lunes, 26 de diciembre de 2016

EL CASO DE LA LOTERÍA





Cuando leyeron  en la cuenta oficial del PSOE que “muchos trabajadores/as de la casa en Ferraz han sido agraciados con el gordo de Navidad no lo podían creer. Menos aún cuando uno de ellos sacó el décimo del bolsillo y comprobaron que no coincidía una sola cifra con el número del primer premio. El suyo era el 91.674 y el que habían dicho en la radio era el 66.513.

Si ya te digo yo que estos de la gestora no sirven ni para tomar por culo.
Que no, hombre, que no puede ser. Una cosa así es mucha cagada. Además, ¿para qué iban a mentir?
Sí, claro, como en política no se miente...
Pero siempre es para sacar algo o para evitar males mayores pero tú me dirás qué ganan haciendo el ridículo de esta manera. Además, en la radio han dicho que el Gordo se ha vendido en la administración del Paseo de la Esperanza y ahí es donde se compra siempre.
Todo lo que tú quieras, pero no es este.
¿Sabes lo que te digo? Voy a dar una vuelta por los pasillos a ver si me entero de algo...

Pues se ve que a los que fueron a comprarlo, como se llevan el número entero que es una pasta, el lotero les regaló cinco décimos y esos son los que han tocado.
Sí, coño, es una pasta pero es nuestra pasta, no la ponen ellos de su bolsillo. Lo que sea que haya tocado es a repartir. Espera que saco el teléfono y hago la cuenta, si son cinco décimos...
Cinco décimos que se sepa, igual son más.
Sí, ya, bueno, pero ahora no hay forma de saberlo, pongamos cinco. A cuatrocientos mil euros, dos millones en total. Hay que quitar el veinte por ciento que se lleva Hacienda pero lo calculamos en bruto, que es más fácil. Hay unos quinientos trabajadores, saldría a unos cuatro mil euros por cabeza. Es una buena extra.

Pues si no quieren explicarse por las buenas que se expliquen por las malas. Me voy a Prensa y les voy a decir que hagan un par de llamadas a los periódicos. Verás tú cómo no les quedan más cojones que explicarse cuando el móvil no les deje de sonar. Y si en Prensa no tienen cojones de llamar, que me den los números que ya llamo yo...
Vale, pero no te calientes tanto, que a ver si te va a dar algo.

Los de Administración. Que el lotero les regaló los décimos y callados como putas.
¿Administración no lo lleva Goyo Martínez?
Sí, el Goyito, el que fue jefe de gabinete de Rubalcaba. Pues dicen que se ha quedado un décimo él, otro el director financiero, el otro nosequién y los otros dos a repartir entre los curritos de la oficina.
Eh, tú, que a esos les debe tocar a cincuenta mil por cabeza así por encima.
Pues no os perdáis lo mejor, ahora el Goyo dice que se lo han robado y ha ido a poner denuncia a comisaría.
Sí, ese lo que tiene es más miedo que vergüenza, por lo visto había cambiado participaciones con otros.
Lo querrá todo para él.
Berlanga puro.

Hay compañeros que quieren quemar Ferraz. Vamos a ver en qué queda porque el lío sigue.
Yo tenía que salir pronto hoy pero a ver quién se va con la que se está montando...
  Te parecerá raro, nos hemos comido dos ERE y una suspensión temporal y cuando parece que por fin pillamos algo, toma...
Bien que nos la han clavado.
Pero si se creen que esto va a quedar así, lo tienen claro.

Que han dicho que en lo del vino obrero estaba el Alfonso Guerra.
¿Y llevaba el casco y el mono o se ha traído el traje de pana?
Calla, que han contado que cuando se ha enterado del tema se ha agarrado un rebote de la leche y se ha pirado...
¿Rebote de la leche o que no quería estar en medio por si le caía alguna?
Yo lo que me han contado...

¡La gestora ha sacado un comunicado! Os lo leo, que lo tengo aquí: “El PSOE como organización no administra, distribuye o gestiona Lotería de Navidad. Son los propios trabajadores y trabajadoras los encargados de la administración, distribución y gestión del número jugado (91.674), que no ha resultado premiado en el sorteo”.
Vamos, que se lavan las manos...
Esperad, que también han dicho que el juego de la lotería se “auto-organiza” fuera de “la estructura del partido y tiene que ver con la esfera privada”. Por tanto, la dirección provisional del PSOE descarta tomar medidas.
Se autoorganiza fuera de la estructura del partido y tiene que ver con la esfera privada repitió uno con voz de papagayo , hay que joderse, cómo hablan estos tíos, parece que se ha tragado un libro de marketing.
¡Qué dices un libro, una biblioteca entera! Si parece el Florentino cuando presenta las cuentas del Madrid en la asamblea...
Carcajada general

