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sábado, 27 de abril de 2019

EL TIEMPO Y LA MEMORIA


Tenéis la vida, el tiempo y la memoria;
¡que no se pase! ¡ay no! que pasa presto;
que el tiempo pasa y sigue la victoria,
si todo en breve torna de su gesto,
huye el peligro y busca eterna gloria,
y en los extremos toma un medio honesto.

Anónimo: El fresco aire, Cancionero Musical de Medinaceli[1].

Alejo Vidal – Quadras  ha escrito una columna de tintes apocalípticos que comienza así:

Cunde la sensación de que las elecciones legislativas del 28 de Abril van a tener un alcance y un significado distintos a todas las anteriores desde las que en 1977 y 1979 configuraron una mutación total de régimen político. En las citas con las urnas para determinar la composición del Congreso y del Senado de los últimos cuarenta años se dilucidaba un posible cambio de gobierno entre dos fuerzas, una de centro – izquierda y otra de centro – derecha, con programas diferentes por supuesto, pero sin que la victoria de la una o de la otra pusiese en cuestión las bases del sistema constitucional de 1978. En esta ocasión, sin embargo, existe la sospecha de que no se trata de articular una simple alternancia, sino de que algo más profundo, más esencial y potencialmente muy dañino puede suceder.
Esta impresión presta a la fecha del 28 de Abril un aire fatídico, un carácter dramático que siembra la inquietud y la angustia en millones de españoles, conscientes de que la arquitectura institucional y el modo de vida que les ha proporcionado un largo período de paz civil, estabilidad social y prosperidad económica se encuentran seriamente amenazados. Los errores se pagan y los errores graves con un precio muy alto. La degeneración de nuestra monarquía parlamentaria en partitocracia corrupta y la complacencia cobarde frente a los separatismos no podían quedar impunes[2].
(Antes de entrar en materia reconozco que no entiendo la última frase. Si no podían quedar impunes, dicho así, en pasado, entiendo que ya han sido castigadas. Otra cosa sería escribir que no pueden o no podrán, pero de su lectura entiendo que es problema solucionado, aunque de su contexto deduzco que ni mucho menos...)

La fugacidad de la memoria

Qué razón tenía el poeta anónimo: la vida, el tiempo y la memoria pasan presto... Me encanta leer que Alejo (en adelante AVQ) considera que en las citas con las urnas para determinar la composición del Congreso y del Senado de los últimos cuarenta años se dilucidaba un posible cambio de gobierno entre dos fuerzas, una de centro – izquierda y otra de centro – derecha, con programas diferentes por supuesto, pero sin que la victoria de la una o de la otra pusiese en cuestión las bases del sistema constitucional de 1978. Porque sucede que cuando José Luis Rodríguez Zapatero era presidente del gobierno yo tenía la mala costumbre de escuchar Radio Intereconomía y AVQ era invitado asiduo a sus tertulias y en sus intervenciones era muy consciente de que la arquitectura institucional y el modo de vida que nos  había  proporcionado un largo período de paz civil, estabilidad social y prosperidad económica se encontraban seriamente amenazados. Y pasaré por encima su mención a la arquitectura, pues fue precisamente la política inmobiliaria de su partido de entonces la que jodió la economía española pa los restos.
Había que escuchar a AVQ, con esa voz de timbre chillón tan desagradable, acusar a R. Zapatero de todos los males imaginables, incluidos el haberse arrodillado ante los etarras suplicando clemencia y haberles regalado Navarra. O mejor, no sólo haberse arrodillado él sino haber hecho arrodillarse ante ETA al sacrosanto Estado de Derecho. Eran tiempos muy encendidos para los patriotas. Uno de los gritos de guerra habituales era aquel “España se rompe”. Recuerdo haber visto en Valladolid una pegatina que decía Zapatero Anticristo, e iba en serio[3]... Y por supuesto el PP de AVQ y sus coristas no consideraban al PSOE de Rodriguez Zapatero como un partido de centro – izquierda. Ni siquiera de izquierda. Iba directamente al saco de la extrema izquierda y lo más amable que llamaban a José Luis era radical[4].
Pero el tiempo pasa y los hechos son tozudos, que decía aquel, y lo que registran las crónicas es que la derrota de ETA se produjo durante el mandato de Rodríguez Zapatero y que el auge del independentismo catalán fue paralelo a la llegada a la presidencia de Rajoy hasta culminar en una declaración unilateral de independencia que no hubiera sido posible en ningún otro país de la Unión Europea[5].
Celebro que AVQ haya cambiado sus ideas de entonces aunque lamento que no haya caído en ese vicio tan feo, por comunista, de la autocrítica. Realmente no costaba tanto decir yo entonces pensaba esto pero hoy reconozco que estaba equivocado. Yo lo he hecho aquí alguna vez y sienta muy bien.  Sólo me queda desearle una larga vida y que conserve la lucidez para que dentro de quince años nos regale una crónica en la que retrate el 2019 con algo de parecido a la realidad. A la realidad pasada, claro, a saber contra qué podría tronar entonces[6]...
Curiosamente, aunque sólo fuera por hacer honor a su nombre, en aquella Radio Intereconomía se hablaba muy poco de economía. Pese a que nos hallábamos a las puertas del desastre, no había reproches a la política económica zapateril porque esta no se había desviado una micra de la ortodoxia liberal ladrillera marcada por el gobierno de Aznar. Luego sí, cuando la catástrofe fue evidente no dudaron en culparle de todo, haciendo uso de lo que San Josemaría Escrivá de Balaguer llamaba la Santa Desvergüenza...

