Acabamos de
estrenar buscador. Últimamente me he ocupado de asuntos que tenían continuación
en el tiempo ― como las desgracias de Nahuel y sus
compañeros o las gansadas de los panglossianos ― y
me he dado cuenta de que incluso a mí me resultaba pesado buscar las
referencias anteriores. Cuando arrancamos no podía imaginar que iba a llegar a
su sexto año con ciento cincuenta entradas publicadas.
Por lo que he
visto, las mayúsculas no son necesarias pero sí las tildes. Escribir benjamin
o benjamín proporciona resultados diferentes[1].
Y precisamente
buscando benjamín ha aparecido algo curioso...
El otro día,
poco antes de las elecciones generales, “en la abarrotada sala Fernando de
Rojas del Círculo de Bellas Artes”, Benjamín Prado y Almudena Grandes oficiaban
como maestros de ceremonias, como le gusta decir a cierta prensa, de la
presentación de un manifiesto que pedía el voto para la izquierda porque, como
dijo el poeta Prado[2],
“hay que estar alerta contra la abstención, porque, como el centro, es de
derechas”. El texto comenzaba así: “Los valores de la dignidad humana están
ardiendo en la noche democrática y no hay patrimonio de la humanidad más
importante que la propia humanidad”.
Y, mira por
dónde, a mí ese despliegue verbal me recordaba a otro de nuestro pasado
próximo. Concretamente a este: “Comparecemos a título de ciudadanos
participantes convencidos de que en política nunca cae el telón, de que en
parte alguna nadie esperará a la resolución de nuestras incertidumbres, de que
es momento de buscar acuerdos y soluciones en vez de proseguir obsesionados por
identificar culpables sobre los que centrifugar responsabilidades indeclinables”[3].
Y acerté. El
poeta Prado firmaba ambos textos y sospecho que no ha sido ajeno a la redacción
de ninguno de los dos. ¿Qué pedía este de los centrifugados, dado a conocer en
julio del 2016? Pues nada menos que una cosa tan de derechas como la
abstención. En concreto que el PSOE se abstuviera para permitir la investidura
de Rajoy.
Que fue lo que
finalmente sucedió, previo el trámite de cargarse a Sánchez. O eso parecía...
Por contribuir
un poco a remediar esa plaga actual de la desmemoria, en el manifiesto
centrifugante Benjamín Prado firmaba junto a Cayetana Álvarez de Toledo.
Se dice que
Pedro Sánchez es vengativo. La verdad es que no recuerdo ningún presidente de
gobierno del que no se haya dicho que es vengativo[4].
Ahora es difícil que no aparezcan en la misma frase Adolfo Suárez y concordia o
reconciliación pero durante su presidencia lo único agradable que le llamaban
era “guapo”. Lo que, por cierto, también se dice de Pedro Sánchez.
No sé qué se
encierra en la cabeza de Benjamín Prado ahora mismo pero creedme si os digo que
daría mucho por estar allí dentro un rato[5]...
[1] Y
no seáis tan zoquetes como yo. Si se viene de una búsqueda y se quiere hacer
otra, hay que pinchar donde dice Página principal. Yo, que soy un poco
primitivo, subía hasta la cabecera con el ratón y escribía la palabra nueva y,
claro, la nueva búsqueda sólo afectaba al texto ya seleccionado, no a todo el
blog. Así que se busca, se aprieta Página principal y se vuelve a
buscar...
[2]
¿De verdad hay alguien que haya vivido de la poesía en toda la larga historia
literaria española?
[3] La
ventaja de ser filólogo aficionado es que no tengo que argumentar mis
intuiciones, como sí están obligados a hacer los profesionales.
[4] En
realidad no recuerdo que se dijera de Leopoldo Calvo ―
Sotelo. Lo único que recuerdo que se decía de él era que tocaba el piano en La
Moncloa. Lo que no quiere decir que no se dijera, claro. Pero ya me parece
mérito bastante que alguien recuerde que Calvo ―
Sotelo fue presidente del gobierno.
[5]
Aunque lo publicó toda la prensa, algunos con muy poca amabilidad, las
referencias al último manifiesto están tomadas de Gregorio Belinchón: “Artistas
y escritores claman contra “la reconquista” de la ultraderecha”. El País
(26/04/19). Para el más antiguo, usad el buscador.
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