¿Y al final qué?
Pues nada en claro, va a haber una reunión del comité de empresa.
Pues ya ves tú, el miedo que le tienen esos al comité de empresa.
Hay gente que dice que esto no puede quedar así, que hay que ir al juzgado.
Sí, y cuando nos den la razón ya habrá prescrito y se lo habrán fundido en langostas.
Pues mira, que revienten.
¿Y los de arriba?
Nada, mirando para otro lado. Dicen que lo de la lotería lo administran los trabajadores a título personal. Ya ves...
Ah, se me ha olvidado contároslo, el Goyito ha encontrado el décimo.
¡La leche que le han dado!
¡Te juro que me hago de Podemos!
Pues a mí me dan unas ganas de ir a los periódicos y empezar a largar...
Oye, ¿y es verdad eso que cuentan del Guerra?[1]




[1] Recreación libre de hechos relatados en “Malestar en la sede del PSOE por el reparto del Gordo: los décimos eran regalados y no se repartieron entre todos”, eldiario.es, 22/12/16; “El gerente del PSOE localiza el décimo premiado con el Gordo tras denunciar su pérdida en comisaría”, eldiario.es, 23/12/16; Irene Castro: “Hay compañeros que quieren quemar Ferraz”, eldiario.es, 22/12/16 y M. R. S.: “El Gordo lleva la polémica a la sede del PSOE de Madrid”, El País, 23/12/16. Como la realidad siempre supera a la ficción, los hechos más estrambóticos como la “espantada” de Alfonso Guerra durante el vino obrero o el décimo perdido y encontrado, son verídicos. Las palabras en cursiva son citas textuales.

lunes, 19 de diciembre de 2016

LA POSVERDAD, VERSIÓN CASERA


Resulta que hace unos días un individuo se paseó por los medios tratando de vender una historia sobre una niña agonizante que necesitaba dinero para ser tratada urgentemente porque si no podía morir de un día para otro. La historia incluía elementos tan ridículos como que uno de los pocos médicos que podía tratarla vivía oculto en una cueva en Afganistán.
Como la reescritura del pasado que profetizaba 1984 es hoy moneda corriente, no me atrevo a decir que hayan sido los únicos, pero sí puedo decir que hubo dos medios de masas que compraron la noticia: el diario El Mundo y El programa de Ana Rosa, de Tele 5[1].
El Mundo debería pasar a la “Historia universal de la infamia” que empezó a escribir aquel por muchas razones, pero a mí me basta con una, el montaje que desarrolló en torno al 11 M, el 11 de marzo de 2004, cuando trataron de convertir un atentado inspirado directamente por el Corán en una extraña connivencia entre islamistas engañados, etarras convencidos y policías manipuladores. Aquel año compré un libro de Pepe Rodríguez bastante interesante porque se limitaba a narrar los hechos en fila, por estricto orden cronológico, uno detrás de otro[2]. En él aprendí algo tan curioso como que uno de los mejores servicios de información que hay en España es el del BBVA, que ya apuntaba a la pista musulmana mientras los demás seleccionaban fotos de etarras... Otra nota curiosa es que uno de los que entonces escribían en El Mundo lo calificó como “una vomitona”. Este era un tipo que estaba amenazado por ETA y una noche faltó a casa. Su esposa denunció la desaparición y luego resultó que, según dijeron las malas lenguas, la causante de la desaparición debió ser una rubia con taxímetro...
Bastan cuatro frases para resumir la vileza a la que se entregó El Mundo en aquella época. El que vendió la dinamita a los musulmanes que perpetraron la masacre fue José Emilio Suárez Trashorras. Fue detenido muy poco después, no parecía hombre de muchas luces. En prisión recibió una visita de sus padres, que fue grabada, y ante ellos habló con toda claridad:
Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la Guerra Civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada...[3]
Nada que añadir. En este caso, cualquier comentario oscurece más que aclara...
Luego está Ana Rosa, un personaje tan egocéntrico que no ha parado hasta que ha bautizado todo con su nombre: El programa de Ana Rosa, la revista de Ana Rosa... Salvo en una ocasión[4]. En el año 2000 el programa de Ana Rosa aún no se llamaba El programa de Ana Rosa, sino Sabor a ti. No por casualidad A. R., como le gusta llamarse, publicó una “novela” llamada Sabor a hiel. Éxito de ventas, resultó que el libraco era hijo de varias madres. Digamos que muchas de sus páginas recordaban a cosas leídas antes... Planeta, la editorial que publicó la basura, recogió los ejemplares aún a la venta y se cuidó de volver a imprimirla.
Ana Rosa tuvo que dar explicaciones y las dio. Ridículas, claro, porque aquello no tenía defensa posible, pero sabía que haciendo acto público de contrición, todo pasaría. Y, evidentemente, todo pasó...


Lo que me encendía entonces era que alguien que había mentido públicamente firmando lo que no había escrito fuera líder de audiencia en su franja horaria. Pero lo era. Se supone que el único capital que debe poseer un periodista es la verdad y A. R. había demostrado suficientemente que estaba reñida con ella.
Dio igual. Ana Rosa era y es la campeona en su categoría desde hace más de una década y media. Y así nos va...





