Hoy escarbaba en
el diario de Pedro J, un vicio como otro cualquiera. A los que no somos socios
nos reduce la cuota legible a veinticinco artículos al mes y rara vez la cumplo,
pues es cierto que en la mayoría de los casos basta con leer el título para
saber lo q vas a encontrar. No porque yo tenga dotes de clarividencia sino
porque son terriblemente transparentes.
Hoy he pinchado
uno sobre la RAE y confieso que me ha sido de utilidad[1].
Copio un párrafo: En julio se formaba el zafarrancho final, cuando la
vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, proponía revisitar el texto de la
Carta Magna para que sea más inclusivo, recordando, como decía
Wittgenstein, que “lo que no se nombra no existe”. “Tenemos una Constitución en
masculino”, de ministros y diputados, que se corresponde a hace 40 años”, lanzó.
Totalmente de
acuerdo. Es una constitución repugnantemente machista. Basta el primer párrafo
del artículo 57 para atestiguarlo: “La Corona de España es hereditaria en los
sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la
dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de
primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a
las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto, en el
mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a
la de menos”.
En el mismo
grado, el varón a la mujer. Este es el único machismo claro, escrito con
todas las letras, que hay en la constitución. Querida Carmen, ponte a
combatirlo. Lucha porque el rey Felipe sea infante y la infanta Elena sea
reina.
[1]
Lorena G. Maldonado: “Hay que salvar a la RAE: 5 razones que explican su
decadencia”. El Español, 10/10/2018. La verdad es que no he pasado de la
segunda...
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