jueves, 30 de mayo de 2019

SIN COMENTARIOS (III) (SEGUNDA PARTE)


En realidad sólo va a ser comentario.
A veces uno es esclavo de sus promesas y pensaba que Herrero escribiría un artículo del que se pudiera seleccionar un párrafo rotundo, como en los anteriores.
No ha sido así. El nuevo artículo se titula “¿De qué se reía la izquierda?”, de donde se puede deducir que el ciclo euforia depresión ha seguido su curso natural y ha acabado en euforia. Pero no es un dato despreciable que en lugar del 26 se publicase el 27 y ya bien entrado el día. Parece que le ha costado hilvanar argumentos, siendo malo pensaría que ha estado leyendo a otros para inspirarse...
Porque el título parece una llamada evidente al “¿De qué se ríe la izquierda?” del 29 de abril, pero en ese apostaba por la caída de Extremadura y Castilla La Mancha, así que mejor enfocarlo desde otro lado. Que obviamente tiene que ser un enfoque disperso en el que quepan desde el evidente mal resultado de Podemos a las pullas a Ciudadanos y Vox.
Le imagino en su mesa, mirando a la pantalla en la que está escrito el título pensado hace un mes sin saber por dónde empezar[1].







[1] La mayor parte de los comentarios de los lectores eran para afearle sus críticas a Vox.

viernes, 24 de mayo de 2019

SIN COMENTARIOS (III) (PRIMERA PARTE)



¿Alguien ha hecho números de lo que puede pasar el 26 de mayo en aquellas plazas donde la izquierda atesora su poder territorial más preciado?
En Aragón (con el 98,9% escrutado), la suma de votos de socialistas y podemitas asciende a 341.701. El de las tres derechas a 389.780. ¿Tiene algún motivo Lambán para dar botes de alegría?
En Castilla- La Mancha (con el 98,9% escrutado), la izquierda suma 503.758 votos. El centro-derecha, 656.966. ¿Se imaginan ustedes a Emiliano García-Page haciendo soplar los matasuegras?
En Extremadura (con el 98,9% escrutado), el bloque de la izquierda obtiene 311.777 votos. El de la derecha, 328.580. No creo que Guillermo Fernández Vara sea el hombre más dichoso de su Comunidad Autónoma.
En Madrid capital (con el 98,9% escrutado), PSOE y Podemos se quedan a más de 600.000 votos de los que han conseguido Ciudadanos, PP y Vox. ¿Dormirá Carmena estos días a pierna suelta?

Luis Herrero: “¿De qué se ríe la izquierda?”, Libertad Digital, 29/04/19.

Si la derecha no es capaz de desalojar a la izquierda de Extremadura, de Castilla-La Mancha, de Aragón y de Madrid capital, reteniendo además las plazas donde ya gobierna, todo el tablero de la política cambiará súbitamente de aspecto. Sánchez se hará fuerte para resistir toda la legislatura, el liderazgo de Casado se irá a pique, el PP correrá el riesgo de hacerse insignificante, y el centro derecha quedará dividido en dos marcas Vox y Ciudadanos de aleación imposible

Luis Herrero: “El shock del futuro”, Libertad Digital, 05/05/19.

Diga lo que diga el CIS, los españoles hablaron bastante claro el 28 de abril y apostaron, en siete de las 12 autonomías que están en juego y en capitales tan importantes como Madrid, Zaragoza o Valencia por soluciones políticas de centro derecha. Si no hay desánimos abstencionistas, ni batallas tribales disuasorias, ni grandes pifias de última hora, el partido de vuelta puede equilibrar la eliminatoria.

Luis Herrero: “El riesgo del desánimo”, Libertad Digital, 12/05/19.

Según los demóscopos, lo que parecía posible el 28 de abril, extrapolando los datos de las elecciones generales, ahora se ha vuelto un anhelo aparentemente inalcanzable.
La derecha no sumará en Extremadura, ni en Aragón, ni en Castilla-La Mancha, ni en la ciudad de Madrid, ni en Valencia, ni en Zaragoza. Y, para más inri, perderá el gobierno de La Rioja y las pasará canutas para retener el de Castilla y León. En todos esos territorios regionales y municipales, la derecha se impuso con claridad a la izquierda hace menos de un mes. Por eso el nuevo vaticinio resulta demoledor. Si se consuma en las urnas y todas esas plazas caen en manos de la izquierda, la derecha española se meterá en un hoyo de dimensión abisal.