[1] Por esta vez se libra El País. No solo eso, su buen criterio en este caso le ha permitido ser el primero en desmontar las incongruencias que se tragaron los otros. Les he dado muchos palos pero cuando actúan de acuerdo con la ética periodística no me importa reconocerlo. Y añadiré que no han  hecho sangre de los que cayeron en la trampa, lo que les honra.
[2] 11-M: Mentira de Estado (Los tres días que acabaron con Aznar). Ediciones B, Barcelona, 2004.
[3] Reproducido en muchas fuentes. Aquí he utilizado Ernesto Ekáizer y José Manuel Romero: “El ex minero procesado por el 11 – M: “Mientras ‘El Mundo’ pague, yo les cuento la Guerra Civil”, El País, 13/03/06.
[4] Puedo decir bien alto que es una de las pocas veces en que hice una crítica sin piedad que ha quedado salvaguardada en papel. Fue en un medio de ámbito local y firmada con mi filiación oficial, pero me permite regodearme en aquello tan molesto de yo ya lo dije...

miércoles, 30 de noviembre de 2016

RENUNCIAR Y RENUNCIAR



Resulta que el pasado fin de semana se ha estrenado la película La reina de España, dirigida por Fernando Trueba, y ha obtenido una recaudación en taquilla de 387.000 euros. A primera vista parece una cifra respetable, pero sucede que sus costes fueron de once millones de euros y los expertos dicen que actualmente la recaudación final no suele superar la cifra de cuatro veces el fin de semana del estreno, lo que supondría un petardazo considerable, unas pérdidas de alrededor de nueve millones y medio de euros.
El asunto tiene su importancia porque antes de su estreno se promovió un boicot patriótico porque cuando Trueba recogió el Premio Nacional de Cinematografía en septiembre del 2015 aseguró no haberse sentido español “ni cinco minutos de su vida” y se ve que los que no han dejado de sentirse españoles ni cinco minutos de la suya se la estaban guardando.
La película ya arrastraba polémica antes de su estreno. Es continuación de la flojísima La niña de tus ojos y un par de guionistas de aquella le habían denunciado por “resucitar” sus personajes sin autorización (y por supuesto, sin pagarles los derechos correspondientes).
Como lo del boicot llevaba tiempo publicitándose (aunque basta saber que la figura más conocida era Fran Rivera para hacerse una idea de la calidad del elenco boicoteador) también este maestro de la alta comedia recibió apoyos a su altura. Santiago Segura y Penélope Cruz, que salen en la película (y creo que con esto no hace falta decir más), Jordi Évole (el virus Ébola de la televisión) y Juan Cruz (lo que equivale a que te caiga encima una cruz, y perdónenseme los chistes fáciles pero no por eso menos ciertos). Hasta en un medio tan poco patriotero como Público dos artículos dejan claro que la película es una mierda sin defensa posible...

En noviembre del 2014 Jordi Savall decidió no aceptar el Premio Nacional de Música en la modalidad de interpretación, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y dotado con 30.000 euros. La profunda indignación por la política cultural del ministerio dirigido por José Ignacio Wert ha pesado más que “la alegría por un tardío reconocimiento a más de 40 años de dedicación apasionada a la difusión de la música como fuerza y lenguaje de civilización y convivencia”.

Por si a alguien no le hubiera quedado claro: Trueba se guardó el cheque y a continuación declaró no sentirse español. Jordi Savall renunció al premio y a la vez al dinero. Yo lo llamo “la prueba del bolsillo”. Me resultará bastante más fácil creerte si tu gesto te supone perder dinero. Y desde luego, os recomiendo que si alguna vez sentís que os falta algo, que notáis un vacío que no sabéis cómo llenar, escuchad a Jordi Savall. A solo, con Hesperion XX o XXI, con la Capella Reial de Catalunya o con Le Concert des Nations. Medicina para el espíritu[1]...




[1] M.M. (al parecer Marta Medina): “El ‘castañazo’ de Trueba con ‘La reina de España’: ¿boicot o falta de interés?” El Confidencial 28/11/16 y Javier Pérez Senz: “Jordi Savall rechaza el Premio Nacional de Música”, El País, 30/10/14. Los artículos de Público, del 29/11/16, son David Torres: “Boicot a la española” y Paco Sánchez Múgica: “Sobre el fracaso de ‘La reina de España’: ni un segundo”, este publicado originalmente en CTXT.

