podía convencer a sus lectores de que su opinión sobre un asunto coincidía al pie de la letra con lo que se escribía por ahí fuera. Pero hoy... hoy que cualquiera con un teléfono móvil tiene acceso a todas las portadas de la prensa mundial, decir algo así es muy osado porque es muy fácil de desmontar. Es evidente que si algún diario europeo de mediana importancia hubiera recogido la noticia ella lo habría mencionado. (Me llama la atención que este truco tan rancio goce aún de tan buena salud. Véase otro ejemplo, este desde el lado de la catalanada: “Sobre los efectos y las potencialidades de esta táctica basta leer estos días el alud de editoriales en la prensa internacional defendiendo una cosa tan banal como el lazo amarillo de Guardiola”[4]. Ante estas maravillas, ¿quién puede extrañarse de que todos los periódicos de papel estén quebrados?).
Aunque lo he dejado para el final, el que viene ahora fue el primero en publicarse, el día 26[5]. Este refleja el punto de vista del enterao, el que tiene los mejores contactos y ha hablado con unos y otros para que sepas lo que nadie más te va a contar, la cruda realidad. Como es de esperar, sus fuentes son del más alto nivel, aunque no nombra ninguna. Y en este punto es donde hay que empezar a dotarse de amplias tragaderas. Por ejemplo, este párrafo: “Lo de ayer fue bochornoso. No encuentro otra palabra. Mira, a nosotros nos da exactamente igual que el Mobile se celebre aquí, en Dubái o en otra ciudad. Yo prefiero que se quede, soy español. Pero trabajo para una multinacional y a ellos les da exactamente igual. Es más, mis jefes internacionales cada vez lo tienen más claro: están convencidos de que 2019 puede ser el último año de la feria en Barcelona. Y tras lo ocurrido ayer, la huida está ahora más cerca”, señala un directivo de uno de los principales fabricantes mundiales de ‘smartphones’ que ha presentado sus novedades en la feria y prefiere mantener el anonimato para evitar problemas laborales. Obsérvese el detalle, un fabricante que ha presentado sus novedades en la feria antes de que la feria se celebre[6]. Y el resto ya es un insulto a la inteligencia, un  directivo que no quiere dar su nombre porque teme represalias laborales por repetir lo que dicen sus jefes. Para mear y no echar gota...
Añadiré algún testimonio más, aunque reconozco que son un tanto reiterativos.
“Siempre se esperan problemas, pero no que esos problemas vengan de las propias instituciones” confiesa una fuente cercana a la cúpula de la asociación que ahora debe decidir qué hacer con el Mobile en los próximos años, seguir en Barcelona o llevárselo a... ¿Dubái, París, Milán o tal vez San Francisco?  “Otro ejecutivo en uno de los gigantes mundiales de telefonía asegura que la ubicación del MWC también les es indiferente. (...) Que se celebre en París, Barcelona o Dubái nos da igual” y por último, en la misma línea: “No hay empresa española ni directivo que no estén preocupados por esto. Si alguien lo niega, miente”, dice un alto ejecutivo de una operadora española. “Lo de ayer fue una vuelta de tuerca más. El problema es que estos políticos no se dan cuenta de que hay un límite, no se puede forzar tanto la cuerda[7]. ¿Que hay que irse a Dubái? Pues nos vamos. Para algunas empresas sería un daño a corto plazo, nada más. Para Barcelona sería un golpe irreparable”.
¿Soy la única persona del mundo a la que le resulta extraño que gente tan fría y calculadora como para llevar su negocio a una dictadura asquerosa como Dubái se sienta conmovida hasta el ultraje y dispuesta a perder dinero porque Colau ha demorado su llegada a una cena a propósito para evitar una foto? Yo diría que estos altísimos ejecutivos o tienen la sangre fría o la tienen caliente pero que les hierva y se les hiele a ratos como que me cuadra poco.
En fin, parece que algunos han estado mucho tiempo sobre la parrilla sin que un alma caritativa les diese la vuelta para que se hicieran por los dos lados. Demasiada pasión...