Anotaciones sueltas sobre política

La vida política de AVQ parece desenvuelta en un salón de baile por sus súbitos cambios de pareja, a veces elegidos y a veces decididos por otros.
AVQ fue nombrado presidente del PP catalán en diciembre de 1991. Aznar fue el candidato más votado en marzo de 1996 y, por si alguien no lo recuerda, tuvo necesidad de pactar con el presunto corrupto Jordi Pujol para asegurarse la investidura, lo que se llamó entonces “el Pacto del Majestic”, que es un hotel de Barcelona. Era cuando Aznar aseguraba aquello de que hablaba catalán en la intimidad... Entre las contrapartidas que le pidió Pujol estaba la cabeza de AVQ pero esta no se escribió, a diferencia del 30%. Para que Aznar pudiera mantener el tipo se difirió un tanto la fecha pero inexorablemente fue despojado de su cargo en setiembre de ese año. Le dieron la patada hacia arriba. Fue al parlamento europeo y acabó siendo vicepresidente. Y recuerdo que cuando Rodrigo Rato, el entonces autor del milagro económico español y hoy un reo más, dimitió de su cargo de director del FMI (junio del 2007) un tertuliano pelota de Intereconomía felicitó a AVQ por ser “el español con mayor representación institucional”. Hasta que el PP decidió que era mejor poner a otro y entonces, herido por el desprecio, AVQ decidió incorporarse a la entonces marginal VOX. No se puede decir que no fueran generosos con él, le nombraron presidente en marzo de 2014 y fue primero de la lista a las europeas dos meses después. No salió elegido y al mes siguiente dimitió de presidente y al febrero siguiente dio la espantada cual torero gallina. Profeta del pasado parece ser su sino, si tan sólo hubiera esperado una legislatura en puesto tan cómodo... Pero AVQ parece ser lo que en inglés llaman un “mecha corta”.
El puesto de presidente del PP catalán pasó por varias manos hasta que Aznar decidió colocar en él a Josep Piqué en setiembre del 2003. En las elecciones autonómicas del 2006 Jiménez Losantos, descontento con el nombramiento porque le consideraba muy catalanista a pesar de que entonces hablaba maravillas de Aznar para joder a Rajoy , apostó por un anónimo Albert Rivera para joder a Piqué y le salió bien[7].
Sólo que hoy Federico está más por VOX porque en la ultraderecha mediática las cosas van mucho más rápido que en otros ambientes más aireados. Es curioso constatar cómo AVQ tiende a ver el pasado con benevolencia mientras Federico sigue su alocada carrera. Da vértigo pensar para quien podrá pedir el voto dentro de quince años[8]...



