miércoles, 3 de febrero de 2016

DOS NOTICIAS SORPRENDENTES

El 31 de enero escuchaba en Catalunya Informació una noticia sobre la entrega de premios del cine catalán que se celebraba esa misma noche. Después de cantar las excelencias de las diversas películas, la locutora aclaraba que la mayoría de ellas estaban rodadas en castellano.
En octubre de 2007 se habló mucho sobre lo que era la literatura catalana, con motivo de la celebración de cierto aquelarre que nos costó carísimo. En entrevista publicada en El País el día 9, Josep Bargalló, que era director del Instituto Ramón Llull[1], decía que “En cualquier caso, es lo que decía el otro día el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol: Rilke y Kafka son checos pero no forman parte de la literatura checa sino de la alemana porque escribieron en esa lengua. Quien escoge una lengua para escribir sabe que está escogiendo una literatura”. Y Carod Rovira, entonces vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, decía que “literatura catalana es solo la que se escribe en catalán”. Bueno, en realidad dijo una enorme cantidad de estupideces, como en él era habitual, de modo que “Fuentes de la Vicepresidencia de la Generalitat matizaron el viernes las declaraciones de Carod Rovira al asegurar que el republicano pretendía explicar las diferencias entre literatura y cultura, y argumentar en el documental de la ZDF que “literatura catalana es solo la que se escribe en catalán””[2].
Ahora el cine en castellano rodado en Cataluña o simplemente producido, dirigido o interpretado por catalanes es catalán, pasando por encima de la molesta realidad de que hable castellano o, aún peor, de que esté rodado en España. ¿Han cambiado de postura? Me da que no. Ha debido ser un trago amargo para la presidenta de la academia cinematográfica catalana, independentista declarada y absolutamente convencida pero claro, la alternativa venía a ser una liga futbolística de dos equipos en que una semana el Barça jugara contra el Espanyol y a la siguiente el Espanyol jugara contra el Barça. Para mí que en setiembre votó a las CUP...


La otra aparecía en El País el 1 de febrero y me bastó con el titular y la frase que le acompañaba: Los Mossos atacan de nuevo el supermercado de la droga de la Mina. Los agentes prevén una treintena de detenidos, algunos de clanes tradicionales como los Jodorovich.
¿Prevén una treintena de detenidos? ¿Qué significa eso? ¿Que solo llevan treinta pares de esposas? ¿Que en la tocinera solo caben treinta y en cuanto se llene salen ululando sirenas hacia comisaría?
¿Y si no se llena? ¿Y si solo detienen a quince? Porque eso representaría un gran problema...
Detener a veintinueve tendría su regusto amargo para ellos pero la ciudadanía lo entendería Uno de treinta sería un “error de medición”, que dicen los físicos. Pero de veintisiete hacia abajo ya es un 10%, que empieza a ser una desviación considerable aunque se mire con buenos ojos...
A ver, siempre cabe el recurso de detener a alguien porque no lleva el DNI encima, ha mirado mal a un agente o ha susurrado alguna inconveniencia que se pueda calificar de desacato, pero no resultaría muy elegante.
Prevén. Es muy diferente de buscan. Porque ahí sí cabe el ridículo más espantoso, porque los periodistas pueden preguntar quiénes son esos treinta buscados y comparar esa lista con la de detenidos[3]. Ni pensar en lo que podría resultar de la confrontación de ambas listas...
La verdad es que me pareció todo tan maravilloso que no he querido estropear este momento de disfrute buscando si al final fueron treinta, dieciséis o cuarenta y cinco... 



[1] Viene a ser el equivalente catalán del Instituto Cervantes, aunque supongo que ellos prefieren compararse con los Institutos Goethe alemanes. Ignoro si existe tal cosa en Austria o Dinamarca, que son sus espejos favoritos.
[2] “Carod justifica la exclusión de autores catalanes en castellano de Fráncfort”, El Mundo, 06/10/07. (El viernes era día 5).
[3] Suponiendo que en la era de ruedas de prensa sin preguntas o declaraciones retransmitidas por circuito cerrado de televisión los periodistas se atrevieran a tanto, que parece una hipótesis punto menos que disparatada...

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