Tenéis
la vida, el tiempo y la memoria;
¡que
no se pase! ¡ay no! que pasa presto;
que
el tiempo pasa y sigue la victoria,
si
todo en breve torna de su gesto,
huye
el peligro y busca eterna gloria,
y
en los extremos toma un medio honesto.
Anónimo:
El fresco aire, Cancionero Musical de Medinaceli[1].
Alejo Vidal –
Quadras ha escrito una columna de tintes
apocalípticos que comienza así:
Cunde la
sensación de que las elecciones legislativas del 28 de Abril van a tener un
alcance y un significado distintos a todas las anteriores desde las que en 1977
y 1979 configuraron una mutación total de régimen político. En las citas con
las urnas para determinar la composición del Congreso y del Senado de los
últimos cuarenta años se dilucidaba un posible cambio de gobierno entre dos
fuerzas, una de centro – izquierda y otra de centro – derecha, con programas
diferentes por supuesto, pero sin que la victoria de la una o de la otra
pusiese en cuestión las bases del sistema constitucional de 1978. En esta
ocasión, sin embargo, existe la sospecha de que no se trata de articular una
simple alternancia, sino de que algo más profundo, más esencial y
potencialmente muy dañino puede suceder.
Esta impresión
presta a la fecha del 28 de Abril un aire fatídico, un carácter dramático que
siembra la inquietud y la angustia en millones de españoles, conscientes
de que la arquitectura institucional y el modo de vida que les ha proporcionado
un largo período de paz civil, estabilidad social y prosperidad económica se
encuentran seriamente amenazados. Los errores se pagan y los errores graves con
un precio muy alto. La degeneración de nuestra monarquía parlamentaria en
partitocracia corrupta y la complacencia cobarde frente a los separatismos no
podían quedar impunes[2].
(Antes de entrar
en materia reconozco que no entiendo la última frase. Si no podían quedar
impunes, dicho así, en pasado, entiendo que ya han sido castigadas. Otra
cosa sería escribir que no pueden o no podrán, pero de su lectura entiendo que
es problema solucionado, aunque de su contexto deduzco que ni mucho menos...)
La fugacidad de
la memoria
Qué razón tenía
el poeta anónimo: la vida, el tiempo y la memoria pasan presto... Me encanta
leer que Alejo (en adelante AVQ) considera que en las citas con las urnas
para determinar la composición del Congreso y del Senado de los últimos
cuarenta años se dilucidaba un posible cambio de gobierno entre dos fuerzas,
una de centro – izquierda y otra de centro – derecha, con programas diferentes
por supuesto, pero sin que la victoria de la una o de la otra pusiese en
cuestión las bases del sistema constitucional de 1978. Porque sucede que
cuando José Luis Rodríguez Zapatero era presidente del gobierno yo tenía la
mala costumbre de escuchar Radio Intereconomía y AVQ era invitado asiduo a sus
tertulias y en sus intervenciones era muy consciente de que la
arquitectura institucional y el modo de vida que nos había
proporcionado un largo período de paz civil, estabilidad social y
prosperidad económica se encontraban seriamente amenazados. Y pasaré por
encima su mención a la arquitectura, pues fue precisamente la política
inmobiliaria de su partido de entonces la que jodió la economía española pa
los restos.
Había que
escuchar a AVQ, con esa voz de timbre chillón tan desagradable, acusar a R.
Zapatero de todos los males imaginables, incluidos el haberse arrodillado ante
los etarras suplicando clemencia y haberles regalado Navarra. O mejor, no sólo
haberse arrodillado él sino haber hecho arrodillarse ante ETA al sacrosanto Estado
de Derecho. Eran tiempos muy
encendidos para los patriotas. Uno de los gritos de guerra habituales era aquel
“España se rompe”. Recuerdo haber visto en Valladolid una pegatina que decía Zapatero
Anticristo, e iba en serio[3]...
Y por supuesto el PP de AVQ y sus coristas no consideraban al PSOE de Rodriguez
Zapatero como un partido de centro – izquierda. Ni siquiera de izquierda. Iba
directamente al saco de la extrema izquierda y lo más amable que llamaban a
José Luis era radical[4].
Pero el tiempo
pasa y los hechos son tozudos, que decía aquel, y lo que registran las crónicas
es que la derrota de ETA se produjo durante el mandato de Rodríguez Zapatero y
que el auge del independentismo catalán fue paralelo a la llegada a la
presidencia de Rajoy hasta culminar en una declaración unilateral de
independencia que no hubiera sido posible en ningún otro país de la Unión
Europea[5].
Celebro que AVQ
haya cambiado sus ideas de entonces aunque lamento que no haya caído en ese
vicio tan feo, por comunista, de la autocrítica. Realmente no costaba tanto
decir yo entonces pensaba esto pero hoy reconozco que estaba equivocado. Yo lo
he hecho aquí alguna vez y sienta muy bien.
Sólo me queda desearle una larga vida y que conserve la lucidez para que
dentro de quince años nos regale una crónica en la que retrate el 2019 con algo
de parecido a la realidad. A la realidad pasada, claro, a saber contra qué
podría tronar entonces[6]...
Curiosamente,
aunque sólo fuera por hacer honor a su nombre, en aquella Radio Intereconomía
se hablaba muy poco de economía. Pese a que nos hallábamos a las puertas del
desastre, no había reproches a la política económica zapateril porque esta no
se había desviado una micra de la ortodoxia liberal ladrillera marcada por el
gobierno de Aznar. Luego sí, cuando la catástrofe fue evidente no dudaron en
culparle de todo, haciendo uso de lo que San Josemaría Escrivá de Balaguer
llamaba la Santa Desvergüenza...