domingo, 27 de noviembre de 2016

... Y NADA MÁS QUE LA VERDAD

Resulta que el Diccionario Oxford ha elegido post – truth como palabra del año y a los medios mundiales les ha faltado tiempo para hacerse eco. En castellano parece que se transcribirá como posverdad y significa “que denota circunstancias en las cuales los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”.
Aunque según se dice la palabra ya se había utilizado antes, la definición propuesta parece claramente inspirada por el referéndum británico y la elección de Donald Trump. En este caso Colombia u Holanda no cuentan porque para ciertos ambientes culturales anglosajones lo que no habla inglés simplemente no existe.
Desde luego, los periódicos que la han jaleado se sitúan automáticamente en el otro lado, en el que valora los hechos objetivos y no la emoción o las creencias. Son como esos que se hartan de llamar tonto a todo el mundo, ni se les pasa por la cabeza la posibilidad de pertenecer al grupo. Así que me ha dado por revisar al más serio entre los serios para ver exactamente en qué momento se encuentra respecto a la verdad, si anterior, coetáneo o posterior. Tampoco he buscado exhaustivamente, me he contentado con tres ejemplos pero desechando muchos para no aburriros[1].
Julio Carabaña es profesor de Sociología en la UCM y autor de un libro titulado Pobres y ricos. En su artículo trata de demostrar que la desigualdad no ha crecido utilizando “el índice de Gini (0, cuando todos consiguen lo mismo, y 100, cuando uno se lo queda todo)”.
Comienza retador: “La teoría (o la ideología, o la narrativa) dominante dice que la globalización aumenta la desigualdad y que la desigualdad produce populismo, nacionalismo y xenofobia, con etiquetas de derecha y de izquierda. Pero ¿y si la desigualdad no hubiera aumentado, o no hubiera aumentado tanto, o hubiera aumentado por razones distintas de la globalización?”. Fuerte apuesta, pardiez. Dejaremos de lado que el aumento de la desigualdad no suele achacarse a la globalización sino al neoliberalismo para no chafarle el argumento. Aunque sí desvelaré el final, porque lo que interesa es el argumento central. Sí, desde luego, era obvio, la desigualdad no ha aumentado. Lo mejor es cómo lo prueba. Resulta que en España el índice de Gini no ha aumentado desde mediados de los 90. “Como apuntaba la OCDE, el aumento de la desigualdad en España durante la crisis puede reducirse a un fenómeno mucho más simple, el aumento de la pobreza. Los pobres severos pasaron de ser el 2% de la población en 2007 a ser el 5% en 2009 y 2013. En la misma magnitud que han aumentado los pobres severos han disminuido también las clases medias”. Que quede claro.
Es posible por tanto hablar de un populismo  genérico. Hay sin embargo dos grandes diferencias entre los populismos de derechas y de izquierdas. Primero, obviamente, las políticas: “Podemos y el Frente Nacional tienen en común que dirigen sus ataques contra una élite liberal que creen responsable de los problemas. Difieren en el tipo de problemas que identifican y enfatizan, y en las soluciones que ofrecen”, dice Benjamin Stanley, profesor en la Universidad SWPS de Varsovia (Polonia)[2].
Así que ven la realidad de forma diferente y, como es lógico, tampoco coinciden en las medidas a tomar. Entonces ¿en qué coinciden? En culpar a una élite liberal. Por supuesto, aquí hay una polisemia que el muy conocido en su casa a la hora de comer Benjamin Stanley no se ocupa en precisar, porque liberal en Estados Unidos significa izquierdista mientras que en Europa se refiere a los economistas de extrema derecha que celebran cada despido considerándolo una “reducción de costes laborales”. Cuando tanto el PSOE como Ciudadanos dijeron en voz alta y con todas las letras que nunca apoyarían un gobierno con Mariano Rajoy de presidente caían en esa definición tan laxa de populismo. Suerte que la prudencia les hizo rectificar...
La última aportación la proporciona Steve Roberts, de la Singularity University, una universidad apoyada por Google y la NASA según la misma lógica que alumbró la Trump University. Una universidad que ofrece un programa que cuesta 14.000 dólares y tiene una duración de seis días. Según Roberts, “ofrecemos una experiencia que cambia tu mentalidad, que transforma a la gente y cuando se marchan no vuelven a ser los mismos”.
Cierto que hace tres mil años que los alquimistas vienen prometiendo esto mismo, pero no eran tan insensatos como para asegurar resultados en una semana. Ellos requerían toda una vida, por eso siempre se pinta a los alquimistas como ancianos...

Y de tal universidad, tales sabios. El susodicho Roberts responde a una pregunta diciendo que “Hace 50 años éramos granjeros. Todos estábamos preocupados porque las máquinas nos quietarían (sic) el trabajo, era la única manera de ganar dinero: tener una granja y vender comida”.
Hasta en un país tan industrialmente atrasado como España que levante la mano el que en 1966 sus padres o sus abuelos vivían de tener una granja y vender comida...
La pregunta es: si no están en la posverdad ni en la verdad, ¿estarán en la preverdad?




