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lunes, 25 de noviembre de 2019

INDEPENDENCIA O BARBARIE



Era el último lema de los CDR, que decayó por falta de participantes para sumir en la barbarie al Estado español. Recordaba mucho al camello y la pulga de Samaniego[1] pero más allá de esta panda de borroquillas que buscan la independencia por las bravas, la mayoría del independentismo se decanta por la opción del referéndum porque no hay que olvidar que si algo son los independentistas es demócratas[2].
El problema es que hay cientos de movimientos independentistas en el mundo pero sólo se han celebrado referéndums en dos lugares, Quebec y Escocia[3]. Hace falta más casuística, se necesitan estados que opten claramente por el derecho a decidir y hoy los independentistas están de suerte, Papúa Nueva Guinea ha permitido un referéndum en la isla de Bougainville[4].
El inicio es conocido, en la isla hay una mina de nombre Panguna que llegó a representar el 45% de los ingresos de exportaciones de Papúa Nueva Guinea. De todos modos, los motivos no son importantes, el derecho a decidir es un derecho democrático irrenunciable y en este caso además el 90% de la población respalda la independencia. Con mucho menos los CDR hubieran ganado el pulso por las bravas.

Papúa Nueva Guinea es un sitio curioso. Por ejemplo, los censos de población no son fiables porque parte de sus ciudadanos vive en árboles como el barón rampante del Calvino escritor[5] y se ve que los encuestadores no eran muy de trepar a preguntar, aunque esto puede haber cambiado: el censo para el referéndum de independencia es un 20% más elevado que el utilizado en las elecciones autonómicas del 2015.

Sí, lo sé. Sería preferible un democrático referéndum escandinavo sobre la independencia de Laponia pero es lo que tenemos... No hay que subestimarlo, el número de referéndums de independencia en el mundo crece en un tercio al pasar de dos a tres y esas son cifras mayores.
Ya, luego podrán decir que la mina lleva tiempo cerrada por el conflicto, que el ente autonómico recauda 637.000 euros por impuestos a empresas, aranceles aduaneros y tributos varios mientras recibe casi once millones de euros transferidos por el Estado papuanonovoguineano, pero ellos no cuentan con que la ilusión de un pueblo todo lo puede...

Lo que no termino de entender es que sabiendo que el 90% de la población está a favor de la independencia el referéndum no sea vinculante. Jamás va a tener mejor ocasión el estado opresor para soltar lastre...



[1] En una larga jornada / un camello muy cargado / exclamó ya fatigado: / “¡Oh, qué carga tan pesada!” / Doña Pulga, que montada / iba sobre él, al instante / se apea y dice arrogante: / “Del peso te libro yo”. / El camello respondió: / “Gracias, señor Elefante”.
[2] En realidad no es así, se trata de una convicción sobrevenida. Artur Mas convocó un referéndum por la independencia en el mítico año de 2014 y Rajoy lo permitió, aunque ahora nadie quiera recordarlo. Se celebró, ganó el Sí y no pasó nada. Pero nada de nada... Tras él vinieron unas elecciones autonómicas y el nuevo plan era declarar la independencia en 180 días para los de ciencias y seis meses para los de letras. Cuando preguntaron a Mas por otro referéndum dijo que aquello era “una pantalla pasada”. Hubo que recuperar la pantalla deprisa y corriendo sólo porque fue una condición que impuso la CUP para investir a Puigdemont.
[3] Mientras el resto de países se reían porque sabían el final por anticipado: los independentistas sólo aceptarán el Sí. En Quebec se ha votado tres veces porque en todas ha ganado el No. Hartos de que los independentistas vuelvan a pedir un referéndum al día siguiente de perderlo, han endurecido considerablemente las reglas. En Escocia han optado directamente por no hacerles caso.
[4] Los datos proceden de Kate Lyons: “¿El nacimiento de un nuevo Estado? Referéndum de independencia en la isla de Bougainville”, eldiario.es, 22/11/19. En mis tiempos escolares era Nueva Guinea Papúa, supongo que el cambio será fruto de los avances del proceso de descolonización.
[5] Según todos los indicios, sin sus afanes ilustrados. Deseo que al menos ellos tengan sus Violas y ellas sus Cosimos.

viernes, 6 de octubre de 2017

TERAPIA DE CHOQUE



Sin salir de un solo periódico, leo varios artículos sobre cómo los nacionalistas catalanes manipulan a los niños[1]. Y lo cierto es que no es que ese periódico la tenga tomada con ellos, informaciones similares aparecen en varios más.
¿Cabe la indignación en este caso?
Desde la ingenuidad sí. Los niños son obviamente manipulables y aplicarles ideología a cierta edad significa torcer su voluntad.  Precisamente por eso...
Porque ¿Quién va a ser el idiota que defienda de adulto que una virgen concibió y parió sin perder su virginidad, que un profeta voló a lomos de un caballo o que los nacidos a un lado de la raya son mejores que los que nacieron al otro lado?
Pues solo los salidos que quieren copular con alguien más joven que piense esas estupideces.
O conseguir a cambio un reino (París bien vale una misa), pero de esos hay muy pocos...