Anotaciones
sueltas sobre política
La vida política
de AVQ parece desenvuelta en un salón de baile por sus súbitos cambios de
pareja, a veces elegidos y a veces decididos por otros.
AVQ fue nombrado
presidente del PP catalán en diciembre de 1991. Aznar fue el candidato más
votado en marzo de 1996 y, por si alguien no lo recuerda, tuvo necesidad de
pactar con el presunto corrupto Jordi Pujol para asegurarse la investidura, lo
que se llamó entonces “el Pacto del Majestic”, que es un hotel de Barcelona.
Era cuando Aznar aseguraba aquello de que hablaba catalán en la intimidad... Entre
las contrapartidas que le pidió Pujol estaba la cabeza de AVQ pero esta no se
escribió, a diferencia del 30%. Para que Aznar pudiera mantener el tipo se
difirió un tanto la fecha pero inexorablemente fue despojado de su cargo en
setiembre de ese año. Le dieron la patada hacia arriba. Fue al parlamento
europeo y acabó siendo vicepresidente. Y recuerdo que cuando Rodrigo Rato, el
entonces autor del milagro económico español y hoy un reo más, dimitió de su
cargo de director del FMI (junio del 2007) un tertuliano pelota de Intereconomía
felicitó a AVQ por ser “el español con mayor representación institucional”.
Hasta que el PP decidió que era mejor poner a otro y entonces, herido por el
desprecio, AVQ decidió incorporarse a la entonces marginal VOX. No se puede
decir que no fueran generosos con él, le nombraron presidente en marzo de 2014 y
fue primero de la lista a las europeas dos meses después. No salió elegido y al
mes siguiente dimitió de presidente y al febrero siguiente dio la espantada
cual torero gallina. Profeta del pasado parece ser su sino, si tan sólo hubiera
esperado una legislatura en puesto tan cómodo... Pero AVQ parece ser lo que en
inglés llaman un “mecha corta”.
El puesto de
presidente del PP catalán pasó por varias manos hasta que Aznar decidió colocar
en él a Josep Piqué en setiembre del 2003. En las elecciones autonómicas del
2006 Jiménez Losantos, descontento con el nombramiento porque le consideraba
muy catalanista ― a pesar de que entonces hablaba
maravillas de Aznar para joder a Rajoy ―,
apostó por un anónimo Albert Rivera para joder a Piqué y le salió bien[7].
Sólo que hoy
Federico está más por VOX porque en la ultraderecha mediática las cosas van
mucho más rápido que en otros ambientes más aireados. Es curioso constatar cómo
AVQ tiende a ver el pasado con benevolencia mientras Federico sigue su alocada
carrera. Da vértigo pensar para quien podrá pedir el voto dentro de quince años[8]...
[1]
Está considerado el cancionero musical español más importante de la segunda
mitad del siglo XVI. Descubrí este bellísimo madrigal en un disco grabado en
1961 por uno de los primeros grupos profesionales de música antigua, el Studio
der frühen Musik que dirigía Thomas Binkley. Pese a los años pasados y sus
imperfecciones, aún me parece una interpretación hermosa.
[2]
Alejo Vidal – Quadras: “El 28 de abril, ¿fecha fatídica?”, Vozpópuli,
21/04/19. Resulta curioso que en el artículo el mes de abril aparezca siempre
en mayúsculas, en contra de las normas de la academia, y en el título en
minúscula.
[3]
Alguien dirá que eso sólo podría pasar en Valladolid y no seré yo quien le
quite la razón.
[4]
También estaba lo de Pancartero. Esto al menos era ingenioso aunque entonces el
que se ponía detrás de cualquier pancarta era el aspirante Rajoy. Le daba igual
la de Navarra (hasta cantó el himno navarro leyendo la letra de una chuleta) o
la de lo que los siempre ignorantes nacionalistas catalanes llamaban el
Archivo de Salamanca, en realidad el Archivo Histórico Nacional sección
Guerra Civil. ¿Quién se acuerda hoy de él? Nadie. Y, por supuesto, ningún
catalanista recuerda tampoco la promesa incumplida de devolver los documentos a
sus legítimos propietarios. Había que ser muy simple para tragarse algo
así...
[5] Ya
he contado alguna vez que la Diada del 2011 fue absolutamente marginal.
Siendo generoso, su asistencia fue treinta veces menor a la mayor manifestación
contra los recortes de ese verano barcelonés, conté lo que tardaban en pasar
ambos cortejos... La del 2012 fue otra historia, pero eso fue responsabilidad
única y exclusiva de Mariano.
[6]
Émile Fuguet llamó a los conservadores “profetas del pasado” y Karl Mannheim
escribió “Donde el progresista usa el futuro para interpretar las cosas, el
conservador usa el pasado”. Antonio Rivera y Santiago de Pablo: Profetas del
pasado. Las derechas en Álava. Ikusager ediciones, (Vitoria – Gasteiz),
2014, p. 18.
[7]
Entonces le secundó su incondicional César Vidal. Luego acabaron odiándose y
César Vidal dijo algunas cosas sobre el tipo de relación que Federico
mantendría con Ayanta Barilli, hija de Fernando Sánchez – Dragó aunque no resulte evidente por
sus apellidos y reciente finalista del Premio Planeta.
[8] Y
que nadie lo dude, también le deseo una larga vida y de paso otra para mí, para
poder reír un rato con sus “lagunas mentales”, como vengo haciendo desde hace
muchos años. Por recordar aquí sólo una,
para él Carlos Menem era ejemplo de político liberal hasta que su ficticia paridad
peso ― dólar se hundió y entonces pasó a ser
un socialista más sin que el mínimo rubor invadiera sus mofletes. Donde dije
digo digo Diego es demasiado valiente como para aplicárselo.