Luis Herrero: “Derrota por incomparecencia”, Libertad Digital, 19/05/19.

CONTINUARÁ...[1]


[1] Salvo error por mi parte, he respetado sus cambios de criterio como escribir a veces centro – derecha y otras centro derecha. Sobre la ideología de Luis Herrero no cabe especular, fue eurodiputado del PP entre el 2004 y el 2009 y no es de los que ha arrimado el culo hacia Vox o Ciudadanos ante la adversidad. Herrero es hijo de Fernando Herrero Tejedor, un ministro de Franco de última hora al que apenas dio tiempo a estrenar su cargo, pues murió en accidente de tráfico en junio de 1975, tres meses después de jurar. Se le suponía un gran futuro tras la muerte de Franco y en el momento de su muerte era el principal padrino político de Adolfo Suárez, que consiguió sobrevivir a la pérdida. En el año 2001 se supo que la viuda de su amigo Antonio Herrero se había querellado contra él como albacea testamentario del otro Herrero acusándole de haberla desplumado. No he encontrado nada sobre cómo acabó la cosa pero en mayo del 2013 hubo un homenaje a Antonio Herrero organizado por la viuda agraviada y Luis Herrero estaba entre los invitados, así que supongo que debieron arreglarse de alguna manera. Una amiga que es su pariente por parte de los Tejedor se acercó a hablar con él al final de un acto y dice que fue bastante soberbio y maleducado. Espero con ansia su artículo del día 26...

miércoles, 22 de mayo de 2019

SIN COMENTARIOS (II)




Opinamos que, en menos de cuatro años, no habrá ningún cambio significativo en la política española a menos que se declare la independencia de Catalunya. Como mucho, podemos tener esperanza en que, en las elecciones generales de 2020, los partidos progresistas puedan generar un bloque que lleve a la reforma de la constitución de 1978. Este escenario es bastante improbable (dadas las encuestas, el PP sigue reforzado en todo el territorio) y una reforma constitucional no nos asegura que haya cambios profundos.

Aitor Terradellas: “¿Por qué debería apoyar la independencia de Catalunya?”, El Salto, 31/10/17[1].






[1] Alasbarricadas¸ una página de anarquismo ortodoxo que suelo visitar, ha publicado una recopilación de documentos muy interesante titulada Dossier Catalunya y el “procès” de más de trescientas páginas (la mayoría, más de doscientas, publicadas en octubre de 2017). Leyéndolo he topado con esta maravilla y no he podido resistirme y supongo que no será la única que recoja aquí. Aitor Terradellas se define miembro de Embat, “organización libertaria de Catalunya”. Ya lo he comentado alguna vez, Embat es una organización que aspira a que los anarquistas salgan del gueto pero para ser admitido debes probar que perteneces a alguna organización anarquista. En fin... Por cierto, el dossier da como referencia el periódico Público pero la búsqueda en Internet me ha llevado a El Salto y a kaosenlared.