[1] Está considerado el cancionero musical español más importante de la segunda mitad del siglo XVI. Descubrí este bellísimo madrigal en un disco grabado en 1961 por uno de los primeros grupos profesionales de música antigua, el Studio der frühen Musik que dirigía Thomas Binkley. Pese a los años pasados y sus imperfecciones, aún me parece una interpretación hermosa.
[2] Alejo Vidal – Quadras: “El 28 de abril, ¿fecha fatídica?”, Vozpópuli, 21/04/19. Resulta curioso que en el artículo el mes de abril aparezca siempre en mayúsculas, en contra de las normas de la academia, y en el título en minúscula.
[3] Alguien dirá que eso sólo podría pasar en Valladolid y no seré yo quien le quite la razón.
[4] También estaba lo de Pancartero. Esto al menos era ingenioso aunque entonces el que se ponía detrás de cualquier pancarta era el aspirante Rajoy. Le daba igual la de Navarra (hasta cantó el himno navarro leyendo la letra de una chuleta) o la de lo que los siempre ignorantes nacionalistas catalanes llamaban el Archivo de Salamanca, en realidad el Archivo Histórico Nacional sección Guerra Civil. ¿Quién se acuerda hoy de él? Nadie. Y, por supuesto, ningún catalanista recuerda tampoco la promesa incumplida de devolver los documentos a sus legítimos propietarios. Había que ser muy simple para tragarse algo así...
[5] Ya he contado alguna vez que la Diada del 2011 fue absolutamente marginal. Siendo generoso, su asistencia fue treinta veces menor a la mayor manifestación contra los recortes de ese verano barcelonés, conté lo que tardaban en pasar ambos cortejos... La del 2012 fue otra historia, pero eso fue responsabilidad única y exclusiva de Mariano.
[6] Émile Fuguet llamó a los conservadores “profetas del pasado” y Karl Mannheim escribió “Donde el progresista usa el futuro para interpretar las cosas, el conservador usa el pasado”. Antonio Rivera y Santiago de Pablo: Profetas del pasado. Las derechas en Álava. Ikusager ediciones, (Vitoria – Gasteiz), 2014, p. 18.
[7] Entonces le secundó su incondicional César Vidal. Luego acabaron odiándose y César Vidal dijo algunas cosas sobre el tipo de relación que Federico mantendría con Ayanta Barilli, hija de Fernando Sánchez – Dragó aunque no resulte evidente por sus apellidos y reciente finalista del Premio Planeta.
[8] Y que nadie lo dude, también le deseo una larga vida y de paso otra para mí, para poder reír un rato con sus “lagunas mentales”, como vengo haciendo desde hace muchos años.  Por recordar aquí sólo una, para él Carlos Menem era ejemplo de político liberal hasta que su ficticia paridad peso dólar se hundió y entonces pasó a ser un socialista más sin que el mínimo rubor invadiera sus mofletes. Donde dije digo digo Diego es demasiado valiente como para aplicárselo.

jueves, 2 de agosto de 2018

CONSECUENTES



 Pablo Casado ha publicado un tuit que dice: “No es posible que haya papeles para todos, ni es sostenible un Estado de bienestar que pueda absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa y tenemos que decirlo, aunque sea políticamente incorrecto. Seamos sinceros y responsables con esta cuestión”.
Y aquí fue Troya...
Los columnistas de derechas salen en tromba en su defensa, que si por fin alguien responsable que dice la verdad y los de izquierdas acometen, que si la solidaridad, la xenofobia y todo lo demás.
Lo esperable, desde luego, pero si se observa desde otro punto de vista puede resultar cualquier cosa menos lógico.
Para empezar, está la molesta cuestión del pasado. Sé que soy muy pesado con esto, pero aparte de que sea especialmente sensible por mi deformación profesional como historiador es que hay cosas que claman al cielo... No me tomé la molestia de anotar la referencia pero hace poco leía a una de Podemos que listaba los múltiples ataques contra la libertad de expresión durante la época de Rajoy muy abundantes, por otra parte , y entre ellos listaba el episodio de los titiriteros. ¿Soy el único que recuerda que la primera institución que les denunció fue el Ayuntamiento de Madrid, aunque después se arrepintiese[1]?
Pues si miramos al pasado, parece el mundo al revés. La llegada masiva de inmigrantes se produjo durante los dos mandatos de Aznar. Recuerdo un chiste que se contaba poco antes de las elecciones del año 2000, cuando Aznar cambió su precaria victoria de 1996 por una cómoda mayoría absoluta. Decía que había que votar a Aznar porque había prometido el oro y el moro y al moro ya lo había traído. Quizá alguien debiera contárselo a Pablo Casado, que a saber qué preocupaciones tendría entonces. Y para quien no quiera recordar en “el otro lado”, las famosas concertinas, que son el propio símbolo del Mal cuyo desmantelamiento exigen como prioridad, comenzaron a instalarse a partir del 2005, cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero[2].
Vivir para ver. Cuando la inmigración se contaba por millones los columnistas de derechas se deshacían enumerando sus bondades. Que si hacía falta mano de obra joven para pagar las pensiones, que si venían a ocuparse de los trabajos que los españoles ya no queríamos hacer porque como éramos todos ricos nos daba pereza doblar el lomo...
Hasta hace dos meses esos mismos columnistas o sus sucesores nos atronaban con la monserga de que España era la locomotora del crecimiento europeo, que se habían recuperado los niveles de antes de la crisis y que todo iba fenomenal mientras los de izquierdas hablaban del aumento de la desigualdad, del empleo basura y del alarmante índice de pobreza infantil.
Visto lo que decían unos y otros: ¿no sería más lógico que los zurdos estuvieran firmando lo que hoy escriben los diestros y viceversa?