Mi experiencia sobre el MWC es muy limitada, pues sólo tengo acceso a una parte pero, eso sí, de primera mano. De las trece ediciones celebradas, he trabajado diez en hoteles, entre ellas las ocho últimas, lo que me da una cierta perspectiva, por parcial que sea. Y mi impresión es que lo que comenzó siendo un lugar donde se hacían negocios importantes, a cara de perro, jugándose el todo por el todo, ha acabado siendo un escaparate, un lugar donde uno va a exhibirse pero sin incidencia económica real, lo que se tenía que hablar ya se ha hablado antes de venir. Hace ocho, siete, seis años, los dos primeros días eran una batalla de nervios. El domingo víspera del congreso la posibilidad de plancharse la camisa era la diferencia entre la vida y la muerte... Y los dos últimos días, cuando la suerte ya se había sellado para bien o para mal, eran días de comilonas, borracheras y sexo de pago sin tasa.
Pero eso ha cambiado completamente. Ya no vienen prostitutas de fuera de Barcelona porque pierden dinero y ni siquiera se acercan los relaciones públicas de los prostíbulos de la zona a recordarte que están ahí. Un compañero de trabajo quiso llevar a su padre a cenar y encontraron mesa allí donde les apeteció, después de asomar la cabeza en media docena de restaurantes aparentemente vacíos y que evitaron por esa razón.
Diría que el MWC se ha convertido en una feria, un lugar donde exhibirse, donde “ver y ser visto”, como se suele decir. Ya no hay nada que celebrar ni que lamentar...
Me parece oportuno recordar la suerte del SIMO, el Salón Informativo de Material de Oficina, una feria anual que se celebraba en Madrid desde 1961. A medida que la informática fue cobrando importancia la feria se orientó hacia ella y tuvo sus años de gloria con la expansión de Internet, entre 1994 y 2007. Sin embargo, para sorpresa de todos, en 2008 no se celebró, por falta de interés de los principales expositores. A partir de 2009 cambió de forma pero sólo para languidecer progresivamente hasta 2013, su última edición salvo error por mi parte.
Soy mal profeta y me abstendré de hacer vaticinios y menos electorales, cuyos mecanismos se me escapan por completo , pero bien pudiera ser que en 2019 hubiera un alcalde o alcaldesa que no fuera del partido de Colau. Y bien pudiera ser que apostara todo por conservar el congreso. Y entonces sería de reír ver qué publicaban estos con la misma gallardía. Y también pudiera ser que en el 2024, 2023 o incluso antes, los principales expositores se cansaran de venir a hacer el paripé. O, por el contrario, que la organización siguiera apostando por Barcelona unos años más. El SIMO aguantó más de medio siglo...
Lo que no tengo tan claro es que algunos periódicos aguanten hasta el 2023 pero, como he dicho, soy muy mal profeta.





[1] Xavier Salvador: “Se va el Mobile, se va el Mobile...”, Crónica Global, 27/02/18. Como curiosidad, llama a Colau emperatriz de la ambigüedad el mismo día que yo la llamaba emperatriz del “amagar y no dar”. No sé por qué elegí esa palabra, majestuosidad no es lo que sobra a esa señora precisamente...

[2] Es lo que trae consigo la vehemencia. También suelta un “¡pues no haberlos elegidos!” y se queda tan oreado.

[3] Contiene detalles perfectamente prescindibles, como cuando habla de Gerardo Pisarello y escribe que “igual estará tomando mate”. Poca simpatía siento por Pisarello pero no me parece que aporte nada este uso de los estereotipos a los que son tan aficionados los nacionalistas ingleses y que tanto enfadan a algunos cuando se los aplican a los españoles. Por cierto, aprovecho aquí para recomendar el mate, un placer que he descubierto recientemente, aunque confieso que el que yo tomo es uruguayo.

[4] Lourdes Garzón: “Ada Colau, la malabarista atragantada por el procés”, El Español, 03/03/18 y Albert Sáez: “España, ¿con el paso cambiado?”, El Periódico, 02/03/18, respectivamente.
[5] Manuel Ángel Méndez: “Las tecnológicas, ante el “bochorno” de Colau: “La huida del Mobile está más cerca””. El Confidencial, 26/02/18. (Respeto las negritas, por si significasen algún énfasis que hacen los entrevistados)
[6] Llamar feria al MWC es interesante, como luego se verá.
[7] ¿El alto ejecutivo logra una extraña síntesis entre forzar la máquina y estirar la cuerda? Confieso que no imagino cómo se puede forzar una cuerda, pero eso seguramente es una consecuencia de mi falta de visión ejecutiva...