[1] Todos proceden de El País. Aquí van por orden de mención: Julio Carabaña: “¿Y si la desigualdad no ha crecido?” (22/11/16), Jordi Pérez Colomé y Kiko Llaneras: “De Trump a Podemos, qué es el populismo” (14/11/16) y Ana Torres Menárguez: “La mayoría de universidades del mundo van a desaparecer” (25/10/16).
[2] Encuentro un poco triste que El País se vea obligado a aclarar a sus actuales lectores que Varsovia está en Polonia. Aún recuerdo la lluvia de cartas de indignación que recibió un redactor de El País Semanal hace ya unos cuantos años (demasiados, según parece) por escribir “ad divinis” en lugar de “a divinis”.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

EL PROBLEMA TRUMP



No me refiero a que sea tan bravucón como Theodore Roosevelt, tan misógino como el Kennedy al que adora Albert Rivera o tan desconocedor del mundo como Ronald Reagan. Me refiero a los diferentes dilemas que han ido encarando los medios a raíz de su elección.
El primero es que no era posible. Todos apostaban por la victoria de Hillary Clinton[1], aunque unos cuantos digan ahora que ya lo habían advertido pero guardándose mucho de precisar cuándo y dónde. No tendré el mal gusto de citar a los que el mismo día de las votaciones hablaban de que Clinton tenía mucho voto oculto o al que unos días antes publicó un artículo explicando su futura política, dado que la posibilidad de la victoria de Trump se había esfumado como una broma de mal gusto.
Estaban los precedentes, que para ellos son Gran Bretaña y Colombia. Olvidan Holanda, que fue su primer revolcón del año, y malos cestos haremos con esos mimbres si su memoria no alcanza hasta abril. Ya ni siquiera recuerdan cuánto despreciaron a los votantes holandeses y las lecciones que les dieron y si con Trump pueden defenderse diciendo que ninguna encuesta le daba ganador, en Gran Bretaña todas las encuestas daban vencedor al y las ignoraron como una leve molestia.
Esta es la raíz del problema, que unos simples opinantes se hayan creído creadores de opinión. Como yo pienso que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea es contraproducente y lo explico con bellos argumentos, los votantes se van a comportar como yo predigo. Pero luego es que no y entonces viene el golpe.
Hasta la semana pasada lo habían solventado con el expediente de decir que los que habían elegido la opción triunfante pero incorrecta eran analfabetos democráticos, guiados por bajos instintos, engañados por las mentiras de unos demagogos sin conciencia...
(Un inciso: les llamaban analfabetos democráticos porque no tienen el valor de llamarles claramente analfabetos. Y sin embargo la estadística es clara, en España un 50% de la población es analfabeta funcional. Están alfabetizados pero no leen. Ni un libro al año, uno de cada dos. Y en el resto del mundo “desarrollado” es parecido, de ahí por ejemplo el éxito de Facebook que, como indica su nombre, es un lugar para compartir fotos. Aunque la acompañen comentarios, lo importante es la imagen. Pero no se atreven a denunciar el analfabetismo porque piensan que resulta clasista. Así de ridículos y cobardes son)
Ese debía ser el guión ahora. Ridiculizar a los votantes de Trump como unos patanes incultos con poco cerebro, como los británicos o los ya olvidados holandeses. Pero el único que lo cumplió fue John Carlin, al que aprecio más bien poco pero debo alabar su coherencia. La expresión analfabetos democráticos está tomada a la letra del artículo que publicó al poco de la victoria del que todos sabíamos que iba a perder.
Pero había un problema... Vale que la coherencia dictaba seguir denunciando este error en el mismo tono que los anteriores pero en este caso hay una diferencia no menor. Los ejemplos pasados eran fruto de la mal llamada democracia directa, que como todos sabemos porque ellos nos lo han enseñado con grandes argumentos , es lo peor del mundo. Pero ahora estamos hablando de la democracia representativa, la que nunca se equivoca. La que hasta ayer conseguía el milagro de que los que son incultos, primarios, fáciles de engañar o directamente imbéciles cuando responden a una pregunta se conviertan en sabios, sensatos y equilibrados cuando eligen para que les represente a quien no les conoce de nada y que en adelante no solicitará su opinión para decidir sobre ningún tema. Y encima estamos hablando de Estados Unidos, una de las cunas de la democracia[2]. Quieto parao, hay que rebobinar...
Y vaya si han rebobinado. Hasta el principio.
Por supuesto, está descartado que haya sesenta millones de analfabetos democráticos en Estados Unidos. O de patanes, racistas, xenófobos o ilusos. Hay que hacer estudios más detenidos. Y encima hay que integrar datos molestos en el análisis, como que más del 50% de las votantes votaron por Trump, un machista, misógino etc[3]. Estados Unidos es una sociedad muy individualista y la gente se guía por sus intereses personales. Una trabajadora de una de esas empresas bajo amenaza de cierre que Trump ha prometido rescatar seguramente pensará más en su vejez que en las modelos a las que el hoy presidente electo tocó el culo sin su permiso. Y también hubo latinos[4] que votaron por él. ¿Traición? Pues no. Simplemente que ellos no son ilegales y saben que lo de la expulsión no les amenaza, de hecho podría beneficiarles[5]. Pero la campaña de regeneración del votante trumpista ya está en marcha y ello implica atacar a los que osaron tratarles como si fueran votantes de un referéndum.
Y hay que rehabilitar al propio Trump, porque la vieja democracia norteamericana no puede equivocarse y los argumentos van en dos direcciones.
La primera es que siendo como es un tipo sensato en el fondo, aunque sea vehemente, debe saber que algunas de sus promesas de la campaña electoral son irrealizables. (En realidad son casi todas, entre otras cosas porque muchas son incoherentes entre sí). Tendrá que darse un “baño de realidad” y optar por lo sensato y huir de lo disparatado. En este caso se trata de adaptarse a la realidad, si fuera el vencedor de un referéndum tendría que enfrentarse a las consecuencias de sus mentiras y su demagogia pero ya se sabe que en una campaña electoral en democracia representativa sí que vale eso de prometer hasta meter y después de metido, nada de lo prometido... La hasta hace poco aclamada Rita Barberá lo llamaría un ardid.
La segunda es recordarnos que los padres fundadores de la democracia estadounidense fueron tan previsores como para dividir el poder entre diferentes estamentos que se vigilan, de modo que un presidente, por mucho que quiera, no puede alterar demasiado el orden natural de los acontecimientos. La pregunta molesta en este caso es: ¿entonces qué más da que hubiera sido elegido Donald, Hillary, uno que pasaba por la calle o un chimpancé del zoológico más cercano? En fin, el que no se consuela es porque no quiere y toca hacer de tripas corazón...
La realidad encarnada por Donald Trump ocupando la Casa Blanca podría servir si hubieran aprendido la lección. Pero no, pasada la sorpresa están como estaban. Si El País publicaba un editorial el día de las elecciones pidiendo el voto para Hillary Clinton, supongo que con la disparatada creencia de que podían influir en el resultado, ahora se dedican a aleccionar a Trump sobre lo que debe y no debe hacer en asuntos de economía[6].