[1] Por sus “acciones ofensivas, completamente fuera de lugar en cualquier contexto y totalmente irrespetuosos con los valores de convivencia, respeto y diversidad propuestos por el Ayuntamiento de Madrid”, según anoté entonces.
[2] La página de European Security Fencing, uno de sus fabricantes, confirma mi sospecha: se llaman así por su parecido con la concertina, un instrumento de la familia del acordeón.

viernes, 8 de junio de 2018

LA RUEDA DE LA FORTUNA



Han sido días de muchas sorpresas.
El miércoles 23 de mayo el Partido Popular conseguía aprobar los presupuestos generales del estado y todos los grandes analistas políticos coincidían en que Rajoy se había asegurado la legislatura hasta el año 2020. El día 1 de junio Pedro Sánchez era el nuevo presidente del gobierno.
Podemos decir que ya hemos visto casi todo. ¿Cuántas generaciones pueden presumir de haber visto abdicar a un rey de España y renunciar a un papa? Los más viejos también hemos vivido un año con tres papas y el paso del cometa Halley. No es mal balance...
Sí, lo sé, omito un dato importante, la sentencia del “Caso Gürtel” conocida el día 24, que en opinión del sargento Torra[1] era una cortina de humo para tapar una operación policial contra la Diputación de Barcelona. No hay que perder de vista que alguna gente de Podemos había dicho antes que lo del chalet de Iglesias y Montero era otra cortina de humo para tapar la detención de Eduardo Zaplana.  Pero lo sucedido esa semana fue tan impensado que ni siquiera le comió terreno la dimisión de Zidane. Es fácil imaginar el espacio que hubiera ocupado esa noticia si verdaderamente Rajoy se hubiera asegurado la legislatura hasta el 2020 como tenía escrito el consejo de sabios.
No he leído la sentencia, no tengo esa costumbre. Demasiadas malas influencias literarias se cruzan en mi camino como para añadir a la lista la terrible prosa judicial. Pero es que en este caso no importa, me basta con lo que se ha dicho que dice: que el Partido Popular mantenía una estructura paralela dedicada a las malas artes y que Rajoy no dijo la verdad cuando prestó testimonio.
Lo de la sentencia me llama la atención, me recuerda a lo de Cifuentes y no puedo evitar la molesta impresión de que empiezo a no entender los códigos de la época. ¿Realmente hacía falta una condena al Partido Popular a título lucrativo para saber lo que es el PP? Sea como fuere, es claro que ha sido la gota que colma el vaso...
Pero no quiero meterme a analista político, simplemente quería dejar unas impresiones rápidas sin duda influidas por la melancolía que me ataca cada primavera.

