jueves, 28 de junio de 2018

CON EL FILO EMBOTADO


He leído estos días artículos de opinión que llamaban fascista a Matteo Salvini, el nuevo ministro de Interior italiano, a cuenta de que dos gobiernos europeos recién estrenados han decidido hacer un gesto. El suyo, rechazar un barco de inmigrantes ilegales y el de Pedro Sánchez, recogerlo. Ya se ha escrito en muchos lugares que la política actual ha devenido en una sucesión de gestos, de modo que resulta arriesgado predecir cuáles serán los comportamientos de ambos gobiernos en el futuro por un par de acciones que, sin intención de ofender, recuerdan a cuando los perros mean en las esquinas para “marcar territorio”.
Más me sorprende el regreso del calificativo fascista. Para mí el fascismo está sepultado en el pasado y llamar fascista a alguien me parece equivalente a llamarle sanfedista, carbonario o garibaldino, por no salir de Italia. Aunque no está basado en el capricho, acepto que es un punto de vista muy personal y que tendré que explicarme.

¿Qué es el fascismo?
En abril de 1934, Luis Araquistáin escribía que “En España no puede producirse un fascismo de tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado, como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados, como en Alemania. No existe un Mussolini, ni siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta[1]”.
El texto me interesa especialmente porque está escrito en la época en que el fascismo conocía su mayor auge y su autor era izquierdista. Por supuesto, habrá quien diga que Araquistáin se equivocaba miserablemente y que exactamente cinco años después en España había un régimen fascista, pero aquí hay que tener en cuenta un dato: desde 1932, Oliveira Salazar tenía el poder en Portugal y al año siguiente entraba en vigor la constitución que definía al país como un “estado corporativo”, con muchas semejanzas con el fascismo italiano[2]. Pero parece que para Araquistáin eran sólo semejanzas, no características verdaderas.  Por mi parte no creo que la dictadura franquista constituyera un estado fascista. Creo que adoptó algunos rasgos del fascismo, y a ello me referiré más adelante.
Si llaman fascista a Salvini por sus declaraciones racistas, aún sigue habiendo material para el debate. La Alemania hitleriana fue abiertamente racista, Hitler proclamó serlo desde que se dio a conocer y hay quien dice que si en la época se hubiera tomado en serio su libro se habrían evitado muchos males porque todo estaba ahí. Pero en el partido fascista original, el italiano, se admitían judíos. De hecho, durante la guerra, los alemanes tuvieron que tomar por su cuenta la persecución de los judíos italianos y húngaros porque consideraban que sus aliados no ponían el suficiente empeño en la cuestión[3]. Por no salir de casa, Franco no hubiera podido ganar la guerra sin el concurso de las tropas marroquíes y no está de más recordar que su guardia personal era la Guardia Mora y que en el complejo del Palacio de El Pardo se construyó una mezquita para que hiciesen sus oraciones. Estaría bien saber qué opinión tendrían sobre el hecho de que se construyera una mezquita en los terrenos de un palacio real los reyes “españoles” que reinaron desde Don Pelayo hasta los Reyes Católicos[4].
Hablando con términos tomados de la Lógica, para que exista fascismo deben cumplirse dos condiciones necesarias, aunque no suficientes. La primera es que el estado tenga capacidad para regular cualquier aspecto de la vida, sea público o privado. La segunda es que ese estado esté gobernado a través de un partido único. Si no se cumplen esas condiciones, no se puede hablar de fascismo y es evidente que en la Europa actual no se dan en ningún país[5]. Otra cosa es que adoptemos los modos groseros de la ultraderecha, como cuando Vargas Llosa llamaba al PRI mejicano “la dictadura perfecta” y Jiménez Losantos dedicó todo un libro a caracterizar al gobierno del PSOE de principios de los 90 como “la dictadura silenciosa”. Ninguno de ellos rectificó cuando el PRI o el PSOE cedieron el poder sin sobresaltos. Poca sorpresa.

