La casualidad quiso que el mismo día que se supo que
Planeta suspendía la publicación del último libro de Gregorio Morán, tras haber
intentado en vano que se autocensurase, se conociera que Fernández Villa,
máximo dirigente del SOMA― UGT y anfitrión del socialismo patrio de Guerra a
Rodríguez Zapatero en las campas de Rodiezmo, había regularizado casi millón y
medio de euros en la última amnistía fiscal.
En la SER, donde no habían dado noticia de las
presiones sobre Morán por parte de Planeta, Francino y el intrépido Sistiaga se
mostraban estupefactos por lo del minero. Yo les oía y recordaba cómo Gregorio
Morán llevaba avisando por escrito de que el socialismo asturiano era un nido
de corrupción hasta tal punto que Morán tuvo que dejar de veranear en una casa
rural de Asturias porque los dueños habían sucumbido a las presiones políticas.
Desde luego, resulta un poco descorazonador que las verdades las diga alguien
que está más cerca de los setenta que de los sesenta, en posiciones marginales,
mientras el comunicador estrella de la cadena más sintonizada y el
súper-reportero viven en la inopia[1]
[1] Hay que
decir en su descargo que Francino es muy impresionable. Un día se sorprendió de
que en su espacio Martín Berasategi quisiera cocinar pollo. Supongo que en
Guipúzcoa una marea de risas cubrió la pradera. A Sistiaga le suponía más
desencantado con el género humano, más Pérez Reverte, ese otro gran espejo de
reporteros...
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