Pienso en Rajoy[2].
Aznar le designó sucesor aunque no era el aspirante favorito. Hoy resulta sorprendente recordar que el favorito era Rodrigo Rato y que los méritos de Rajoy se fundaban en su gestión del naufragio del Prestige. Pero aunque Aznar  no se presentaba a la reelección fue quien diseñó la campaña electoral, cuya idea central se basaba en que Rajoy pasase lo más desapercibido posible para que la gente votase por Rajoy creyendo que aún votaba por Aznar. (Que esta por sí sola también es de apuntar).
Y acaeció lo imprevisto, el criminal atentado cuádruple del 11 de marzo del 2004. Y como Aznar era el que mandaba en la campaña, decidió jugarse el órdago a la baza de ETA sin que Rajoy alegase nada y perdió.
Recuerdo las declaraciones del hoy preso Eduardo Zaplana lamentándose de que en cualquier otro país un atentado así habría favorecido al gobierno. De aquella incomprensión nacieron unas teorías repugnantes que mezclaban en diferentes proporciones a ETA, el PSOE, la Policía Nacional, Al Qaeda y los servicios secretos marroquíes.
El resultado curioso fue que como la campaña se había centrado en Aznar la gente acudió en masa a las urnas a darle una patada en el culo de Rajoy. Se escuchaba mucho aquella alucinante frase de “hemos echado a Aznar”, que no se presentaba[3].
Así que no es este el primer soplamocos que Fortuna propina a Rajoy. Ya tiene práctica en eso de que su sueño se haga trizas de la noche a la mañana. Y como había fallado, Aznar le puso al lado dos custodios que él aceptó sin rechistar, porque su poquedad natural le impedía dar un golpe en la mesa y decir que aquí mandaba él. Conviene recordarlos, uno era el hoy preso Eduardo Zaplana y el otro Ángel Acebes, que aunque aún duerme en casa ha pasado de Ministro del Interior a visitar juzgados. Con semejantes asesores no es de extrañar que el sinsorgo Rodríguez Zapatero[4] volviese a patearle el culo en el 2008 y empezó a correr la voz de que la oblicua Esperanza Aguirre conspiraba para quedarse con su silla.
Ahí ya no pudo más y se decidió a dar ese golpe en la mesa. En realidad un golpecito, pues su tutor Aznar ya se había desentendido de la suerte del partido y se daba a los negocios varios a través de una sociedad de nombre inolvidable, Famaztella, contracción de Familia Aznar Botella. Francisco Camps, siempre dispuesto a quedar bien con los poderosos con el dinero ajeno[5], le montó un congreso del partido en Valencia para que se luciera. Esperanza Aguirre declinó el combate y Rajoy soltó lastre. “Tengo derecho a formar mi propio equipo”, dicen que dijo.
Pero aún le tocó esperar tres años y quién sabe lo que sintió el día que España ganó el mundial de fútbol y él no era presidente... La pregunta ociosa es si obtuvo el cargo porque le votaban a él o porque los votantes querían darle una patada a Rodríguez Zapatero en el culo de Pérez Rubalcaba como le pasó a él siete años antes. El caso es que consiguió una mayoría absoluta para hacer y deshacer a su antojo.
Y vaya si deshizo. El roto provocado por su reforma laboral aún se arrastrará durante muchos años y la multiplicación estratosférica de la deuda pública es un lastre cuyos efectos futuros es mejor no pararse a calcular.
De forma que cuando en el 2015 optó a revalidar su mandato perdió sesenta y tres diputados, prácticamente un tercio de los ciento ochenta y seis que tenía, un hecho inédito desde 1977[6]. Luego consiguió maquillar un poco el resultado en la repetición electoral donde aumentó doce, hasta ciento treinta y siete , pero contando con que la mayoría absoluta está en ciento setenta y seis, no era para tirar cohetes. Pero estoy adelantando acontecimientos...

Y aquí entra en juego Pedro Sánchez. Obviaré su biografía anterior del mismo modo que no he mencionado los ministerios ocupados por Rajoy o su inolvidable participación en la serie televisiva Jacinto Durante, representante[7]. Muchos supimos de la existencia de Pedro Sánchez cuando se presentó al las primarias del PSOE a disputar la silla que dejó el nefasto Alfredo Pérez Rubalcaba. Según el parecer general de los expertos, su candidatura había sido impulsada por Susana Díaz para frenar a Eduardo Madina considerando que sería alguien fácil de manejar[8]. Sánchez consiguió el 49% de los votos y Madina el 36. Con ese bagaje se presentó a las elecciones y el PSOE obtuvo 90 escaños, segundo tras los ciento veintitrés del PP. Le tocaba formar gobierno a Mariano pero se acojonó y cedió el turno porque no lo veía claro. Sánchez lo intentó y fracasó y se hubo de ir a la repetición de elecciones y el pueblo soberano premió la inacción de Rajoy y castigó la iniciativa de Sánchez. Mariano subió catorce y Pedro bajó cinco o seis[9].
Pero a Mariano seguían sin cuadrarle los números desde el momento en que Sánchez se enrocó en votar no a su posible investidura. No había otra opción que derrocarle desde dentro del propio PSOE y el golpe palaciego llegó el 28 de setiembre del 2016.
Sin embargo, el desposeído Sánchez no se arredró. Perdida la secretaría general, renunció a la única tribuna pública que le quedaba, su escaño de diputado, para no propiciar con su voto la investidura de Rajoy. Y prometió que lucharía por reconquistar la secretaría general del PSOE, lo que consiguió en mayo vapuleando a Susana Díaz. Que esta vez sí se atrevió a presentarse porque los grandes analistas políticos que llenan las tribunas de los periódicos le dijeron que lo tenía hecho. Creo que aún recuerda el sabor del barro.
El resto es bien sabido. En un año cumplido Sánchez es presidente del gobierno. La realidad disiente una vez más de los vaticinios de los grandes analistas políticos, que veían a Albert Rivera como próximo ocupante de ese puesto, aunque no tan pronto.