jueves, 15 de marzo de 2018

AQUÍ NADIE SE LIBRA


El día 8 estaba convocada una huelga de mujeres y confieso que, como entusiasta de Aristófanes, la convocatoria despertó mi atención.
Al final resultó lucida. Seis millones de huelguistas es una cifra respetable, aunque la base de cálculo no está muy clara[1], y las manifestaciones fueron concurridas y la impresión general es que tanto la  huelga como las manifestaciones fueron transversales, que es como llaman ahora a lo que antes se llamaba interclasista.
No es de extrañar, había recibido adhesiones curiosas. Según un artículo, la reina Letizia la apoyaba subrepticiamente, pues al parecer había vaciado su agenda de actos para el día 8 y “la web de la Casa Real no registra ningún acto institucional para ese día, lo que resulta un detalle muy significativo” aunque según otra fuente, “En el caso de la reina Leticia, algunos medios han publicado que hizo “huelga” el pasado 8 de marzo porque su agenda estaba vacía de contenido, pero lo cierto es que tanto el día 7 como otros días laborables de esta semana y de otras, la agenda de la reina también consta sin actividad, con lo que la interpretación de que estaba de huelga el 8 de marzo es atrevida”. Vamos, que a la Reina no le gusta trabajar y en eso y sólo en eso le alabo el gusto. Y por si no fuera suficiente, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro ha dicho que “Lo comprendo, claro. Hay que defender sus derechos. Lo haría también, lo hace también de hecho, la Santísima Virgen María” [2]. (Me encanta el lapsus. Primero habla de ella como si estuviera muerta pero luego se ve que recuerda que no sólo está viva sino que es el único ser humano que ha tenido el privilegio de no morir, pues fue transportada al Cielo en vida. Hasta El Sandalias estuvo muerto cuarenta horas[3]).
En resumen, más allá de las anécdotas, el hecho de que “comunicadoras” tan poco sospechosas de ser de izquierdas como Quintana o Griso la secundaran implica que la convocatoria había conseguido su objetivo, que no debe ser otro que desbordar los límites de la tribu y convencer a alguien que no piensa como tú para que se mueva por una reivindicación que crees justa. Es obvio que no vas a convertir a esas dos, pero al menos has logrado hacer llegar tu mensaje a su público. Después queda la ímproba tarea de darle forma comestible y ofrecerlo emplatado con una presentación atractiva, pero el primer paso ya está dado.
Hasta que llegan los aguafiestas[4].
En este caso en femenino, aquí viene una tal Paula Guerra a contarnos que, en el fondo, esta huelga es una trampa más tendida por el racismo y la xenofobia[5].
Empieza mal, llamando “Día Internacional de la Mujer” al Día de la Mujer Trabajadora, pero viendo que cita al justamente olvidado Frantz Fanon, cualquier cosa puede suceder en adelante. Y sucede. Estudiemos estos dos párrafos:
“La realidad es que en España miles de mujeres no podemos sumarnos a este paro aunque quisiéramos. Como mujeres migrantes/racializadas, subalternizadas por el racismo estructural, la convocatoria que nos hacen las feministas blancas nos parece una invitación surrealista proveniente de un mundo paralelo. Un mundo de derechos que no es el nuestro.
Nosotras somos las sin papeles. Somos las que trabajamos en el mercado informal. Somos las que no estamos en condiciones de poner en riesgo nuestros contratos basura porque, si los perdemos, nos quedaríamos nuevamente sin papeles y lo que sigue a eso es el CIE y la deportación. Somos las que no podemos delegar en nadie de nuestro entorno las labores de cuidado. Somos las que no paramos nunca porque no contamos con el privilegio de poder parar”.
Así, en primera persona del plural. Incluyéndose. Desde luego, el primer insulto a la inteligencia es ¿quién sería tan estúpida de declarar que no tiene papeles en uno de los periódicos más leídos de España? Pues nadie en su sano juicio, obviamente...
Paula Guerra se autodefine “Licenciada en Comunicación Social. Chilena de origen, madrileña por decisión. Activista de Sos Racismo Madrid y de la red de colectivos Caravana Abriendo Fronteras. Feminista y animalista”. Colaboradora habitual de eldiario.es y El País, no parece que tenga mucho en común con el colectivo al que dice pertenecer, pero eso no es obstáculo para que se despache a gusto: “Las mujeres blanco europeas están por encima de nosotras con todos sus privilegios de mujeres no racializadas. No se trata aquí de organizar una jerarquía de opresiones, sino de tomar conciencia de que los privilegios fijan el espacio que habitamos en el mundo, y eso debe llevarnos a una reflexión crítica respecto a la forma en que determinados discursos y métodos de lucha continúan subalternizando a millones de mujeres en el mundo (...) Es indispensable que se difunda y conozca el trabajo de las feministas antirracistas decoloniales gitanas/moras/negras/latinoamericanas, quienes están produciendo nuevas epistemologías y formas de hacer a partir de nuestras realidades y cosmovisiones (...) Si no somos capaces de subvertir el discurso hegemónico, todos los 8M volverá a ocurrir lo que muy bien resume Yos, compañerx de lucha antirracista: “por una blanca que pare, diez migrantes trabajarán ese día”.

