Escucho en Catalunya Informació que ahora
mismo hay una operación policial, aún abierta, contra el terrorismo anarquista.
De momento, once detenidos en Cataluña y catorce registros, incluido uno en
Madrid. Del Casal de la Muntanya de Gràcia se han llevado ordenadores,
libretas y “mucho material eléctrico”.
En tiempos, cuando detenían a un comando terrorista,
las fuerzas del orden exhibían una mesa con decenas de kilos de explosivos,
detonadores, cordón detonante, mechas, algún fusil ametrallador, metralletas o
subfusiles (nunca he tenido clara la diferencia), pistolas, ollas a presión,
tornillería que podía servir de metralla y dinero en efectivo.
Hoy se detiene a una célula islamista y se muestra
un zulo vacío pero que había contenido explosivos hasta hacía muy poco, porque
“los perros se han puesto muy nerviosos al acercarse” o a un peligroso grupo
anarquista que habría colocado una bomba en la basílica de El Pilar y, si no
recuerdo mal, en la mesa había unos cuchillos de cocina como los que ― supongo ― tendrá Jorge
Fernández Díaz en su casa. (Si recuerdo mal es que no había ni eso).
Uno tiende a considerar que la lucha antiterrorista
ha perdido mucho brillo con el tiempo...
Lo más peligroso de lo expuesto era la olla. Imagina lo que se puede llegar a hacer con un kilo de fabes y una olla a presión. La capa de ozono a tomar por c... Eso es terrorismo a nivel mundial.
ResponderEliminarImagínate... Por cierto, no sé si fue error mío al transcribirlo o que cambiaron la redacción, pero en los boletines siguientes el material eléctrico era material electrónico. Me pasa como con los subfusiles y metralletas, no conozco la diferencia. Supongo que un cable es material eléctrico y un circuito impreso es electrónico. En todo caso, he decidido tomarlo a broma antes que abrirme una úlcera de estómago. Ya cantaba Peret, “es preferible reír que llorar”...
Eliminar¿Correré el riesgo de ser tomado por un peligros terrorista? ¡Digo, pues me dedico en parte a putear políticos!
ResponderEliminarPutear políticos... todo un arte. Que, como cualquier arte, debe estar sujeto a unas reglas. Líbreme Dios de dar lecciones a nadie ― una de las cosas que más odio en esta vida ― pero sí te daré algún consejo que he aprendido observando. Por ejemplo, el 21 de julio de 1966 Luis María Anson publicaba un artículo en ABC titulado “La monarquía de todos” en el que recogía unas declaraciones de Juan Carlos de Borbón y Borbón que decía: “Nunca, nunca aceptaré la Corona mientras mi padre esté vivo”.
EliminarPor supuesto, uno es muy libre de escribir, siguiendo el texto, que don Juan Carlos de Borbón mintió, y añadir a continuación “como un bellaco”, “como una puta”... lo que sea (por cierto, pobres putas...). y entonces toda la fuerza del Estado caerá sobre ti. Te pedirán penas de multa, de cárcel o de ambas cosas a la vez. Sin embargo, si tú contrapones unas declaraciones de Don Juan Carlos explicando cuánto amaba y respetaba a su padre con la frase copiada, nadie podrá decirte nada. Y si además añades, como es mi caso, que lo has copiado de Fernando Díaz-Plaja: La España franquista en sus documentos. (La posguerra española en sus documentos), Plaza & Janés, Barcelona, 1976, p. 389, entonces ya te has cubierto todos los flancos.
Bienvenido.