Lo último sobre la cuestión (espero)

Es evidente que el mundo está cambiando. Los gitanos de Gerona y Almería apoyando a la Guardia Civil. Lo de Gerona es comprensible. Si siendo payo es difícil no sentir el tufo de desprecio de la catalanada irredenta, imagino lo que deben sentir los gitanos...
Pero ¿los de Almería?



[1] Todos los artículos vistos son de El Mundo. Pablo Hernaiz y Quico Alsedo: “Policías desplazados a Cataluña el 1 O: Nos traían a sus hijos de cinco años para llamarnos hijos de puta”, 05/10/17, Sin firma: “Primeras denuncias de madres por incitación al odio en la escuela por el referéndum del 1 O”, 05/10/17, “El canal infantil de TV3 explica a los niños el 1 O criticando a la ‘policía española’ e idolatrando a los Mossos”, 04/10/17. Miguel Cabrera: “Los gitanos de Almería muestran su apoyo a los guardias civiles y policías “acosados” en Cataluña”, 04/10/17.

jueves, 5 de octubre de 2017

LA PENÚLTIMA VEZ


 Nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre, pero siento que he dedicado demasiado espacio al proceso de las narices, que no deja de ser una escaramuza entre patriotas (llamarlo guerra sería demasiado aunque, como veremos, el tono se ha demasiadizado demasiadamente). Al fin y al cabo, sigo siendo fiel a la consigna de un patriota, un idiota.
Sucede que aún me sigue escociendo mucho que la huelga general / paro de país del martes fuera convocada por gente que dice ser representante del anarquismo porque de ser así va a ser que el anarquismo y el mundo han cambiado mucho o yo he cambiado demasiado poco o las dos cosas a la vez.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras y eso era cierto hasta que se democratizó el trucaje de imágenes. Si en las primeras décadas del siglo XX el montaje fotográfico era considerado arte, hoy es una de esas cosas que los niños pequeños aprenden al mismo tiempo que a administrarse sus dibujos favoritos en el móvil de sus padres. Si creemos cualquier cosa nos puede pasar como a Josep Maria Mainat, que pedía el Pulitzer para esta foto



Dan ganas de pedir para él el premio Nóbel. En cualquier categoría, eso es lo de menos[1].

La idea es resumir un poquito lo que de anarquista, anarcosindicalista o libertaria ha tenido esta huelga general convocada por los sedicentes[2] anarquistas, anarcosindicalistas y libertarios variados. Aunque sí un poquito más que Josep Maria Mainat, no soy experto en distinguir las imágenes falsas de las auténticas, así que recurriré a sus propias fuentes para que no me acusen de manipulador[3].

El motivo
Se armó un cierto revuelo cuando algún columnista derechoso de orientación pepera o pesoera escribió que los del proceso buscaban un muerto. Cafres, cavernícolas, de todo les llamaron...
Bueno, quizá tuvieran razón y los del proceso no lo querían, pero los anarcoides parece que sí. Y como para su desgracia y nuestro alivio no lo hubo, lo imaginan.



Porque al lenguaje se le pueden dar muchas vueltas, pero una matanza implica muertos. Muertos reales, no se puede hablar de que aquí ha muerto la democracia o la confianza o la ilusión o cualquier otro concepto. La matanza significa que alguien deja de respirar para siempre. Aquí y en la China Popular, que diría Carod Rovira[4].
Aunque ese pequeño detalle no obstaculizó la representación. Los manifestantes fueron a depositar flores delante de los colegios donde hubo enfrentamientos como si estuvieran rindiendo culto a los caídos. El pequeño problema es que los caídos estaban o bien en su casa o bien en la propia manifestación, porque de los casi novecientos sólo dos tenían pronóstico grave, un viejo al que le dio un infarto y uno que recibió un pelotazo en un ojo.
Pero bueno, si obviamos el pequeño detalle de que no hubo, lo demás es como si hubiera habido. Si uno escuchaba la transmisión de Mònica Terribas en Catalunya Radio el día del referéndum parecía que hubiese muerto hasta el apuntador...

Argumentos para manifestarse
El motivo es la matanza, de eso no cabe duda, pero una vez claro esto, hay que revestirlo con algunas razones. Cualquier matanza no es digna de convocar una manifestación. Por ejemplo, los anarcoides no convocaron ninguna por los muertos verdaderos y contables de la masacre de Las Ramblas y Cambrils. Estaban más preocupados por la islamofobia...
Uno de los motivos es la agresión del Estado español[5] contra el pueblo catalán.