Lo que no es el fascismo
Jesús C. Aguerri, que se presenta como Doctorando en sociología en la Universidad de Zaragoza, recurre a un diálogo de una película para definir la esencia del fascismo:
“Pues, aunque no sea la fuente más ortodoxa, creo que en este punto conviene recordar las palabras de Olmo en la película Noveccento (sic): Los fascistas no son como los hongos, que nacen así en una noche, no. han sido los patronos los que han plantado los fascistas, los han querido, les han pagado. Y con los fascistas, los patronos han ganado cada vez más, hasta no saber dónde meter el dinero[6].
Absolutamente falso. Lo cual, por supuesto, no va en contra de la película. Bertolucci, como buen cronista de la época que narra, simplemente pone en boca de un personaje una teoría muy difundida entonces.
Los empresarios italianos apoyaron a Mussolini porque su toma del poder fue un hecho consumado avalado por el rey, como pasó en España con la dictadura de Primo de Rivera, pero eso no significa que fuera su opción favorita. Mucho menos que ellos hubieran maniobrado para provocarla.
Aún mucho más claro fue el caso de Hitler. Hasta muy poco antes de llegar al poder, Hitler fue visto con mucha desconfianza por la gran mayoría de empresarios alemanes. La razón es fácil de entender, su partido se declaraba socialista  y de los trabajadores, cosa que a un empresariado que había visto el nacimiento de la Unión Soviética no le resultaba fácil de tragar[7]. Ahora puede resultar extraño, pero durante muchos años la principal fuente de ingresos del partido nazi procedía de la venta de entradas para asistir a los mítines. Los comunistas que iban a reventar los mítines nazis pagaban su entrada religiosamente, como hacían los nazis cuando iban a devolverles el golpe...
No. El fascismo no fue un invento del capital. Otra cosa es que el capital se pliegue a quien tiene el poder, pero tanto Hitler como Mussolini tomaron decisiones que según la lógica capitalista eran incongruentes, pero a los empresarios no les quedaba otra que plegarse ante quien mandaba. ¿Que obtuvieron beneficios? Desde luego. Pero tampoco cabe duda de que si ellos hubieran podido dictar la política económica, habrían optado por otra. Por ejemplo, Mussolini mantuvo artificialmente alto el cambio de la lira con el dólar por razones de prestigio y esa decisión, evidentemente, perjudicaba a las exportaciones. Si en realidad Mussolini hubiera sido una marioneta de los empresarios, esa tasa de cambio jamás hubiera existido.
Antes hablaba de que el régimen de Franco mantuvo algunos rasgos del fascismo y ese fue uno de ellos. Franco manejó la economía española a su antojo y la consecuencia fue que casi acabó con ella. Se vio obligado a dejar el gobierno en manos de la ortodoxia capitalista más estricta., que lo primero que hizo fue devaluar la peseta. Que estaba inflada como un globo, claro...

El alcance de la teoría
Hay historiadores, politólogos y sociólogos que no aciertan a explicarse por qué el Partido Comunista Alemán, relativamente potente entonces, fue barrido por Hitler con muy poco esfuerzo. La respuesta canónica es que “les pilló por sorpresa”.
En absoluto. Lo que sucedió fue que el partido compró la idea de que Hitler era una marioneta de los empresarios y no tomó ninguna precaución especial porque pensaban que en cuanto tomara el poder los empresarios le sujetarían. Y bien caro que lo pagaron...
Hoy la teoría está totalmente desprestigiada y ese es uno de los mayores errores. Si el análisis de lo que viene va a bascular entre el fascismo y el patriarcado, tendremos que atenernos a las consecuencias...







