Resulta que el pasado fin de semana se ha estrenado la película La
reina de España, dirigida por Fernando Trueba, y ha obtenido una
recaudación en taquilla de 387.000 euros. A primera vista parece una cifra
respetable, pero sucede que sus costes fueron de once millones de euros y los
expertos dicen que actualmente la recaudación final no suele superar la cifra
de cuatro veces el fin de semana del estreno, lo que supondría un petardazo
considerable, unas pérdidas de alrededor de nueve millones y medio de euros.
El asunto tiene su importancia porque antes de su estreno se promovió
un boicot patriótico porque cuando Trueba recogió el Premio Nacional de
Cinematografía en septiembre del 2015 aseguró no haberse sentido español “ni
cinco minutos de su vida” y se ve que los que no han dejado de sentirse
españoles ni cinco minutos de la suya se la estaban guardando.
La película ya arrastraba polémica antes de su estreno. Es
continuación de la flojísima La niña de tus ojos y un par de guionistas de
aquella le habían denunciado por “resucitar” sus personajes sin autorización (y
por supuesto, sin pagarles los derechos correspondientes).
Como lo del boicot llevaba tiempo publicitándose (aunque basta saber
que la figura más conocida era Fran Rivera para hacerse una idea de la calidad
del elenco boicoteador) también este maestro de la alta comedia recibió apoyos
a su altura. Santiago Segura y Penélope Cruz, que salen en la película (y creo
que con esto no hace falta decir más), Jordi Évole (el virus Ébola de la
televisión) y Juan Cruz (lo que equivale a que te caiga encima una cruz, y
perdónenseme los chistes fáciles pero no por eso menos ciertos). Hasta en un
medio tan poco patriotero como Público dos artículos dejan claro que la
película es una mierda sin defensa posible...
En noviembre del 2014 Jordi Savall decidió no aceptar el Premio
Nacional de Música en la modalidad de interpretación, concedido por el
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y dotado con 30.000 euros. La
profunda indignación por la política cultural del ministerio dirigido por José
Ignacio Wert ha pesado más que “la alegría por un tardío reconocimiento a más
de 40 años de dedicación apasionada a la difusión de la música como fuerza y
lenguaje de civilización y convivencia”.
Por si a alguien no le hubiera quedado claro: Trueba se guardó el
cheque y a continuación declaró no sentirse español. Jordi Savall renunció al
premio y a la vez al dinero. Yo lo llamo “la prueba del bolsillo”. Me resultará
bastante más fácil creerte si tu gesto te supone perder dinero. Y desde luego,
os recomiendo que si alguna vez sentís que os falta algo, que notáis un vacío
que no sabéis cómo llenar, escuchad a Jordi Savall. A solo, con Hesperion XX o
XXI, con la Capella Reial de Catalunya o con Le Concert des Nations. Medicina
para el espíritu[1]...
[1] M.M.
(al parecer Marta Medina): “El ‘castañazo’ de Trueba con ‘La reina de España’:
¿boicot o falta de interés?” El Confidencial 28/11/16 y Javier Pérez
Senz: “Jordi Savall rechaza el Premio Nacional de Música”, El País,
30/10/14. Los artículos de Público, del 29/11/16, son David Torres:
“Boicot a la española” y Paco Sánchez Múgica: “Sobre el fracaso de ‘La reina de
España’: ni un segundo”, este publicado originalmente en CTXT.
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