Lo sé, la ascensión de Sánchez así contada suena a relato épico. Pero es que lo es, y más si se compara con la trayectoria de Rajoy, un hombre al que se las ponían como a Fernando Séptimo pero cuando cogía el taco sólo conseguía hacer un siete en el tapete. De hecho, mi opinión es que Pedro Sánchez es inteligente. Partiendo con todas las apuestas en contra y fiado en su enorme fuerza de voluntad y algunas decisiones hábiles ha llegado a su objetivo de una forma rápida y limpia ante la que hay pocos ejemplos que anteponer. No sé si las decisiones han sido suyas o de sus consejeros, pero saberse aconsejar bien también es una virtud. Inteligente, osado, voluntarioso y bien aconsejado. En teoría, el gobernante perfecto.  Y sin embargo...[10]
No. Sigo sin creer en las virtudes de un gobernante, por muchas cualidades que pueda reunir. El gobierno ha de ser colectivo porque los problemas también lo son. Sé que suena raro, pero ¿no suena raro todo lo que estoy contando? En una época tan movediza aún nos queda la esperanza.

En la Edad Media se prestó mucha atención a La consolación de la Filosofía, un texto del autor romano Boecio. Muchos autores lo comentaron y muchos miniaturistas ilustraron los comentarios y con el correr de los siglos acabó por crearse una representación artística, La rueda de la Fortuna. Aparece la diosa Fortuna, muchas veces con los ojos vendados para mostrar su arbitrariedad, gobernando una rueda en la que hay varios reyes montados a horcajadas, con todos sus atributos reales (corona, ropajes, cetros y demás). La rueda se gobierna a través de una manivela que maneja Fortuna a su capricho. El resultado es que el que hoy reina con todos los beneplácitos mañana es una figura caída en el fango que pisamos a diario los mortales.
No sé si Mariano estará muy al día sobre iconografía medieval, le supongo más cercano a la ruleta de la fortuna que presentaba el gran Fernando Esteso. Pero no por eso dejo de imaginar la miniatura: Mariano en lo alto de la rueda fumando un gran puro y Fortuna estirando el brazo para poder ejecutar un largo giro de manivela con comodidad.


[1] Al parecer no llegó a alférez de complemento, se quedó en sargento porque sacó malas notas.
[2] Y al escribir ambas palabras juntas recuerdo una de sus mejores frases, aunque no es de las más difundidas: “¿Ustedes piensan antes de hablar o hablan tras pensar?”
[3] Tengo otro recuerdo cómico de aquellas fechas. A Rajoy y Rodríguez Zapatero les plantearon el mismo cuestionario en un periódico (El País, si no me traiciona la memoria). A la pregunta de “Café, copa y puro, ¿de qué prescindiría usted?” Rajoy contestaba que del café, y a la de qué periódico compraría su respuesta fue “El Marca”. Hoy obvia pero entonces algo sorprendente...
[4] Otra nota chusca. Escribo sus dos apellidos porque escuché una vez a una venezolana preguntar por qué le llamábamos Zapatero  si se llama José Luis Rodríguez. Pinta de puma no tiene...
[5] No se olvide que mientras debía meses a las farmacias sí pagaba a tocateja a Iñaki Urdangarín por proyectos que nunca pasaron del papel.
[6] Voy a ser preciso. Adolfo Suárez ganó tres diputados de 1977 a 1979 (de 165 a 168). Felipe González se dejó dieciocho por el camino entre 1982 y 1986 pero es que venía del mejor resultado jamás obtenido y aún con eso conservó una cómoda mayoría absoluta (202 y 184 respectivamente). Aznar llegó a la presidencia con el resultado más exiguo hasta entonces, 156 diputados, lo que le obligó a hablar catalán en la intimidad, pero en el 2000 se pudo resarcir con una mayoría absoluta de 183 diputados. Zapatero consiguió 164 en 2004 y 169 en 2008, curiosamente un resultado muy parecido al de Adolfo Suárez. Y curiosamente los dos acabaron yéndose a casa antes de tiempo, aunque en circunstancias diferentes.
[7] De aquella negra época de la televisión pública aún se arrastra el infame culebrón Cuéntame cómo pasó, verdadera mina de oro para varios de los peores actores del cine español. Eso sí, hay que alabar su capacidad de supervivencia. No sé si Sánchez podrá estar a tantas cosas a la vez como para ocuparse de ella pero sería de agradecer, aunque sospecho que no será así.
[8] Entonces se decía de Susana Díaz que era un “animal político”. Desde Aristóteles sabemos que ambos términos son antagónicos, así que cada quien se puede quedar con el que más le guste.
[9] Hay quien cuenta el de Nueva Canarias como suyo y hay quien no. Así pues, serían 84 u 85.
[10] Ahora que Sánchez ha presentado su gobierno me llama la atención la unanimidad admirativa de los opinantes hacia Pedro Duque. Le recuerdo soberbio despreciando a los “turistas espaciales” en una entrevista sin ser capaz de reconocer que él ha sido el turista más caro de la historia aeroespacial. Hablando en pesetas, que era la moneda que corría entonces, nos costó unos dos mil quinientos millones montarle en una nave con una rojigualda y un chorizo para orbitar en torno a la tierra como cualquier otro turista espacial, que al menos satisface su capricho con su propio dinero. También le recuerdo prepotente, zafio y abusón cuando en un turno de preguntas un niño le formuló la obvia: ¿por qué se gastan millonadas en armar naves espaciales (que no aportan absolutamente nada y por eso ya no se mandan, añado yo) mientras hay gente que muere de hambre? Si el gobierno de Sánchez dura lo suficiente, ya se retratará.