[1] En un artículo para la revista Foreign Affairs. Citado por Stanley G. Payne: Franco y José Antonio. El extraño caso del fascismo español. Historia de la Falange y del Movimiento Nacional (1923 – 1977). Planeta, (Barcelona), 1997, pp. 693s.
[2] La dictadura de Salazar y su continuador Marcelo Gaetano duró más que la de Franco. Cuarenta y dos años hasta que fue depuesta por la malograda Revolución de los Claveles. Si los historiadores españoles se lamentan de que la historia española está infrarrepresentada en las historias universales, supongo que los historiadores portugueses andarán llorando sus penas por las esquinas...
[3] El resultado fue catastrófico para los judíos húngaros. Fueron deportados en masa a Auschwitz
 – Birkenau en el verano de 1944 a tal ritmo que los hornos crematorios no daban abasto y se quemaban los cadáveres en hogueras al aire libre. Haciendo una aproximación gruesa, el 90% de los que llegaban en cada tren eran destinados a la columna izquierda (la de la muerte) y eran asesinados el mismo día. Ni siquiera se tomaban la molestia de hacerles la ficha. 
[4] Por supuesto, en cuanto empezaron a sonar con fuerza los tambores de la independencia marroquí, Franco licenció a su queridísima Guardia Mora, la envió de vuelta a Marruecos y la sustituyó por otra católica, apostólica y romana.
[5] Corea del Norte cumpliría ambas condiciones y, sin embargo, no es un régimen fascista. De ahí lo de no suficientes.
[6] Jesús C. Aguerri: “Sobre las contradicciones del fascismo y las contradicciones propias”, eldiario.es, 24/06/18.
[7] Decía Cicerón que la historia es maestra de la vida. Sin llegar a tanto, está claro que del pasado se puede aprender. Desde que las encuestas le dieron esperanzas, Felipe González pasó años explicando a los empresarios que lo de socialista y obrero se podía negociar a la baja cuanto conviniera...

martes, 19 de junio de 2018

POR DECIR ALGO






Leo en Diario de Vurgos[1]que Durante la huelga del pasado 8 de marzo, en el transcurso de los piquetes informativos no mixtos de Xixón, convocados por CNT, un empleado de la empresa MANGO se encaró a las compañeras que entraron dispuestas a repartir panfletos a las trabajadoras para informarlas sobre su derecho a huelga. Este individuo intentó impedir la entrada en la tienda a base de insultos y empujones a varias de las compañeras con una actitud hostil y agresiva. Tras el incidente, este señor las persiguió durante toda la jornada de huelga acompañado de la policía mientras tomaba fotos.
Una semana después, la policía irrumpió en las casas de las piqueteras a primera hora de la mañana para llevarlas detenidas. De todo este proceso, tres compañeras serán juzgadas por un delito contra el derecho de los trabajadores. La acusación, es decir, el trabajador de MANGO las denuncia alegando, entre otras mentiras, un parte de lesiones que nunca existieron ya que fue él quien nos agredió mientras ejercíamos nuestro derecho a informar en un día de huelga, que no de fiesta, como algunos nos quieren hacer creer.
Tras las detenciones de nuestras compañeras, la multinacional ha declarado a través de su gabinete de comunicación que “considera que la actuación de su empleado fue intachable”.

Por decir algo

Primero lo obvio, hace un cuarto de siglo ya se gritaba aquello de “ahí están, esos son, los piquetes del patrón”. La policía tiene fobia a las huelgas, quién sabe si movidos por la envidia, porque ellos las tienen prohibidas...  Sea como fuere, se aplican contra los huelguistas con una energía que se echa en falta en otras de sus actuaciones. Basta recordar al escolta que llevaba solícito las bolsas de la compra de los Urdangarín Borbón.
Escrito esto, me gusta mucho lo de “no mixto”. Es un eufemismo que se traduce por “sólo mujeres”. Vale que luego el  texto habla de compañeras, pero en estos ambientes hay quien ha adoptado la costumbre de volver el genérico al femenino. No me convence tanto como para adoptarla pero me parece una solución mucho más elegante que compañeros y compañeras, compañeros/as, compañer@s o compañer*s.
En Errekaleor bizirik (la okupa guay de Vitoria, autodefinida como “anticapitalista, feminista y euskaldún, basada en la autogestión”[2]) también hay bloques de pisos no mixtos, ocupados sólo por mujeres.
Los tiempos cambian, está claro... Antes, cuando la educación estaba separada por sexos, lo que se pedía era la educación mixta, que los niños y las niñas estudiasen juntos. Hoy hay feministas que exigen la educación segregada porque dicen que las niñas rinden más sin niños cerca. Lo cual, claro, deja a las niñas como una especie de salidas prematuras que en cuanto les ponen a un niño delante dejan de pensar correctamente[3]... Aunque no hay que descartar que los niños, por el hecho de serlo, ejerzan el patriarcado, uno de esos términos que sirven para explicarlo todo porque no significan nada. A mí lo del no mixto me huele a viejo, qué le vamos a hacer, exactamente igual que la discriminación positiva, que no deja de ser discriminación como la dictadura del proletariado devino en dictadura en los lugares donde fue aplicada.
No hay atajos.