Y aquí aparece uno de los conceptos que más sangre ha derramado desde que se inventó, el pueblo. El Volk, un producto alemán del siglo XIX, exactamente el mismo que invocaban los nazis, pues se enseñaba en las escuelas a las que ellos acudieron de niños.
Es cierto que Bakunin fue nacionalista y gustaba mucho del concepto. También es cierto que la obra de Bakunin debería ir a la basura. Pese a lo mucho que lo intenté, jamás pude acabar un libro suyo, tal es su desorden mental en mi humilde y criticable opinión. Sin embargo, cuánto he disfrutado leyendo a Thoreau o a Godwin, cómo he apreciado su inteligencia, su claridad, su ironía... En fin, pecado inconfesable cuando simpatizaba con el anarquismo organizado. Hasta el puesto en entredicho Proudhon me gustaba más que el Kropotkin que disparataba sobre los hormigueros y unas comunas medievales que sólo existieron en su imaginación...
Probablemente el lema más estúpido del anarquismo organizado sea “Ni guerra entre pueblos ni paz entre clases”. O la Humanidad se divide en pueblos o se divide en clases. Porque nunca coinciden. Salvo que lleguemos al gran hallazgo de la Quinta Asamblea de ETA que inventó el concepto de Pueblo Trabajador Vasco... En fin, bromas crueles, las justas.
En todo caso, ellos dejaron bien claro que el referéndum de autodeterminación les traía al pairo, que ellos se manifestaban contra la agresión del Estado español al pueblo catalán y por la revolución social que cambiará todo de arriba abajo en este pueblo. Confieso que esta imagen me parece especialmente cruel. Y quizá por eso me hace reír tanto...




Es la única en que he encontrado banderas anarquistas y de organizaciones anarcoides mínimamente visibles, pero en la imagen apenas se distinguen sepultadas bajo una lluvia de una especie de confetti formado por... ¡papeletas del referéndum! ¿Acaso existiría mejor manera de proclamar que los sueños grandilocuentes de los anarcoides están (casi) tan acabados como ellos?
Cualquiera diría que no, pero hay que esperar a ver el balance.

El balance
Clarísimo. El pueblo catalán ha aprendido la lección de una vez y para siempre: la represión es lo peor.




Siempre y cuando, claro, la represión la ejerzan las fuerzas no autonómicas. De cajón. Si las de casa nos han dejado cortar casi sesenta carreteras. Qué enrollados...
También es verdad que no se nos ha ocurrido hacerles gestos, gritarles o tirarles piedras. ¿Para qué, si son amigos?
¿Qué dices de que han sacado una decena de ojos a pelotazos, español de mierda?

La repercusión internacional
Amplia, prestigiosa, esforzada y generosa. Ahí va la lista





Conclusión
Como decía Thoreau, una persona con más razón que sus contemporáneos ya constituye una mayoría de uno.
Realmente, atribuírsela es un pecado de soberbia.
Precisamente por eso me apetece hacerlo.
Así que a los anarcoides les haré una pregunta muy sencilla: ¿Sabéis contar?
Pues no contéis conmigo.





[1] Josep Maria Mainat ha sido corresponsable histórico de unas cuantas bazofias, desde La Trinca hasta los programas No te rías que es peor o Crónicas Marcianas. Recuerdo a Josep Lluís Carod Rovira quejándose de que si Cataluña fuera un estado ya tendría un premio Nóbel...
[2] No confundir con sediciosos, que de eso hubo poco.
[3] Todas están tomadas de un artículo escrito por los anarcoides convocantes o próximos a ellos: “Cobertura 3 O”, alasbarricadas.org, 03/10/17.
[4] China era la imagen que inspiraba a Julian Assange, el que poco después recordaba a Pancho Sánchez, que debe ser el escudero que acompañó a Don Quijote en sus aventuras mejicanas hasta ahora inéditas.
[5] Por alguna extraña razón lo suelen escribir así.

martes, 3 de octubre de 2017

ERRAR Y RECTIFICAR



El otro día escribía que Eudald Carbonell probablemente no fuera anarquista porque defendía el mantenimiento del estado como forma de transición hacia la nueva era.
Pido perdón humildemente.

Ahora que veo a la catalanada sacando pecho por su éxito huelguístico mediático[1] en esa cosa llamada “paro de país”  ya he dejado de entender algo.
Lo cierto es que están poniendo toda la carne en el asador, Catalunya Música, la emisora pública  “de música clásica” como Radio Clásica o la BBC3 , hoy está conectada con Catalunya Radio, la radio insignia del gobierno catalán. No recuerdo nada parecido en más de una década. Una de dos, o van ganando y sólo falta el esfuerzo final o el rey se aferra con todas sus fuerzas para no  mostrar su desnudez...
Porque lo mejor de todo es que esta huelga general, que no es huelga sino paro y tampoco general sino de país, la ha convocado la CGT, un sindicato anarcosindicalista[2] en el que se ha inscrito buena parte de la dirigencia de las CUP.
Siempre me he definido anarquista y aún no he cambiado. Sucede que el anarquismo ha cambiado. Ahora siente la necesidad de definirse. Si en un congreso se declaran a favor del derecho a la autodeterminación de los pueblos, en otro van y se declaran feministas y lo que haga falta, con tal de conseguir que se les una algún julay desorientado...
Me he hartado de leer bazofia anarcoide en estos días.  Sólo suscribo las palabras del viejo sabio  Miquel Amorós, aunque hubiera que buscarlas como perlas entre la basura... Hoy veo a los Mossos arropándolos amorosamente en su intento de huelga y pienso para mí, como decía Asterix en sus aventuras germanas, “Obelix, no hay que intentar comprender”.

