martes, 19 de noviembre de 2019

POR BUEN CAMINO


   


Dice la crónica[1] que en torno a mil personas, con un ritmo de marcha muy lento en algunas zonas marcharon el domingo por Madrid convocadas por la Asamblea Antirracista de Madrid, aunque ellos en clave lírica se definían como las comunidades migrantes y racializadas mora/musulmana, gitana, afrodescendiente, diáspora africana, asiática, latinoamericana y caribeña, personas refugiadas, sin papeles, trans y sexo – género disidentes que habitamos el estado español.

Una de las portavoces de la manifestación era la presidenta de SOS Racismo Paula Guerra, vieja amiga de esta página, que dejó bien claro que “hemos conseguido superar las movilizaciones anteriores que trataban el antirracismo desde un punto de vista moral y desde la perspectiva blanca y etnocéntrica[2].
Consignas como “lo feminista no te quita lo racista” lo dejaban bien claro. Del mismo modo, algunas proclamas características de los movimientos sociales se han visto alteradas para adecuarlas a la realidad de las personas migrantes y racializadas. Un hecho ejemplarizado en las consignas “nativa o extranjera no es la misma clase obrera” o “de sur a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste”.

En coherencia con esta línea de pensamiento, la movilización estaba estructurada en dos bloques. El primero, en el que tan solo podían estar las personas migrantes y racializadas, lo abría una pancarta con el mensaje Ni olvido ni perdón. El segundo cortejo empezaba detrás de la pancarta con el texto Aliadxs contra el racismo, en el cual decenas de personas han apoyado esta manifestación que denuncia el racismo institucional (...)

Maravilloso. Una manifestación contra el racismo ordenada por criterios de raza[3].
Para entenderlo habría que recurrir a Marx. Pero no a Karl sino a Groucho, Chico, Harpo y Zeppo[4].
El único consuelo es que si los del segundo bloque hubieran llegado al centenar el articulista no habría escrito decenas de personas...


[1] La crónica es obra de Guillermo Martínez: “Mil personas marchan en Madrid contra el “racismo institucional””. Público, 17/11/19. Los textos en cursiva son citas literales. El resto de cambios de tipografía son suyos aunque, como es lógico, he tenido que convertir sus cursivas en enteras.
[2] Aprovecho aquí para recordar que Paula Guerra es más blanca que yo y añadir la obviedad de que sus apellidos conocidos no son precisamente de origen mapuche.
[3] Los blancos detrás, como debe ser. Se me da muy bien lo del pensamiento lateral que es una manera elegante de decir que se me suele ir la pelota y ahora pensaba en Idi Amín Dadá haciéndose conducir en triunfo por las calles de Kampala en una silla de mano acarreada por blancos. Un castigo especialmente cruel porque mira que estaba gordo el cabrón, aunque supongo que lo sobrellevaban porque el otro sabía que aún les necesitaba.


[4] Hoy resulta sorprendente ver en YouTube capítulos de “You bet your life”, el concurso televisivo que Groucho Marx presentaba en los años 50. No se toleraba la mínima alusión sexual pero el judío Groucho se permitía hacer bromas a los concursantes migrantes y racializados que hoy hubieran sido un escándalo. Es curioso comprobar que en la convocatoria de la manifestación no se alude a los judíos, históricamente el grupo perseguido en España por ser diferente...

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