Aunque a veces intente hacerme el sofisticado citando a autores de nombres raros, en el fondo soy muy simple. Y en mi simpleza no dejo de preguntarme: ¿y si el piquete hubiera sido mixto? ¿Y si en lugar de estar formado por tres mujeres hubiera estado formado por tres mujeres y tres hombres?
Es una suposición, está claro, no se puede hacer cábalas sobre lo que no ha sucedido, pero me da que si el piquete hubiera incluido a tres hombres, el intachable empleado de MANGO se lo habría pensado dos veces[4].



[1] No se me ha ido el dedo. Es una página de Internet sin relación alguna con el periódico centenario hoy en manos del constructor Méndez Pozo. Lo transcribo tal cual salvo el cambio de “actualización” por “actuación”, que supongo que es lo que querían escribir.
[2] En un video que enviaron a Manresa disponible en You Tube. Lo que no les impidió pedir públicamente (y obtener) 100.000 euros para instalar placas solares cuando les cortaron la luz. Ya sé que está eso tan bonito de la solidaridad y tal, pero mi concepto de autogestión excluye la mendicidad.
Y esto no lo deduzco. Leí a una partidaria de esa corriente que decía que los niños “distraían” a las niñas. Fue hace mucho tiempo, no sabría por dónde buscarlo...

[4] La CNT de Asturias tiene abierto otro quilombo a cuenta del feminismo. Sucede que un afiliado de Oviedo (encima de Oviedo, añado yo), publicó un artículo en un blog de CNT en el que ajustaba sus cuentas particulares con el feminismo. No he podido leerlo porque han tenido que proteger el blog para evitar la ira de los energúmenos. Hay que reconocerle valentía, porque en su último congreso CNT se declaró feminista. El artículo por el que tuve conocimiento de su existencia le llama monstruo y criatura más abyecta de la especie humana y en un comentario otro abnegado cenetista le llama nada menos que despistado, friki, radical de fin de semana, pichicorto (ahí queda eso), falangista, subnormal profundo, fascista y estulto. Pero la palma se la llevan las compañeras encausadas, que le vinculan directamente con los hechos: y nesti casu nun paez casualidá, dicen en el bello idioma asturiano. Quién sabe si acabarán acusándole de ser el dueño de MANGO o el Director General de la Policía. Definitivamente, lo del no mixto no parece una buena idea, y no digo más... (Las menciones al artículo, los comentarios y el comunicado de las anarquistas de Gijón están tomados de Acratosaurio: “Monstruos en la CNT”, alasbarricadas.org, 08/06/18.)

viernes, 8 de junio de 2018

LA RUEDA DE LA FORTUNA



Han sido días de muchas sorpresas.
El miércoles 23 de mayo el Partido Popular conseguía aprobar los presupuestos generales del estado y todos los grandes analistas políticos coincidían en que Rajoy se había asegurado la legislatura hasta el año 2020. El día 1 de junio Pedro Sánchez era el nuevo presidente del gobierno.
Podemos decir que ya hemos visto casi todo. ¿Cuántas generaciones pueden presumir de haber visto abdicar a un rey de España y renunciar a un papa? Los más viejos también hemos vivido un año con tres papas y el paso del cometa Halley. No es mal balance...
Sí, lo sé, omito un dato importante, la sentencia del “Caso Gürtel” conocida el día 24, que en opinión del sargento Torra[1] era una cortina de humo para tapar una operación policial contra la Diputación de Barcelona. No hay que perder de vista que alguna gente de Podemos había dicho antes que lo del chalet de Iglesias y Montero era otra cortina de humo para tapar la detención de Eduardo Zaplana.  Pero lo sucedido esa semana fue tan impensado que ni siquiera le comió terreno la dimisión de Zidane. Es fácil imaginar el espacio que hubiera ocupado esa noticia si verdaderamente Rajoy se hubiera asegurado la legislatura hasta el 2020 como tenía escrito el consejo de sabios.
No he leído la sentencia, no tengo esa costumbre. Demasiadas malas influencias literarias se cruzan en mi camino como para añadir a la lista la terrible prosa judicial. Pero es que en este caso no importa, me basta con lo que se ha dicho que dice: que el Partido Popular mantenía una estructura paralela dedicada a las malas artes y que Rajoy no dijo la verdad cuando prestó testimonio.
Lo de la sentencia me llama la atención, me recuerda a lo de Cifuentes y no puedo evitar la molesta impresión de que empiezo a no entender los códigos de la época. ¿Realmente hacía falta una condena al Partido Popular a título lucrativo para saber lo que es el PP? Sea como fuere, es claro que ha sido la gota que colma el vaso...
Pero no quiero meterme a analista político, simplemente quería dejar unas impresiones rápidas sin duda influidas por la melancolía que me ataca cada primavera.

