Resulta que el
recién electo presidente de México ha escrito cartas al Papa y al rey de España
pidiéndoles que pidan perdón[1].
Es una cuestión
abierta. Personalmente me inspira más Bernal Díaz del Castillo que fray
Bartolomé de las Casas[2].
En realidad no compro ninguna, simplemente Bernal es mucho más interesante que
el fraile llorón. Por algo se dice lo de en cien años, todos calvos...
Genocidio,
gesta, masacre, civilización... como historiador tengo mi opinión pero, ¿a
quién le importa?
Pues a nadie,
claro. Es de suponer que en sus dos siglos como país independiente los
presidentes mexicanos han tenido tiempo de sobra para corregir cualquier
desafuero de la era colonial.
Me importa bastante más el presente. Vivo en una ciudad
donde la alcaldesa próxima a rendir cuentas prometió un montón de cosas pero a
la hora de la verdad su gestión se reduce a cambiar de nombre a un par de
calles y quitar una estatua.
Por su bien
espero que los mexicanos consigan un poquito más que eso, pero mal empiezan.
[1]
Nota curiosa: como se puede observar, el único cargo que va en mayúscula es el
único de los tres que no va seguido del nombre de un territorio. ¿Cómo no
recordar la brillante frase de Stalin: “¿Y el Papa, cuantas divisiones tiene?”?
[2] El
libro de Bernal se titula Historia verdadera porque considera que alguna
de las anteriores era manifiestamente falsa...
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