[1] Alguno de la franja más lunática de la ultraderecha mediática lo celebró con júbilo, pero que lo deseara no significa necesariamente que lo creyera posible.
[2] La otra es Gran Bretaña. Sin comentarios.
[3] Ojo, no dudo de que lo es pero como decía Susan Sarandon, “no voy a votar a Hillary Clinton porque tenga vagina”. Ni que decir tiene, Sarandon no votó a Trump. Había más candidatos...
[4] Uso esta palabra estúpida pese a saber que ninguno de ellos nació en el Lazio.
[5] Aporto aquí un dato publicado pero muy poco difundido por molesto. En las municipales del 2015 Xavier García Albiol, entonces alcalde, prometió limpiar Badalona de rumanos. Los que entienden del tema dijeron que los gitanos de Badalona, normalmente abstencionistas técnicos, fueron a votar en masa... por García Albiol. Veían a los rumanos como competidores y confiaban en que haría realidad su promesa y se librarían de ellos. Algo que los antirracistas subvencionados han ignorado, obviamente.
[6] El actual director de El País fue corresponsal del diario en Estados Unidos. Parte de su estancia correspondió con la del hoy rey en Georgetown y dicen que Felipe VI le debe varios favores. Eso podría explicar parte de su soberbia, pero solo parte...

viernes, 28 de octubre de 2016

¿LA DERROTA FINAL?