Pienso en Rajoy[2].
Aznar le designó sucesor aunque no era el aspirante favorito. Hoy resulta sorprendente recordar que el favorito era Rodrigo Rato y que los méritos de Rajoy se fundaban en su gestión del naufragio del Prestige. Pero aunque Aznar  no se presentaba a la reelección fue quien diseñó la campaña electoral, cuya idea central se basaba en que Rajoy pasase lo más desapercibido posible para que la gente votase por Rajoy creyendo que aún votaba por Aznar. (Que esta por sí sola también es de apuntar).
Y acaeció lo imprevisto, el criminal atentado cuádruple del 11 de marzo del 2004. Y como Aznar era el que mandaba en la campaña, decidió jugarse el órdago a la baza de ETA sin que Rajoy alegase nada y perdió.
Recuerdo las declaraciones del hoy preso Eduardo Zaplana lamentándose de que en cualquier otro país un atentado así habría favorecido al gobierno. De aquella incomprensión nacieron unas teorías repugnantes que mezclaban en diferentes proporciones a ETA, el PSOE, la Policía Nacional, Al Qaeda y los servicios secretos marroquíes.
El resultado curioso fue que como la campaña se había centrado en Aznar la gente acudió en masa a las urnas a darle una patada en el culo de Rajoy. Se escuchaba mucho aquella alucinante frase de “hemos echado a Aznar”, que no se presentaba[3].
Así que no es este el primer soplamocos que Fortuna propina a Rajoy. Ya tiene práctica en eso de que su sueño se haga trizas de la noche a la mañana. Y como había fallado, Aznar le puso al lado dos custodios que él aceptó sin rechistar, porque su poquedad natural le impedía dar un golpe en la mesa y decir que aquí mandaba él. Conviene recordarlos, uno era el hoy preso Eduardo Zaplana y el otro Ángel Acebes, que aunque aún duerme en casa ha pasado de Ministro del Interior a visitar juzgados. Con semejantes asesores no es de extrañar que el sinsorgo Rodríguez Zapatero[4] volviese a patearle el culo en el 2008 y empezó a correr la voz de que la oblicua Esperanza Aguirre conspiraba para quedarse con su silla.
Ahí ya no pudo más y se decidió a dar ese golpe en la mesa. En realidad un golpecito, pues su tutor Aznar ya se había desentendido de la suerte del partido y se daba a los negocios varios a través de una sociedad de nombre inolvidable, Famaztella, contracción de Familia Aznar Botella. Francisco Camps, siempre dispuesto a quedar bien con los poderosos con el dinero ajeno[5], le montó un congreso del partido en Valencia para que se luciera. Esperanza Aguirre declinó el combate y Rajoy soltó lastre. “Tengo derecho a formar mi propio equipo”, dicen que dijo.
Pero aún le tocó esperar tres años y quién sabe lo que sintió el día que España ganó el mundial de fútbol y él no era presidente... La pregunta ociosa es si obtuvo el cargo porque le votaban a él o porque los votantes querían darle una patada a Rodríguez Zapatero en el culo de Pérez Rubalcaba como le pasó a él siete años antes. El caso es que consiguió una mayoría absoluta para hacer y deshacer a su antojo.
Y vaya si deshizo. El roto provocado por su reforma laboral aún se arrastrará durante muchos años y la multiplicación estratosférica de la deuda pública es un lastre cuyos efectos futuros es mejor no pararse a calcular.
De forma que cuando en el 2015 optó a revalidar su mandato perdió sesenta y tres diputados, prácticamente un tercio de los ciento ochenta y seis que tenía, un hecho inédito desde 1977[6]. Luego consiguió maquillar un poco el resultado en la repetición electoral donde aumentó doce, hasta ciento treinta y siete , pero contando con que la mayoría absoluta está en ciento setenta y seis, no era para tirar cohetes. Pero estoy adelantando acontecimientos...

