Ignoro cómo
acabará este culebrón jurídico República Democrático ―
Pacífica de la Eterna Sonrisa contra el
Estado Social y Democrático de Derecho y, a decir verdad, en el fondo me
importa una higa. No tengo bando con el que identificarme porque el que no
tiene un ajo tiene una cebolla, como se dice en catalán. Supongo que debe
resultar fascinante ser del Madrid o del Barça y disfrutar cuando tu adversario
muerde el polvo, pero de la misma forma que el fútbol me trae sin cuidado,
también me deja frío el patriotismo[1].
Pero no niego
que, como divertimento, está resultando muy entretenido. Unos y otros pasan de
la risa al llanto en cuestión de segundos y lo que ayer era un estado nazi hoy
es la puritita esencia de la democracia y lo que ayer era un estado serio hoy es
una panda de engañados, siendo las cuatro cosas la misma, ríete tú del misterio
de la Santísima Trinidad...
De este culebrón
jurídico[2]
me ha llamado la atención una queja: “El Tribunal Supremo español considera que
los tres jueces de Schleswig ― Holstein se han
excedido al responder a “un exhorto judicial valorando si hubo o no violencia
suficiente en el proceso soberanista”[3]”.
¿Habrase visto
semejante desfachatez? Aquí eso funciona
distinto. Según tengo entendido, hace poco un antiguo fiscal de la Audiencia
Nacional se lamentaba de que los alemanes no habían visto una violencia “que
hemos visto todos”. Porque como saben los habituales de esta página, en la
Audiencia Nacional poseer “gran cantidad de material eléctrico” o un bote de
jugo de col lombarda puede sustentar una acusación de terrorismo sin que
fiscales, jueces o periodistas de tribunales duden de ello y se puede acusar a
un grupo de haber puesto la terrorífica bomba que estalló en la Basílica del
Pilar de Zaragoza a despecho de que ya hubiera entonces unos detenidos acusados
del mismo delito. Aquí está todo mucho más ordenado. Si el fiscal dice que hay
violencia, terrorismo o un poco de las dos cosas pues amén Jesús. El juez lo
entiende y la prensa lo difunde.
Que unos años
después resulta que la causa queda sobreseída, pues pelillos a la mar, donde
dije digo digo Diego, yo me llamo andanas y si te he visto no me acuerdo...
Hombre, encima de que les hemos dejado sueltos pese a sus múltiples infamias,
no van a esperar que el mismo periódico que les llevó a portada dedique dos
líneas a restablecer su buen nombre... poco han pagado para lo que han hecho.
Pero se ve que
ahí fuera no funciona así. Que si hay dudas ante acusaciones endebles se estima
que la prisión provisional está fuera de lugar. Serán flojos...
¿Ha faltado
apoyo?
Confieso que
está un poco traído por los pelos pero a cuenta de este programa de deportes
escuchado recientemente me ha venido a la memoria otro que escuché en el año
2013, esta vez sí entero. Fue la tarde en que Madrid perdió por tercera vez
consecutiva la candidatura a la organización de los que serán los próximos
juegos olímpicos[4].
Entre los
detalles llamativos que recuerdo de aquella ocasión están que la nutridísima
delegación oficial que viajó a Buenos Aires contaba con un cortador de jamón y
con la llorada Rita Barberá y, no sé por qué, no soy capaz de desligar ambos
hechos. Pero vayamos al grano...
Esa tarde la
delegación española cargó el peso en dos discursos, el de la entonces alcaldesa
de Madrid Ana Botella y el del entonces Príncipe de Asturias Don Felipe. La
prensa, con la unanimidad de las grandes ocasiones, acordó que el discurso del
Príncipe había sido magnífico y el de Ana Botella horrible, como si no los
hubiera escrito la misma persona[5].
Supongo que aún
hay quien recuerda aquella estrambótica pieza oratoria que le tocó defender a
Botella y su momento estelar, el relaxing cup of café con leche in Plaza
Mayor. Pero dudo de que se recuerde igual de bien el magistral discurso de
Don Felipe, más que nada porque tampoco fue debidamente reproducido,
simplemente se exaltó y fuera. Pero como lo escuché en directo, sí recuerdo una
cosa que dijo. Entre sus muchos argumentos brillantes estaba que había que dar
los Juegos Olímpicos a Madrid porque los juegos antiguos habían nacido en
Grecia y su madre era griega. Eso lo escuché yo con estas orejas que se ha de
comer la tierra y hay que reconocer que, aunque no consiguió contrarrestar el
desastre Botella, el razonamiento era impecable.
Ahora lo
recordaba y pensaba que igual que paró el golpe el tres de octubre con un
discurso de seis minutos, poco le habría costado tomar papel y lápiz o haber
utilizado, por usar sus propias palabras, una intermediación electrónica o
telefónica para dejar claro que su madre es una Schleswig ―
Holstein ― Sonderburg ―
Glücksburg y por esa razón donde mejor está Puigdemont es aquí, entre los
suyos, en una cómoda y acogedora celda.
Con su gracia
natural hubiera sido pan comido, pero el problema es que Don Felipe, como Don
Hércules, también tiene un lado humano. Y el golpe le ha llegado en el peor
momento, cuando estaba enzarzado en un trabajo decisivo, poner paz entre la Reina
Madre, la Reina Esposa y la Futura Reina Hija (Dios mediante).
Y seríamos muy
injustos si no reconociéramos que trabajos de esa magnitud requieren todo el
empleo de sus hercúleas fuerzas...
[1] En
contra de mi costumbre, estuve escuchando un programa de deportes (es decir,
90% fútbol y un resto de síntesis apresurada de todo lo demás) hecho en
Barcelona porque planteaba una cuestión muy interesante: ¿con quién debían ir
los barcelonistas en el Real Madrid ― Atlético de
Madrid? (o al revés, tampoco presté tanta atención). Porque si ganaba el Real
Madrid, podía suceder que llegase al Camp Nou siendo el Barça campeón y
enfrentado al dilema de hacerle o no el pasillo pero, por otro lado, ¿cómo
puede un culé que se precie desear una victoria del Madrid aunque
favorezca sus intereses? Reconozco que me dormí antes de llegar a la solución,
si es que la hubo.
[2]
Que aún está por culminar y sabe Thor
qué sorpresas nos puede deparar aún, líbreme Odín de hacer de profeta,
que se me da muy mal...
[3]
Pedro Águeda: “El Supremo se juega la carta de la justicia europea para
esquivar el varapalo de Alemania con Puigdemont”, eldiario.es, 06/04/18.
Cito este por comodidad, pero ha sido reproducido literalmente en otros cuantos
medios.
[4] En
este caso ante Tokyo, tras haber mordido el polvo frente a Londres y Río de
Janeiro. La ignorancia del inglés de los periodistas de RNE les hizo anunciar
la eliminación de Tokyo cuando el portavoz del COI explicaba que era la única
ciudad que se había clasificado en esa ronda porque Madrid y otra que ahora no
recuerdo y no me apetece buscar habían empatado a menos votos. Para su
consuelo, no fue el único medio que metió el remo de esa manera.
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