Cuando era pequeño decíamos “de hombres es errar y de sabios rectificar”. Hoy esa frase tan sencilla de comprender es rechazable por heteropatriarcal y el anarquismo moderno se lanzará sobre ella. Seguramente habrá que reciclarla en algo parecido a “de humanas es errar y de sabias rectificar”.
Confieso que he errado en cualquier apreciación sobre el anarquismo. No sobre lo que es el anarquismo, que sobre eso me podré extender en el futuro, sino sobre lo que los portadores oficiales del nombre piensan que es. Que, estando como están a matar unos con otros, curiosamente se han puesto de acuerdo en que esta huelga es el principio de la revolución catalana/”estatal”/europea/mundial/a nivel de la Vía Láctea...
Lo mejor de todo es que la rueda sigue girando. Volverán a cobrar de parte del gobierno catalán y el día que el gobierno catalán les pida ayuda se la volverán a prestar...

Dicen que el 19 de julio de 1936 hubo una revolución en Barcelona y parece que dicen verdad. Los aguerridos anarquistas se hicieron con el poder y llamaron al antiguo President Lluis Companys para una entrevista. Companys entró cagao, pensaba que le iban a fusilar[3].
Cuando salió no daba crédito: ¡Le habían hecho presidente de la Generalitat!
Obviamente, no dudó un segundo en utilizar su poder para destruirles. Le costó diez meses.

Y ahí siguen, dando vueltas como los pollinos a la noria...








[1] La palabra clave es mediático. Si no viviera aquí hasta podría creer lo que dicen los medios. O quizá mi barrio y alrededores no sean parte del país, todo puede ser...
[2] Y a él se han añadido casi todos los restos del cubo de la basura anarcosindicalista.
[3] Motivos tenía de sobra

miércoles, 27 de septiembre de 2017

AGARRARSE A UN CLAVO ARDIENDO

El otro día mostraba mi extrañeza ante ese fenómeno de los independentistas que no eran nacionalistas, esos que quieren la independencia para cambiarlo todo de arriba abajo aunque esa posibilidad no figure ni en la letra pequeña del contrato independentista que conocemos.
Pues bien, tengo comprobado hace tiempo que, por alguna razón diabólica cuya comprensión se me escapa, las malas ideas viajan mucho más rápido que las buenas y esta ha logrado atravesar el Ebro en los últimos días con mínimas adaptaciones. Extendida por Podemos, pero no sólo por ellos, circula la idea de que hay que apostar por el referéndum[1] porque provocaría un cataclismo que permitiría acabar con el “régimen del 78”.

Aquí haré un pequeño inciso[2]. Quizá suene retórico o abstracto pero no me gusta eso de impugnar la Santa Transición. Por una parte transmite la ilusión de que el pasado se puede enmendar, como si pudiera echarse atrás el calendario y corregir los errores. Y de paso, presentarse como una “versión buena” de los actores de entonces. Si Albert Rivera tiene un trastorno de personalidad  que le hace creerse la reencarnación de Adolfo Suárez, Pablo Iglesias[3] vendría a ser una versión mejorada de un Felipe González setentero que no hubiera hecho renegar al PSOE del marxismo chantajeándolo con una dimisión que no se creía ni él. Agua pasada no mueve molino, pero aquí subyace una cierta forma de pensamiento mágico. Si vamos a la raíz del Mal, que es el orden constitucional del 78, y la abolimos por consenso o por decreto, automáticamente triunfará el Bien.

Pues no. Las cosas mejorarían si se presentara un programa mejor y se dispusiera de los medios para hacerlo cumplir aunque fuera mediante el uso de la fuerza, pues tener el poder no significa otra cosa que disponer de la fuerza. Pero ese programa alternativo no aparece por ningún lado, se supone que se dará por sí mismo una vez pongamos en fuga al malvado Rajoy.
Alguien lo ha sintetizado muy bien en un texto dado a conocer hoy: al “crack económico se ha sumado la crisis política, institucional, social y territorial” por lo que considera que “las grietas del régimen del 78 resultan evidentes”. E incluso destaca que el proceso catalán es la realidad principal que puede quebrar ese régimen”.
De todos los textos que he leído, este es el que mejor condensa esta idea de que la independencia catalana conlleva aparejada la caída del régimen del 78.
Mentiría si dijera que no me ha sorprendido su autoría. Es el último comunicado de ETA[4].