Y aquí entra en juego Pedro Sánchez. Obviaré su biografía anterior del mismo modo que no he mencionado los ministerios ocupados por Rajoy o su inolvidable participación en la serie televisiva Jacinto Durante, representante[7]. Muchos supimos de la existencia de Pedro Sánchez cuando se presentó al las primarias del PSOE a disputar la silla que dejó el nefasto Alfredo Pérez Rubalcaba. Según el parecer general de los expertos, su candidatura había sido impulsada por Susana Díaz para frenar a Eduardo Madina considerando que sería alguien fácil de manejar[8]. Sánchez consiguió el 49% de los votos y Madina el 36. Con ese bagaje se presentó a las elecciones y el PSOE obtuvo 90 escaños, segundo tras los ciento veintitrés del PP. Le tocaba formar gobierno a Mariano pero se acojonó y cedió el turno porque no lo veía claro. Sánchez lo intentó y fracasó y se hubo de ir a la repetición de elecciones y el pueblo soberano premió la inacción de Rajoy y castigó la iniciativa de Sánchez. Mariano subió catorce y Pedro bajó cinco o seis[9].
Pero a Mariano seguían sin cuadrarle los números desde el momento en que Sánchez se enrocó en votar no a su posible investidura. No había otra opción que derrocarle desde dentro del propio PSOE y el golpe palaciego llegó el 28 de setiembre del 2016.
Sin embargo, el desposeído Sánchez no se arredró. Perdida la secretaría general, renunció a la única tribuna pública que le quedaba, su escaño de diputado, para no propiciar con su voto la investidura de Rajoy. Y prometió que lucharía por reconquistar la secretaría general del PSOE, lo que consiguió en mayo vapuleando a Susana Díaz. Que esta vez sí se atrevió a presentarse porque los grandes analistas políticos que llenan las tribunas de los periódicos le dijeron que lo tenía hecho. Creo que aún recuerda el sabor del barro.
El resto es bien sabido. En un año cumplido Sánchez es presidente del gobierno. La realidad disiente una vez más de los vaticinios de los grandes analistas políticos, que veían a Albert Rivera como próximo ocupante de ese puesto, aunque no tan pronto.

Lo sé, la ascensión de Sánchez así contada suena a relato épico. Pero es que lo es, y más si se compara con la trayectoria de Rajoy, un hombre al que se las ponían como a Fernando Séptimo pero cuando cogía el taco sólo conseguía hacer un siete en el tapete. De hecho, mi opinión es que Pedro Sánchez es inteligente. Partiendo con todas las apuestas en contra y fiado en su enorme fuerza de voluntad y algunas decisiones hábiles ha llegado a su objetivo de una forma rápida y limpia ante la que hay pocos ejemplos que anteponer. No sé si las decisiones han sido suyas o de sus consejeros, pero saberse aconsejar bien también es una virtud. Inteligente, osado, voluntarioso y bien aconsejado. En teoría, el gobernante perfecto.  Y sin embargo...[10]
No. Sigo sin creer en las virtudes de un gobernante, por muchas cualidades que pueda reunir. El gobierno ha de ser colectivo porque los problemas también lo son. Sé que suena raro, pero ¿no suena raro todo lo que estoy contando? En una época tan movediza aún nos queda la esperanza.