Si he de juzgar por la foto que acompaña al artículo, Paula Guerra es más blanca que yo y supongo que por eso añade la coletilla de europeas[6].
Leía esto y pensaba en las europeas más blancas que el papel que se prostituyen a diario en Las Ramblas,  con las que me cruzo cuando voy a trabajar. Pensaba también en esos anuncios de pisos donde hay jovencitas chinas a tu disposición a cualquier hora del día por cantidades irrisorias. Y me podrán llamar lo que sea pero tampoco podía evitar pensar que esta autoproclamada portavoz de las mujeres “racializadas” es una racializadora de diez pares de narices, pues no considera casos de explotación femenina tan obvios, sufridos por extranjeras. Estas mujeres no están para producir epistemologías o cosmovisiones...
Es interesante leer estos discursos como lo que son. Toda esa palabrería decolonialgitanamoranegralatinoamericanaepistemológicacosmovisiva sólo quiere decir una cosa: ¡Dadnos dinero! ¡Queremos vivir de esto! No en vano, Guerra pertenece a una organización SOS Racismo famosa por provocar muchos más problemas de los que resuelve[7].
Guy Debord se cansaba de escribir que había que desconfiar de aquellos que promovían cambios que mejorarían su situación personal. Leía que Ada Colau ha aumentado un 78% las subvenciones del ayuntamiento que preside a la ONG Observatori DESC, de la que vivían ella y Pisarello antes de llegar a la alcaldía[8]. 
Más allá de las historias sobre las injerencias rusas, parece claro que fue ese discurso llorón de Hillary Clinton el que le costó la presidencia ante el botarate Trump.
Una de las consignas más celebradas de los Tupamaros uruguayos fue su “O hay patria para todos o no hay patria para nadie”, que, puesta al día, vendría a equivaler al famoso “Somos el 99%”. Cuando un puñado de vividores pretenden convencernos de que en el fondo somos todos horribles porque por muy jodidos que estemos somos unos opresores que estamos explotando a tal y cual etnia abandonada, mal vamos...
Cualquiera diría que había una lección que aprender del triunfo de Trump, pero no parece que algunos la hayan aprendido.
Sé que es zafio, pero a esa izquierda divisiva, fustigadora y llorona que no entiende que la unión hace la fuerza yo la llamo la izmierda.
Y de esa vamos sobrados...






[1] Los sindicatos minoritarios que la convocaron inicialmente pedían un paro de jornada completa pero UGT y Comisiones llamaron a paros parciales de dos horas en diversas franjas según los turnos. Que yo sepa, no se ha desglosado la cifra, de modo que no se puede saber quién paró las ocho horas y quién paró dos.
[2] M. B./Agencias: “La Virgen María y la Reina Letizia apoyan la huelga feminista (y la ministra de Igualdad, no)”, El Español, 05/03/18 y Sin firma: “El 8m conquista las revistas del corazón: esta es la nueva portada de Pronto”, eldiario.es, 11/03/18.
[3] El Cielo está más allá del tiempo y del espacio, y si no fuera así una nave espacial bien equipada podría llegar a él, pero el cuerpo de la Virgen ha de ocupar un espacio forzosamente. Esa duda teológica fue la que me llevó al ateísmo al día siguiente de recibir el sacramento de la confirmación. Siempre he pensado que el obispo se lió y me echó el hechizo al revés.
[4] Una palabra magnífica. La versión catalana tampoco está mal, traducida sería “chafaguitarras”.
[5] Paula Guerra: “Huelga del 8M, o cómo el feminismo blanco sigue dominando la narrativa de la lucha feminista”, eldiario.es, 05/03/18.
[6] Aunque en otra parte de su escrito declara “No vamos contra las feministas blancas”, sin adjetivo alguno. Cualquiera diría que tiene problemas para aceptar la imagen que le devuelve el espejo.
[7] Allí donde tiene actividad, que tampoco es en demasiados sitios. Su hipervitaminado representante en Vitoria, Fede García, es objeto masivo de desprecio. Y no sólo entre los votantes de Maroto...
[8] De 150.000 a 267.016 euros anuales. Clara Blanchar: “Barcelona dispara las subvenciones a entidades próximas a Colau”, El País, 14/03/18.