Mientras se cocía el régimen del 78, ETA entrenaba y armaba al primer comando operativo de Terra Lliure. Frederic Bentanachs, uno de los supervivientes, suele recordar que su instructor Txomin Iturbe[5] les dijo que en tres meses estarían muertos, presos o huidos.
Mira por dónde, esta profecía sí se cumplió.








[1] O sea, por el triunfo del voto afirmativo, pues nadie contempla la otra posibilidad.
[2] En los próximos meses me gustaría dedicar espacio a cuestiones de teoría política. Espero que no sea una de tantas promesas incumplidas en estos ya casi tres años. En mi descargo he de decir que si no las he cumplido, tampoco las he olvidado y me suelen atormentar de vez en cuando...
[3] Que no se llama Pablo Iglesias por casualidad, como dijo una vez...
[4] Aitor Ubarretxena: “ETA pide para Euskadi un proceso independentista como el catalán”, El Periódico, 27/09/17. Las negritas y las comillas son suyas.
[5] La otra era María Dolores González Cataráin, Yoyes, ejecutada por ETA en la década siguiente por botiflera.

martes, 19 de septiembre de 2017

DESEOS Y REALIDADES



Una idea extraña

El referéndum  está servido. Emplatado de forma un tanto antihigiénica pero ya está encima de la mesa, listo para consumir.
Si algo me ha llamado siempre la atención de este proceso, tan aburrido por repetitivo, es la actitud de la que podríamos llamar ala izquierda del soberanismo. El estímulo ha sido un artículo de Eudald Carbonell, uno de los excavadores de Atapuerca, pero en realidad sólo sirve de pretexto, de él apenas voy a comentar una frase que me ha llamado la atención.
Escribe que “tanto los comunistas como los anarquistas queremos la supresión del Estado cuando el pueblo tenga la conciencia crítica suficiente y sea capaz de autogobernarse”[1]. A pesar de su cuidadosa redacción para evitar decantarse, apostaría a que anarquista no es. El anarquismo propugna la supresión inmediata del estado una vez producida la revolución, mientras el comunismo es efectivamente partidario de mantener el estado como forma de transición. Lo de la toma de conciencia del pueblo parece un asunto largo, la URSS no llegó a conseguirla en más de setenta años...
Esto tiene su importancia, no se trata de un mero tecnicismo de teoría política. Lo que viene a indicar es la diferencia entre uno y otro modelo ideal de revolución[2]. Si los anarquistas suprimirían el estado desde el inicio es porque la revolución solo podría llegar cuando una buena mayoría de la gente ya fuera anarquista y no hiciera falta explicarle nada. Sin embargo, el modelo comunista aspira a la toma del poder de cualquier forma, sin desdeñar alguna tan ligada a la derecha clásica como el golpe de estado. Obviamente, si una minoría se hace con las riendas del estado de cualquier manera, necesitaría convencer de las bondades de prescindir de él a un pueblo que hasta entonces sólo ha sido espectador. El problema es que de ese modo el estado nunca desaparecerá y además acabará por dar en una forma de tiranía. Ya se lo señaló Bakunin a Marx durante los debates de la Primera Internacional y la profecía se ha cumplido con precisión absoluta desde entonces, como no puede ser de otro modo.
El espejismo del que quiero tratar lo resumía muy bien el otro día el tardo Tardà con su frase “Adiós corrupción, bienvenida república”.
Un movimiento que nace desde abajo y que va a generar un proceso constituyente de raíz popular que pondrá todo en cuestión, esa es la imagen que presentan los procesistas de izquierdas. De ser verdad sería el sueño del anarquista y sin embargo...
Hay un detalle que encuentro muy interesante y es que con los años ha cambiado el momento fundacional del proceso.  Si al principio era la manifestación de julio del 2010 contra la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el segundo estatuto, ahora prefieren considerar tal la Diada del 2012.
Sin embargo, salieron encantados de aquella manifestación y durante mucho tiempo era el símbolo favorito del inicio de la rebelión catalana y todas esas cosas... Incluso se publicó un libro titulado Jo hi vaig ser (Yo estuve) compuesto por docenas de fotografías tomadas durante la manifestación y que la gente compraba para ver si aparecía en alguna[3]. Desde luego tenía sus incoherencias, empezando por la cabeza de la manifestación. Allí se encontraba el entonces President José Montilla[4], lo que no era incoherente en sí, pues presidía el gobierno que había redactado el estatuto, pero sí resultaba incoherente a futuro como fecha de nacimiento del soberanismo, pues Montilla de independentista bien poquito. Había una incoherencia más clara pero que a los soberanistas no les ha afectado en lo más mínimo: allí estaba defendiendo el estatuto con el furor del converso Esquerra Republicana de Catalunya, uno de los dos partidos políticos que se había opuesto a él. El otro era el PP.
Y aquel fue el origen hasta que se comenzó a reescribir hacia 2014[5], otorgando la cualidad de primera piedra a la Diada del 2012. La causa profunda la ignoro, pues soy incapaz de introducirme en unas mentes tan complicadas y tan simples a la vez, pero apostaría a que el problema no es tanto que la mani de 2010 no diera la talla como origen sino que resulta difícil explicar lo que pasó entre julio del 2010 y setiembre del 2012. O mejor, lo que no pasó...