 Algunos escriben que a Felipe González y Juan Luis Cebrián no les han dejado hablar en la Universidad Autónoma de Madrid. La mejor crónica es sin duda la de El País. No en vano, veinticuatro horas después aún figuraba la primera entre las noticias más leídas[1].
El arranque lo dice todo: “Alrededor de 200 violentos, gran parte de los cuales ocultaban su rostro con caretas y capuchas”... En fin, si nos guiamos por la foto que acompaña al artículo, los cinco que llevan capuchas ocultan su cocorota, no su rostro, claramente visible porque son las capuchas de sus sudaderas. No son capuchas modelo terrorista con sus tres agujeritos, dos para los ojos y uno para la boca. Las caretas sí lo ocultan, claro, pero es que su finalidad no es el enmascaramiento sino la representación de una persona distinta a quien la lleva. Y esto es así al menos desde la Grecia Antigua[2].
(Y aquí viene la nota chusca. “La decana Olivas” dice que “les rogué que en la misma medida que yo acudía con la cara destapada ellos también se quitaran las caretas. No accedieron. Entendí rápidamente que su ánimo no era de diálogo sino de franca y abierta confrontación” y Manuela Carmena ha dicho “Me preocupa muchísimo por qué uno se pone capucha, careta”. “Eso es cerrarse a la empatía, a la capacidad de mediación, a que el otro ni siquiera te pueda mirar. Me parece terrible”.
Todo muy razonable. Si no fuera porque en el párrafo anterior se nos informa de que “Las autoridades universitarias ya han expresado su condena y han abierto una investigación para intentar identificar a los cientos de personas que impidieron el desarrollo del acto al bloquear las entradas”. Decisión a la que no será ajena la decana Olivas, supongo. Y es que no están los tiempos para descuidarse. Uno puede acabar en la cárcel por cosas así. De hecho por bastante menos, como veremos[3]...)
Del resto del artículo citaré unos párrafos más que vienen a cuento con lo que voy a tratar. Quien quiera leerlo entero lo tiene fácil. Salvo que lo hayan actualizado y no se parezca en absoluto al que yo he leído, que tampoco es una posibilidad despreciable[4]. Dice o decía que “La manifestación ha sido convocada por la autodenominada Federación Estudiantil Libertaria (FEL), a través de un pasquín” (...) “Hasta la facultad ha llegado un autobús cuyos ocupantes se han unido a varias decenas de jóvenes, muchos ya enmascarados, que procedían de la facultad de Psicología” (...) “Antonio Rovira, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Máster en Gobernanza y Derechos Humanos” ha dicho que “Había otra posibilidad, que era recurrir a la fuerza y despejar el camino, pero eso en eso tiene que ser muy excepcional en el ámbito universitario, cuando no hay otra salida” (...) “Los participantes vienen de fuera, no son de esta facultad”.
(Antes de entrar en materia, dos apuntes rápidos. ¿Cómo se puede ser catedrático y director de un Máster y hablar tan mal? El otro es un clásico “cañí”: Cuando en un pueblo sin tradición criminal reciente se produce un asesinato, la primera reacción de los vecinos, con el alcalde a su cabeza, es decir que los autores “no son del pueblo”. Por desgracia para los que dicen tales cosas, en el noventa por ciento de los casos sí lo son... Sin olvidar la pregunta tonta: si no son de la facultad, ¿para qué abren una investigación? Es evidente que no van a identificar a nadie).
La verdad es que el hecho de que estos dos fantasmas del pasado no se hayan atrevido a entrar donde se suponía que iban a soltar su perorata me importa más bien poco. Pueden hablar y recibir atención siempre que les venga en gana, ya sea en casa o en cualquier otro medio. Ellos no tienen que romper lunas de sucursales bancarias para recibir quince segundos de atención en el telediario. Sí me importa más el trasfondo del artículo, que tenía como objetivo final atacar a Podemos.
Sí, lo sé, estoy aburrido de escribir y vosotros de leer , que El País no desperdicia ocasión de atacar a Podemos, pero es que esta vez, como diría el participante medio de un programa de televisión exitoso, es muy fuerte... Sucede que el diario que en otro tiempo fue de referencia acusa a Podemos de haber organizado los disturbios que nunca fueron.
Según El País, convocó al acto la Federación de Estudiantes Libertarios. Casi lo que más me gusta es que lo hiciera a través de un pasquín, un medio sedicioso que tiene acreditados por lo menos trescientos cincuenta años de antigüedad. Menudos fósiles, con lo fácil que hubiera sido enviar una nota a El País o la Cadena SER... Y aquí surge una primera dificultad. Es cierto que la FEL convocó al acto, pero ha dejado claro que no fue la única convocante sino una más entre varias organizaciones, pero pasaremos por alto este punto. Para el diario fueron ellos. El problema es que si se trata de una organización anarquista malamente se va a dejar manejar por un partido que se rige por un principio de estricta autoridad. Y aquí encaja la fórmula autodenominada. El material humano que recolecta últimamente este periódico es tan defectuoso que no se da cuenta de que, salvo el nombre con el que tus padres te inscriben en el Registro Civil, el resto de nombres que alguien elige en su vida son siempre autodenominaciones. El País, PRISA o el PSOE no tenían existencia hasta que decidieron autodenominarse así. Sí, nada impide que yo me autodenomine Rey de España, pero hace falta que después se me reconozca como tal. Cuando se creó la Federación Estudiantil Libertaria, que fue hace poco, no recuerdo ningún artículo en El País denunciando que era un instrumento de Podemos para Dios sabe qué diabólicos fines... Simplemente la ignoraron o ni siquiera tuvieron conocimiento de su existencia. Pero el uso de la palabra es bien claro, se trata de presentar a la FEL como un instrumento que Pablo Iglesias maneja desde las bambalinas cual Fu-Manchú.
Dentro de esta estrategia pueril entra en juego el autobús. El acto (casi) tuvo lugar en la Universidad Autónoma, mientras que los matones de Iglesias son alumnos de la Complutense, así que hace falta transportarlos desde su guarida. Y lo de la facultad de Psicología se me escapa pero seguro que para alguien que esté al tanto de los navajazos del submundo universitario madrileño será una prueba más que apunta hacia el mismo lugar. Y es esta  insistencia en apuntar hacia Podemos en general y Pablo Iglesias en particular la que me deprime. Intentaré explicarme.