lunes, 27 de febrero de 2017

VIEJAS IDEAS NUEVAS

Si quieres, puedes

El año pasado asistí a un cursillo de esos a los que tenemos que asistir de vez en cuando los que trabajamos para otros o los que no tienen plaza fija en alguna de las múltiples administraciones, por aquello de la importancia de la formación continua, que viene a ser una especie de ITV que sufrimos con resignación. El conferenciante[1] nos ilustró sobre la reciente teoría del 90/10. Este nuevo hallazgo se resume en que cuando tú te propones algún objetivo, tan solo el diez por ciento son condiciones que escapan a tu control, el otro noventa por ciento depende de ti. Y esta casilla se puede llenar con toda la basura optimista que se nos ocurra: afán de superación, constancia, desprecio al fracaso, creencia en las propias posibilidades... Vamos, el viejísimo “si quieres, puedes”. Sin embargo, es tan evidente que por mucho que yo me esfuerce jamás podré correr los cien metros lisos por debajo de los diez segundos o que tampoco podré levantar una pesa de ciento cincuenta kilos...

Por supuesto, lo interesante de esta frase no es su afirmación radiante y luminosa de la creencia en uno mismo sino su negación. Si no has podido, es porque no has querido lo suficiente, es decir, una vez más, la culpa es tuya. Sí, no hay que decirlo, la idea no tiene nada de nuevo. Los que venimos de una herencia judeocristiana sabemos que ya hemos nacido con un pecado, por lo que pueda pasar. Por eso hay que montar catarsis públicas como la del fin de semana pasado aquí donde yo vivo, donde ciento sesenta mil o medio millón (¿qué importa la exactitud ante semejante gesto?) salieron a proclamar que ellos son buenos aunque los gobernantes sean malos.
Lo he escrito más arriba, lo de que no hay límites es una idea más vieja que el mundo. De ella dan testimonio los relatos de milagros y héroes y los libros de magia. Sin embargo parece que ahora tiene más éxito que nunca, lejos queda ese sabio dicho de “fíate de la Virgen y no corras”. Y es que, (esta idea merecería más espacio y quizá alguna vez se lo dedique) me da la impresión de que en estos tiempos recientes la frontera entre realidad y ficción se está borrando a una velocidad alarmante. La demostración más cruda la proporcionan las páginas de Internet que recogen autofotos que se hicieron algunos creyentes en sus posibilidades de burlar los límites, segundos antes de morir[2].

Curiosamente, la gente que vivía en siglos anteriores, a la que estos miran con condescendencia como unos pobrecillos que nacieron “en la época equivocada”, sí tenía claros los códigos de lectura. Si leían una crónica en la que se decía que los cristianos habían matado a trescientos mil moros sin sufrir baja alguna gracias a la intercesión del apóstol Santiago, ya entendían que la batalla se ganó porque los cristianos tuvieron el viento a favor y mientras las flechas del enemigo se perdían en el trayecto, las propias contaban con un impulso suplementario.