Dos años y dos meses dan para mucho

Sí, en aquel momento en que los periodistas saludaban la fecha como aquellas de las que “marcan un antes y un después” era todo muy distinto. CiU estaba a punto de volver a la presidencia de la Generalitat y ERC de sufrir un gran castigo electoral por su gestión frívola e incompetente. Cosas que vistas desde hoy no es extraño que muchos hayan olvidado, cuando ERC parece probable ganadora del primer premio electoral y los restos de la antigua CiU se acercan peligrosamente al cubo de la basura[6].
También se ha olvidado otra cosa que hoy parece incomprensible: dos meses después de que Cataluña “dijera basta”, la Diada del 2010 no se diferenció en nada de las de años anteriores. Y aquí me gustaría explicar un poco cómo eran esas Diadas, pues tenía el mal gusto de acercarme a verlas. Lo llaman curiosidad malsana.
Entre los puestos de libros, vídeos, chapas, pegatinas, camisetas y baratijas varias había amplia presencia de extranjeros peninsulares, a falta de los transpirenaicos. Mi recuerdo entrañable para el independentista andaluz que con tesón envidiable se desplazaba cada año desde la otra punta de la península con su mesa de caballetes y su amplio muestrario de libros y panfletos para no vender una castaña. Y ahí seguía el tío, año tras año, inasequible al desaliento.
También recuerdo a las juventudes de los partidos nacionalistas[7] gritando entusiastas “ETA, ETA, ETA, ETA, ETA” o “¡Visca, visca, visca, visca Terra Lliure!” al son de unos sonsonetes colegiales que no cuadraban mucho con el mensaje que estaban emitiendo. Pero sobre todo recuerdo a los paletos y sus expresiones de éxtasis. Lo que más me llamaba la atención era que no necesitabas preguntarles de dónde eran porque siempre llevaban colgada la etiqueta, cual fuet bien oreado... ¿Cómo olvidar aquella camiseta que decía “Els vigatans no som espanyols” y el chasco al mirarla más de cerca porque en lugar de reproducir el plano de Vic llevaba los Países Catalanes en pleno, islas incluidas?
Pero lo que más recuerdo es el eco. Recuerdo a oradores de la izquierda abertzale siendo escuchados por menos catalanes de los que luego han ido a recibirles a las puertas de la cárcel el día que salían.
Y pasó el 2010 y llegó el 2011. Y llegó el 15 M. Y aquí recordaré un dato objetivo y otro subjetivo. El incontrastable es que a Podemos aún le quedaban unos años para nacer y el subjetivo es que no recuerdo a Ada Colau en el tenderete de la PAH. Quizá estuviera, puede ser que alguien conserve alguna foto, pero lo que es yo, no la recuerdo aunque no me costaría reconocer mi error si alguien me demuestra lo contrario.
Con el 15 M barcelonés ya me he metido, no me repetiré, solo añadiré dos cosas que no escribí en su momento. Que no abundaban las banderas catalanas y que pese a que la corrección política impusiera que los parlamentos públicos fueran en catalán, el idioma que se utilizaba en los corros era el castellano. Preocupante...
Y llegó el verano del 2011.  Y el campamento de la Plaza Cataluña se había desintegrado y poca gente lo lamentaba. Tras haber cumplido su objetivo se había convertido en una muestra de gente rara que exhibía teorías peregrinas, pero el hecho de que se desmantelase el campamento no significaba que su espíritu rebelde hubiera muerto. Aquel verano el influjo del 15 – M se manifestó en dos sentidos, uno con mucho eco en los medios y el otro con muy poco. El primero fue la obstrucción de la toma de posesión de los miembros del parlamento catalán, cuando Artur Mas tuvo que acceder en helicóptero[8]. Muy publicitado y, de hecho, he leído en alguna parte que es el inicio de la reacción soberanista.
Pues quizá. No seré yo quien lo niegue. Pero sí quiero añadir algún dato que no está en ninguna de las versiones oficiales, pues no parece convenir a nadie[9]. Durante aquel verano del 2011 hubo varias manifestaciones contra los recortes de Artur Mas, nacidas a la estela del 15 M. Todas fueron concurridas pero la primera fue multitudinaria. Vi pasar la cabeza de la manifestación por la Vía Laietana, una calle que no es estrecha precisamente, a las 17 horas y me incorporé a ella a las 21 cuando aún faltaba por pasar gente. Había alguna senyera pero no recuerdo “estrelladas” y las pancartas, como es norma aquí cuando no manda el rodillo, unas en catalán, otras en castellano y otras en inglés pensando en los posibles fotógrafos extranjeros...
Las manifestaciones se repitieron durante el verano con menos asistencia, pero aún así dignas de ocupar la portada de los medios locales, que no las reflejaron como era debido porque no muerden la mano que les da de comer.
Y llegó la Diada y una vez más me acerqué a curiosear. Por la mañana, mínimas variantes de lo que ya he contado arriba y por la tarde la manifestación más numerosa tardó quince minutos en pasar. Por supuesto estaba reloj en mano, quería comparar...
Fuera el detonante el cerco al Parlament  o las manifestaciones subsiguientes, lo cierto es que debieron sembrar la alarma en los despachos del Govern y decidieron que había que organizar el contraataque.
Les tomó un tiempo, estas cosas no se improvisan de la nada. ¿Con qué podían contar? ¿Con unas juventudes tan envejecidas mentalmente que jaleaban a Terra Lliure disuelta veinte años atrás y a una ETA a la que faltaban meses para adoptar la misma forma de azucarillo mojado?
Estaba Òmniúm Cultural, una asociación tan rompedora que el Franquismo la legalizó en 1967. Pero Òmnium vivía de la inercia en 2011 y había que revitalizarlo y no bastaría con eso. Habría que crear algo más.
Y ahí viene al pelo una Conferència Nacional per l’Estat Propi celebrada el 30 de abril de 2011, un día antes de que los anarquistas nos manifestáramos. Otra de tantas fantasmadas catalanistas con nombre rimbombante y nada detrás, pero decidieron invertir en ella de forma que en marzo del 2012 se reconvirtió en la Assemblea Nacional Catalana,  pese a no ser en realidad ninguna de las tres cosas. Ya tenían el huevo, la gallina y lo de enmedio y ya sólo faltaba regarla con subvenciones abundantes y mostrarla al sol de los medios públicos y subvencionados.
Trabajando a toda máquina con una determinación y coordinación envidiables lograron armar una manifestación grandiosa para la Diada del 2012. Por supuesto, las cifras oficiales no son creíbles cuando pasan de ciertas magnitudes[10] pero aún con eso las imágenes eran impresionantes y se han repetido con suerte diversa. Parece claro que esta última ha estado por debajo de las anteriores salvo la de 2016. La pregunta es, ¿representan un proceso popular, nacido desde abajo, en el que todo se puede poner en cuestión?