martes, 21 de mayo de 2019

BUENAS INTENCIONES





Antes de tener a mi disposición este maravilloso juguete, cuando leía algo en la prensa digital que me inquietaba demasiado, solía escribir un comentario de esos que están permitidos a los lectores. A decir verdad, no fueron demasiados. Calculo que no llegaron a quince en total, a repartir entre tres o cuatro medios. (En cada uno usaba una firma pero no era por jugar al despiste sino más bien porque pensaba que cada uno iba dirigido a un público diferente y trataba de que resultase un guiño a potenciales lectores aunque confieso que no sé si tuve éxito o no).
Pero era una práctica que nunca me satisfizo. Es cierto que la limitación del espacio era un acicate para practicar el arte de la condensación, pero muchas veces eran demasiados asuntos a rebatir en pocas palabras y no quería acabar escribiendo siete comentarios seguidos porque no me gustaba cuando lo hacían otros. Tampoco me convencía el hecho de que comentarios inteligentes quedaran sepultados entre un montón de basura sin que se les prestara la atención que merecían. En ese caso mis comentarios eran intentos de rescatar lo mejor de estos con la idea de volverlos de actualidad por ver si sus buenas ideas recibían mejor pago. Así que en cuanto tuve mi propio “medio”, cesé casi por completo de comentar.
Casi. Porque no hace mucho, en uno de esos espacios aparte que publica El País y que no sé si calificar de revistas o suplementos, alguien cometió un grave atentado contra la etimología y me pareció que estaba en mi mano ofrecer una respuesta clara y contundente que podía ser leída por mucha gente y no lo pensé más... La verdad es que fue una experiencia satisfactoria. Fue leída, entendida, citada y apoyada con pulgares hacia arriba[1].
El caso se ha repetido. He leído en Retina, uno de esos apartes de El País, una paradoja muy fácil de poner en evidencia en poco espacio y he pensado que el comentario reservado al lector era el lugar más adecuado para hacerlo.
Y me he quedado con las ganas...
No he encontrado forma de enviar un comentario y tampoco parece haberlos. Bien puede ser que me equivoque y estén ahí, al alcance de una vista menos caprichosa que la mía. En cualquier caso ya es tarde, tendrá que ser una entrada aquí. Perderé la capacidad de llegar a la enorme masa de lectores de El País pero a cambio quedará a disposición de cualquiera que le interese por tiempo indefinido[2].

Según un viejo dicho, el camino al Infierno está empedrado de buenas intenciones.
Sucede que he encontrado un artículo que alerta sobre el peligro de los anglicismos, algo que me preocupa desde los años noventa del siglo pasado, cuando lo que hacía muchísimo que era una amenaza latente comenzó a convertirse en una plaga.
Está claro que cuando un idioma goza del viento favorable invade los idiomas que encuentra. José Cadalso alertaba contra la invasión de galicismos que se sufría en su época y es cierto que si hoy hemos incorporado neologismos de entonces como bidé, también lo es que palabras como epatar aún se usan con mucho cuidado, probablemente porque el francés no era la lengua de influencia cuando transcendieron determinados círculos.
Resulta curioso comprobar que en la década de 1920 en España no se practicaban deportes sino “sports” y a los famosos no se les hacían entrevistas sino “interviews”. Incluso he leído en publicaciones de época conjugaciones del monstruoso verbo “interviuvar”[3]. Por suerte, fue una moda que se consiguió revertir, seguramente porque entonces era un goteo y no una avalancha.
El artículo[4] comienza señalando los peligros evidentes: “pérdida cultural, peor comunicación entre los hablantes y, en último caso, empobrecimiento económico. Y la causante, la invasión de extranjerismos, fundamentalmente debido al auge de la tecnología”. (Para gustos los colores, pero me sobra la alusión a la economía. Siempre me han dado mucha risa los que evalúan el impacto de la lengua en términos del PIB. No hay mejor manera de demostrar que no se entiende nada).
Después se centra “en la proliferación de anglicismos en nuestra lengua. No es un proceso nuevo. Pero al mismo tiempo, es distinto debido al actual ritmo de la comunicación, a la inmediatez y a la ausencia de fronteras en un mundo global y acelerado[5]”.
Y aquí viene lo bueno, la esencia, aunque me temo que encuentro errores de coordinación en su defensa del idioma[6]: Algunos lingüistas alertan, además de que la influencia actual del inglés no se da solo (ni es la más preocupante) en el léxico, sino que también se producen en otros niveles de la lengua, como el gramatical. Y esta no es cosa menor (o dicho de otra manera, es cosa mayor que diría el expresidente Mariano Rajoy). “La gramática es la columna vertebral de la lengua”, aseguró recientemente a Verne Pedro Álvarez de Miranda, miembro de la RAE.”Podemos incorporar una palabra y luego dejar de usarla si ya no es útil, pero los cambios de la gramática afectan a toda la lengua”.
Completamente de acuerdo. Pero...

Copio literalmente un recuadro del artículo titulado “Descubriendo el Mediterráneo”:

Al día. “Parece que si no usas esas palabras no estás al día”, advierte Antonio Rodríguez de las Heras, quien asegura que el anglicismo tiene un punto de no retorno en el que la palabra castellana deja de tener validez, como en el caso de app.