Nunca como ahora

Pero pese a tanta inyección de moral somos pesimistas, ese es el diagnóstico. Los que trabajan por nuestro bien se han dado cuenta. La gente refunfuña de todo, se queja, no está contenta. Le ha dado por decir que la corrupción, la mentira y el despilfarro lo invaden todo, desde la Universidad Rey Juan Carlos hasta la familia del propio rey Juan Carlos. Hasta el Papa está asustado con lo que ve en su propia casa... Miremos donde miremos, no vemos más que escenarios deprimentes y Trump solo es la imagen que condensa el malestar pero los expertos, que no son tontos, saben que antes de la llegada del hombre de la mofeta en la cabeza también andábamos cabizbajos y renqueantes. Por tanto, descartan la salida fácil, que sería decir odiad a Trump, que es el causante de todos los males, pues saben que tendría corta vida.

Así que últimamente les ha dado por glosar lo bien que vivimos, visto en perspectiva. Que si el hambre y la pobreza han retrocedido, que si avanza la alfabetización, que si nunca ha habido menos violencia, como recordaba hace poco un tonto egregio[3]. Parece que siguen un guión escrito por otros, y bien pudiera ser[4]... En cualquier caso, la idea a retener es que nunca se ha vivido mejor que ahora, la Humanidad jamás ha estado mejor. Y por uno de esos azares del destino, descubro que no hacen sino reproducir un argumento que ya se usaba en Inglaterra cinco años atrás, pues según decía el número de navidad de 2012 de la revista The Spectator: “Puede que no se perciba así, pero 2012 ha sido el año más extraordinario en la historia mundial. Puede parecer una afirmación extravagante, pero los datos la corroboran. Nunca ha habido menos hambre, menos enfermedad ni más prosperidad. Occidente sigue en su bache económico, pero casi todos los países en vías de desarrollo progresan rápidamente, y la gente sale de la pobreza a un ritmo como nunca se recuerda. Las víctimas mortales de la guerra y de los desastres naturales felizmente también han sido bajas. Vivimos en una edad de oro”[5].



En fin, tanto Gibraltar español y siguen mirándose en el espejo británico como palurdos que salen de casa por primera vez. Hasta Rajoy dijo que quería hacer de RTVE una cadena como la BBC que, por cierto, tampoco es ya una cosa extraordinaria. Algunas alcaldías están contratando asesores dotados de poderes mágicos para conseguir que las compañías radicadas en Londres se trasladen por arte de birlibirloque a su ciudad, sin dudar de que conseguirán tan dudoso objetivo. ¡Qué demonios, es la ley del 90/10!
Está claro, el que no se consuela es porque no quiere, en los países donde una parte importante de la población ha pasado de ganar un dólar diario a un dólar y medio ha aumentado su poder adquisitivo en un cincuenta por ciento, lo que es un considerable avance de la distribución de la riqueza que redunda en un enorme beneficio para la Humanidad en su conjunto.
Puede ser que haya elegido muy mal a la gente con la que me relaciono, pero diría que el noventa y cinco por ciento de ellos[6] están dispuestos a declarar que vivían mejor hace diez o quince años...





[1] Un tipo que tuvo la osadía de atribuir a Quevedo una frase de Antonio Machado (“solo el necio confunde valor y precio”). Fue muy divertido, una pequeña satisfacción después de asistir a semejante tabarra. Cuando le hice notar que se había equivocado de autor, me respondió citando al Quevedo de los chistes: Sí, sí, Quevedo, el de “entre el clavel y la rosa, su majestad escoja”. Después me sopló un colega que mientras este la pifiaba, su compañero buscaba la cita en el portátil y le hacía un gesto de “cambia de tema”. Desde luego, nadie está obligado a conocer la obra de Quevedo o la de Machado, pero sí parece buena práctica centrarse en lo que uno conoce...
[2] Son tan deprimentes que no voy a dar referencias, pero encontrarlas es muy sencillo.
[3] El mismo que habla del fin de nuestra civilización cuando hay un atentado. ¿En qué quedamos?
[4] No me gustan las teorías de la conspiración, que pienso que tratan de atribuir un orden, aunque sea “diabólico”, al caos en que vivimos pero por una circunstancia que me involucró casi directamente (un suicidio en la acera de enfrente de donde me encontraba), acabé descubriendo que cuando comenzó la crisis los editores de los principales diarios suscribieron un pacto con el gobierno para no informar sobre suicidios, por miedo a la imitación y por ser una noticia que bajaría la moral colectiva. Sucedió bajo la presidencia de Zapatero pero parece que Rajoy no renegó de esa parte de la herencia.
[5] Citado en Slavoj Žiżek: Problemas en el paraíso. Del fin de la historia al fin del capitalismo, Anagrama, (Barcelona), 2016, p. 27s.
[6] Excluidos los funcionarios de carrera, que quizá no debieran sentirse tan optimistas si contemplasen las barbas rapadas de sus vecinos griegos.