La revolución de las sonrisas

Así les gusta que les llamen. Lo de las sonrisas es opinable, tanto por lo que puede significar una sonrisa como por las veces con las que puede alternarse con otras expresiones. Será mejor centrarse en lo revolucionario de su actitud y sobre todo en esa promesa de que todo podrá ponerse en cuestión y ser cambiado si el pueblo de Cataluña así lo decide.
Los datos que luego expondré apuntan a que no pero ¿qué pueden frente a una ilusión establecida con firmeza?
Este proceso ha dado a luz una de las frases más sorprendentes jamás escritas: soy independentista pero no nacionalista. Entiendo lo que quieren decir, soy independentista para que en un espacio más pequeño podamos decidir nuestro futuro. Hermoso. Pero esa posibilidad no se contempla. O no de esa forma. Está diseñado para que a un estado le sustituya otro (como dirían los perezosos intelectuales, “desde el minuto uno”).
Pero siguen creyendo que podría ser así y para esquivar la evidencia se refugian en cuestiones que podríamos llamar “laterales” como ¿la burguesía está a favor del proceso o no? y se da por entendido que si no está a favor, estaríamos ante un proceso de raíz popular. Dejando aparte el hecho de que la burguesía lleva dos siglos al frente del negocio por su capacidad de adaptación, el dilema es irresoluble. La burguesía italiana apoyó a Mussolini porque venía avalado por el rey y la alemana despreció a Hitler porque tenía miedo de un partido que se definía socialista. Por supuesto, una vez triunfador apostó por él, no podía ser de otro modo, pero es evidente que hubieran preferido al candidato del Zentrum  u otro partido similar.
Pero lo que es, es.
Pese a los años y los hechos sigue transmitiéndose esa idea de que los procesos nacional y social van de la mano, pero siempre el nacional va por delante, pese a la realidad. Hemos tenido muchos procesos de liberación nacional en los últimos dos siglos. Iberoamérica, buena parte de Asia y prácticamente toda África. Y ya hemos visto cuántos de esos procesos han traído aparejada la liberación social: ninguno.
Ha habido un ejemplo inverso, una revolución social que tuvo aparejada una liberación nacional, la revolución francesa. De hecho, fue la que inventó el concepto de nación como se entiende hoy. Solo que en lugar de hacerlo con un sentido divisivo lo hizo con uno de suma. Mal ejemplo. El problema es que lo contrario no se ha dado pero ¿quién puede poner límites a la imaginación por mucho que se estrelle contra la realidad?
Ya hablando en serio, ¿quién puede pensar en una revolución a cuya manifestación acude el primer ministro? ¿Quién imagina una revolución a la que los manifestantes van con camisetas de apoyo al jefe de policía o depositan flores sobre las furgonetas policiales?
Sí, Corea del Norte o Cuba. La revolución catalana aún no ha llegado al nivel norcoreano pero sí pienso que ha superado el castrista[11].