Parece de broma, ¿verdad?
Para alertarnos del peligro de los anglicismos utiliza uno en el nivel gramatical, que es el más peligroso según Álvarez de Miranda.
Por supuesto, la traducción castellana correcta de point of no return es punto sin retorno. Punto de no retorno es una monstruosidad en el nivel gramatical que permite futuras construcciones como “café de no azúcar”.
La verdad es que tal y como está entrecomillado no queda claro quién es el autor de esta coz al idioma que pretenden defender, si el periodista o el catedrático de Comunicación de la Universidad Carlos III. Tanto da, no lo quiero saber.
Además de lo del camino infernal, bien se dice que líbreme Dios de mis amigos, que de mis enemigos me libro yo[7].




[1] Lo diré en endecasílabos con rima consonante: no me hubiesen importado un carajo de haber sido pulgares hacia abajo.
[2] Durante esa época también publiqué comentarios en YouTube. Uno de ellos era una pregunta relativa a uno de los pioneros de la recuperación de la Música Antigua. Hoy día, en los comentarios al video en cuestión figura la amable respuesta de alguien pero no la pregunta. Supongo que él y yo somos las únicas personas del mundo que entendemos su respuesta porque la pregunta era muy concreta y la respuesta se ceñía a ella.
[3] Que figuraba en el diccionario de la academia del 2001, aunque parece que en el último se han deshecho de ella. Ya les ha costado...
[4] Guillermo Vega: “Decir ‘story telling’ en vez de ‘narrativa’ no te hace más listo y puede dañar tu cultura”. Retina, 08/05/19.


[5] Creo que olvida el motivo más importante: la ignorancia. Que suele ser al mismo tiempo del inglés y del castellano. Un ejemplo: cuando comenzó el interés en España por la NBA, la liga profesional de baloncesto de EE.UU., cuando un jugador conseguía una cifra doble en una casilla de sus estadísticas algunos comentaristas comenzaron a utilizar la espantosa expresión dobles figuras. Cualquiera con un mínimo conocimiento del inglés (y basta con dos semanas de estudio) sabe que el adjetivo se coloca antes que el sustantivo y el diccionario más pobre de los existentes aclara que uno de los significados de figure es cifra. De este modo el sencillo “cifras dobles” se transformó en las terribles “dobles figuras”. 

[6] Y para mi gusto también de puntuación, aunque reconozco que soy bastante incoherente en su uso.
[7] Por cierto que al final he descubierto que sí que había comentarios. Nada menos que treinta y dos. Leídos todos, a ninguno parece haber escandalizado el “punto de no retorno”.

miércoles, 8 de mayo de 2019

SIN COMENTARIOS




La encuesta del CIS atribuía esta semana a VOX una horquilla de entre 29 y 37 escaños (11,9% de los votos). Es sospecha generalizada que en ese casi 40%  de indecisos hay mucho voto oculto VOX (en parte también PP), un voto que cada vez se esconde menos. “Puede pasar de todo”, dijo el miércoles el desvergonzado Tezanos, seguramente preocupado por su futuro judicial como eventual prevaricador y malversador de recursos públicos. Los 5 escaños que la dirección de Abascal imaginó lograr en las elecciones andaluzas terminaron siendo 12. Su estado mayor maneja la cifra de 50 desde hace semanas, por encima de Ciudadanos y Podemos, pero Steve Bannon, ese maldito Bannon que tiene de los nervios a la feligresía de izquierdas norteamericana y europea, piensa que la cifra correcta es 90, 90 escaños, por encima incluso del PP, una barbaridad para un partido que se asoma por primera vez al Parlamento. Una auténtica revolución.

Jesús Cacho: “¿Es posible un gobierno Abascal?”, Vozpópuli, 14/04/19[1].






[1] Como siempre, recomiendo la lectura del artículo completo. En él aguardan hallazgos como que Casado es “un hombre brillante” o que el argumento ontológico de San Anselmo es “algo tan complejo”. Cacho dice de sí mismo que “Ahora aspiro a seguir contando historias desde el puente de algún barco perdido en el océano, mientras con mi sextante trato de tomar la altura de Sirius sobre la línea del horizonte, en ese leve instante en que se despide la noche y se anuncia un nuevo día”. La Wikipedia dice de él que cuando fue despedido de El Confidencial la empresa editora le ofreció 2,5 millones de euros por sus acciones pero Cacho no aceptó porque se le había ocurrido una brillante estrategia. Fruto de su astucia, acabó por salir con un millón y medio de euros.