En la Edad Media se prestó mucha atención a La consolación de la Filosofía, un texto del autor romano Boecio. Muchos autores lo comentaron y muchos miniaturistas ilustraron los comentarios y con el correr de los siglos acabó por crearse una representación artística, La rueda de la Fortuna. Aparece la diosa Fortuna, muchas veces con los ojos vendados para mostrar su arbitrariedad, gobernando una rueda en la que hay varios reyes montados a horcajadas, con todos sus atributos reales (corona, ropajes, cetros y demás). La rueda se gobierna a través de una manivela que maneja Fortuna a su capricho. El resultado es que el que hoy reina con todos los beneplácitos mañana es una figura caída en el fango que pisamos a diario los mortales.
No sé si Mariano estará muy al día sobre iconografía medieval, le supongo más cercano a la ruleta de la fortuna que presentaba el gran Fernando Esteso. Pero no por eso dejo de imaginar la miniatura: Mariano en lo alto de la rueda fumando un gran puro y Fortuna estirando el brazo para poder ejecutar un largo giro de manivela con comodidad.


[1] Al parecer no llegó a alférez de complemento, se quedó en sargento porque sacó malas notas.
[2] Y al escribir ambas palabras juntas recuerdo una de sus mejores frases, aunque no es de las más difundidas: “¿Ustedes piensan antes de hablar o hablan tras pensar?”
[3] Tengo otro recuerdo cómico de aquellas fechas. A Rajoy y Rodríguez Zapatero les plantearon el mismo cuestionario en un periódico (El País, si no me traiciona la memoria). A la pregunta de “Café, copa y puro, ¿de qué prescindiría usted?” Rajoy contestaba que del café, y a la de qué periódico compraría su respuesta fue “El Marca”. Hoy obvia pero entonces algo sorprendente...
[4] Otra nota chusca. Escribo sus dos apellidos porque escuché una vez a una venezolana preguntar por qué le llamábamos Zapatero  si se llama José Luis Rodríguez. Pinta de puma no tiene...
[5] No se olvide que mientras debía meses a las farmacias sí pagaba a tocateja a Iñaki Urdangarín por proyectos que nunca pasaron del papel.
[6] Voy a ser preciso. Adolfo Suárez ganó tres diputados de 1977 a 1979 (de 165 a 168). Felipe González se dejó dieciocho por el camino entre 1982 y 1986 pero es que venía del mejor resultado jamás obtenido y aún con eso conservó una cómoda mayoría absoluta (202 y 184 respectivamente). Aznar llegó a la presidencia con el resultado más exiguo hasta entonces, 156 diputados, lo que le obligó a hablar catalán en la intimidad, pero en el 2000 se pudo resarcir con una mayoría absoluta de 183 diputados. Zapatero consiguió 164 en 2004 y 169 en 2008, curiosamente un resultado muy parecido al de Adolfo Suárez. Y curiosamente los dos acabaron yéndose a casa antes de tiempo, aunque en circunstancias diferentes.
[7] De aquella negra época de la televisión pública aún se arrastra el infame culebrón Cuéntame cómo pasó, verdadera mina de oro para varios de los peores actores del cine español. Eso sí, hay que alabar su capacidad de supervivencia. No sé si Sánchez podrá estar a tantas cosas a la vez como para ocuparse de ella pero sería de agradecer, aunque sospecho que no será así.
[8] Entonces se decía de Susana Díaz que era un “animal político”. Desde Aristóteles sabemos que ambos términos son antagónicos, así que cada quien se puede quedar con el que más le guste.
[9] Hay quien cuenta el de Nueva Canarias como suyo y hay quien no. Así pues, serían 84 u 85.
[10] Ahora que Sánchez ha presentado su gobierno me llama la atención la unanimidad admirativa de los opinantes hacia Pedro Duque. Le recuerdo soberbio despreciando a los “turistas espaciales” en una entrevista sin ser capaz de reconocer que él ha sido el turista más caro de la historia aeroespacial. Hablando en pesetas, que era la moneda que corría entonces, nos costó unos dos mil quinientos millones montarle en una nave con una rojigualda y un chorizo para orbitar en torno a la tierra como cualquier otro turista espacial, que al menos satisface su capricho con su propio dinero. También le recuerdo prepotente, zafio y abusón cuando en un turno de preguntas un niño le formuló la obvia: ¿por qué se gastan millonadas en armar naves espaciales (que no aportan absolutamente nada y por eso ya no se mandan, añado yo) mientras hay gente que muere de hambre? Si el gobierno de Sánchez dura lo suficiente, ya se retratará.