Lo que hay

La transición está diseñada hace tiempo. La “Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República” (LTJFR), la Norma Suprema, ya ha dejado bien claro cuál es el lugar de las reivindicaciones populares: “De hecho, el reconocimiento específico de derechos sociales se reduce al punto segundo del artículo 23, exactamente cuatro líneas, 40 palabras, de un total de 45 folios[12]”.
Estará en vigor hasta que la reemplace la Constitución Catalana.
Por supuesto, hay que aprender de la realidad, la LTJFR fue parida en secreto por no se sabe aún quién y mantenida así mientras se posponía por dos veces su presentación en el Parlament y se hurtaba todo el debate el día que se presentó con un enorme muestrario de tretas y argucias.
Dicha ley estará en vigor hasta que sea sustituida por la futura Constitución Catalana. Conociendo los precedentes, quien piense que esa constitución recogerá el sentir del pueblo catalán merecerá todo lo que le pase de ahí en adelante.
Yo ya habré huido...



[1] Eudald Carbonell: “Estat i Catalunya”, El Mundo, 08/09/17 (la traducción es mía). Le recomendaría humildemente que se centrara en lo de los huesos.
[2] Tengo un artículo pendiente sobre esta cuestión tan aparentemente pasada de moda desde antes de que naciera el blog. A ver si puede ser en los próximos meses...
[3] Una coincidencia curiosa: la manifestación fue el día anterior al triunfo de España en el mundial de fútbol. Resultaba sorprendente ver Las Ramblas llenas de banderas catalanas el sábado y españolas el domingo.
[4] Ya dijo la dicharachera Marta Ferrusola que podía ser President pero nunca sería Honorable. Ella sabía mucho de eso.
[5] Uno de los primeros en hacerlo fue el patético Josep Fontana en un bodrio que perpetró entonces al que me referí hace unos meses, pero ahora no me apetece buscar la referencia.
[6] También unos y otros han olvidado que aquella CiU triunfante se entendió a la perfección con el Partido Popular y tan ricamente que se aplicaron en comandita a recortar lo que fuese menester, como si fuesen socios de gobierno con pacto de por medio.
[7] Entiéndase CiU, ERC y partidos marginales, pero no las CUP como tales, aunque alguno de aquellos grupúsculos se integrara en ellas en el futuro. Entonces aún estaban en un estado de desarrollo embrionario.  Como la memoria es traicionera vuelvo a recordar que las CUP no entraron en el Parlament hasta el 2012 y con una presencia puramente testimonial, aunque David Fernández ocupase muchas portadas por su especial habilidad para dar la nota.
[8] No sé si se conservará pero en youtube estaba disponible un discurso que un chaval echaba a unos “secretas” de los mossos que ya lo hubiesen querido firmar Cicerón o Demóstenes. Entonces, en lugar de aplaudírseles y llenar sus furgonetas de flores se les gritaba “secreta, idiota, ¿te crees que no se nota?”. Por cierto, el porcentaje de acierto rondaba el 100%.
[9] Y una pequeña anécdota que no leeréis en ninguna parte: En la manifestación alternativa de la tarde del Primero de Mayo del 2011 pasamos por delante del Hospital Clinic denunciando los recortes y salieron los trabajadores a aplaudirnos. A quince días del 15 M que parece haberlo inventado todo. También nos tocó correr un par de veces...
[10] El millón es una cifra muy recurrente y no hablo de las manifestaciones catalanistas sino en general. Equivaldría más o menos a diez Campnous o Santiagobernabeus llenos hasta la bandera. ¿Alguien se ha parado a pensar cuánto espacio ocupa tanta gente, por no hablar de los problemas logísticos que conlleva reunirla?
[11] Y hay un paralelismo que no deja de inquietarme: alaban a Puigdemont pensando en Mas como los cubanos alaban a Raúl pensando en Fidel.
[12] Soledad Gallego Díaz: “Lo que conviene leer con lupa”, El País, 10/09/17. Después leí un artículo en Público que defendía la ley como mucho más avanzada que la constitución del 78. No es por tomar partido en una carrera de caracoles, pero “por sus obras los conoceréis”, que dijo El Sandalias.