sábado, 4 de mayo de 2019

QUIEN GUARDA, HALLA






Acabamos de estrenar buscador. Últimamente me he ocupado de asuntos que tenían continuación en el tiempo como las desgracias de Nahuel y sus compañeros o las gansadas de los panglossianos y me he dado cuenta de que incluso a mí me resultaba pesado buscar las referencias anteriores. Cuando arrancamos no podía imaginar que iba a llegar a su sexto año con ciento cincuenta entradas publicadas.
Por lo que he visto, las mayúsculas no son necesarias pero sí las tildes. Escribir benjamin o benjamín proporciona resultados diferentes[1].
Y precisamente buscando benjamín ha aparecido algo curioso...

El otro día, poco antes de las elecciones generales, “en la abarrotada sala Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes”, Benjamín Prado y Almudena Grandes oficiaban como maestros de ceremonias, como le gusta decir a cierta prensa, de la presentación de un manifiesto que pedía el voto para la izquierda porque, como dijo el poeta Prado[2], “hay que estar alerta contra la abstención, porque, como el centro, es de derechas”. El texto comenzaba así: “Los valores de la dignidad humana están ardiendo en la noche democrática y no hay patrimonio de la humanidad más importante que la propia humanidad”.
Y, mira por dónde, a mí ese despliegue verbal me recordaba a otro de nuestro pasado próximo. Concretamente a este: “Comparecemos a título de ciudadanos participantes convencidos de que en política nunca cae el telón, de que en parte alguna nadie esperará a la resolución de nuestras incertidumbres, de que es momento de buscar acuerdos y soluciones en vez de proseguir obsesionados por identificar culpables sobre los que centrifugar responsabilidades indeclinables”[3].
Y acerté. El poeta Prado firmaba ambos textos y sospecho que no ha sido ajeno a la redacción de ninguno de los dos. ¿Qué pedía este de los centrifugados, dado a conocer en julio del 2016? Pues nada menos que una cosa tan de derechas como la abstención. En concreto que el PSOE se abstuviera para permitir la investidura de Rajoy.
Que fue lo que finalmente sucedió, previo el trámite de cargarse a Sánchez. O eso parecía...
Por contribuir un poco a remediar esa plaga actual de la desmemoria, en el manifiesto centrifugante Benjamín Prado firmaba junto a Cayetana Álvarez de Toledo.

Se dice que Pedro Sánchez es vengativo. La verdad es que no recuerdo ningún presidente de gobierno del que no se haya dicho que es vengativo[4]. Ahora es difícil que no aparezcan en la misma frase Adolfo Suárez y concordia o reconciliación pero durante su presidencia lo único agradable que le llamaban era “guapo”. Lo que, por cierto, también se dice de Pedro Sánchez.
No sé qué se encierra en la cabeza de Benjamín Prado ahora mismo pero creedme si os digo que daría mucho por estar allí dentro un rato[5]...




[1] Y no seáis tan zoquetes como yo. Si se viene de una búsqueda y se quiere hacer otra, hay que pinchar donde dice Página principal. Yo, que soy un poco primitivo, subía hasta la cabecera con el ratón y escribía la palabra nueva y, claro, la nueva búsqueda sólo afectaba al texto ya seleccionado, no a todo el blog. Así que se busca, se aprieta Página principal y se vuelve a buscar...
[2] ¿De verdad hay alguien que haya vivido de la poesía en toda la larga historia literaria española?
[3] La ventaja de ser filólogo aficionado es que no tengo que argumentar mis intuiciones, como sí están obligados a hacer los profesionales.
[4] En realidad no recuerdo que se dijera de Leopoldo Calvo Sotelo. Lo único que recuerdo que se decía de él era que tocaba el piano en La Moncloa. Lo que no quiere decir que no se dijera, claro. Pero ya me parece mérito bastante que alguien recuerde que Calvo Sotelo fue presidente del gobierno.
[5] Aunque lo publicó toda la prensa, algunos con muy poca amabilidad, las referencias al último manifiesto están tomadas de Gregorio Belinchón: “Artistas y escritores claman contra “la reconquista” de la ultraderecha”. El País (26/04/19). Para el más antiguo, usad el buscador.