Sucede que el espacio se estrecha. Sí, de acuerdo que es necesario simplificar la realidad para poder entenderla, pero de ahí a deducir que cualquier cosa no ya mínimamente crítica sino más allá de PP, PSOE o Ciudadanos tiene que estar manejada por Podemos, en fin...
Pero esa es la conclusión, fuera del Parlamento no hay vida. Si hay alguien más allá de Podemos solo sabremos de su existencia cuando sea detenido y puesto a disposición del juez. Y aquí no hay mucho lugar para la sutileza. Se ha acusado y encarcelado preventivamente a gente por tener una camiseta, un libro que se vende en librerías de forma legal o utilizar un servidor de correo encriptado. Se ha acusado a tres grupos diferentes de haber colocado el mismo petardo en la Basílica del Pilar o a un grupo de atacar cajeros automáticos sin necesidad de explicar cuáles, dónde, ni cuándo. Luego la mayoría han salido, porque aquello no se aguantaba por ningún lado, pero mientras tanto se han “comido” una buena temporada en prisión[5]. Basta revisar los resultados prácticos de las diversas operaciones Pandora...
Y sin embargo, esos que nos movemos en esa franja lunática que se sitúa más allá de Podemos hemos entrado al trapo. He leído en páginas libertarias análisis sobre el “golpe de estado” de los barones del PSOE contra Pedro Sánchez. Y Dios me libre de esconderme, yo también barajé escribir sobre el asunto, pero es que es difícil resistir a tanta unanimidad como flota sobre el ambiente mediático.
En este caso solo hay que detenerse a reflexionar un momento. Observar al demonio bolivariano en su esplendor. Ver cómo Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz o Zamora se han convertido en los referentes de la contestación mundial y cómo el capitalismo huye de ellas espantado... Si no son capaces de asimilar esto es que la cosa está realmente mal.

Por supuesto, la pregunta es retórica. No creo que estemos ante la derrota final. Creo que estamos en un momento en el que se están delimitando los campos y depende de nuestra inteligencia y determinación el poder convertir el futuro negro que nos aguarda en algo que, al menos, parezca gris pálido...
Ya nos hemos anotado una victoria simbólica, y en una época que vive de símbolos tampoco es un logro despreciable. Hace quince años, diez, incluso cinco, a los portavoces del caos que nos gobierna se les llenaba la boca diciendo que la única democracia era la que no tenía adjetivos. Era un ataque contra una forma de democracia claramente más avanzada la democracia directa pero que se sustentaba apelando a formas regresivas y, de hecho, ya inexistentes entonces la “democracia orgánica” de Franco o las “democracias populares” del antiguo Bloque del Este[6] . Sucede que últimamente la democracia directa va ganando su lugar, aunque sea bajo la modesta fórmula de un referéndum muy de vez en cuando, y ese avance palpable les ha obligado a adjetivar a la suya, que era la buena precisamente por estar libre de adjetivos. Ahora es la democracia representativa. Claramente la única verdadera, pero que ahora se bate en igualdad de condiciones lingüísticas con la otra, con la mala y peligrosa.
Algo es algo.





[1] Miquel Alberola: “Un grupo de violentos impide una conferencia en la Universidad Autónoma de Madrid”, El País, 19/10/16. Para un relato más coherente con lo que se sabe y se puede ver en las imágenes difundidas recomiendo leer a Javier González: “Por qué protesté contra González y Cebrián”, publicado en CTXT y reproducido en Público el 21/10/16. Por supuesto, Javier González es el seudónimo de un estudiante que, juiciosamente, no quiere utilizar su nombre real por miedo a represalias académicas. Es que esto de la libertad de expresión va por barrios...
[2] Las caretas representaban a víctimas de los GAL elegidas cuidadosamente. Salvo Lasa, que figuraba como símbolo por haber sido la primera, el resto eran víctimas “civiles”, es decir, gente que no tenía la menor relación con ETA, que hubo unas cuantas. El otro día Felipe González que está perdiendo facultades , habló de más sobre el tema en la emisora de su amigo Cebrián, aunque la entrevistadora fingió sordera repentina.
[3] J. J. Mateo y J. Casqueiro: “Condena generalizada al boicot a Felipe González en la Universidad Autónoma”, El País, 20/10/16.
[4] Una anécdota. Recientemente la policía francesa ha encontrado un depósito de armas de ETA de tamaño considerable y coincidió que El País y Público utilizaron la misma fotografía para ilustrar la noticia. Aparecían unos enmascarados vestidos de negro, que llevaban varios objetos, atravesando una zona boscosa. Uno parecía claramente un detector de metales pero otro de ellos, según cómo se mirase, podía parecer una pala o también un RPG7, arma antitanque que se sabe que ETA poseía. El pie de foto de El País decía “Guardias civiles, camino del desmantelamiento de un zulo/ GUARDIA CIVIL” y el de Público “Supuestos miembros De ETA inspeccionan la zona del Caserío de Legorreta/ REUTERS”. Sospecho que esta vez tenía razón El País, porque horas después la foto del artículo de Público era otra. Un signo de los tiempos. Alguna página de Internet incluye fe de erratas cuando rectifica un error, pero son las menos. El otro signo es que a simple vista no se pueda distinguir a un guardia civil de un etarra, pero esto daría para mucho...
[5] Cuando te encarcelan sin razón, un día ya es demasiado. Los que lo han sufrido dirán que ojalá hubiera sido un día...
[6] Aquí es curioso comprobar cómo “el fuerte siempre tiene razón”. Echan pestes de Venezuela pero no ahorran alabanzas a la tiranía china que compra su deuda pública, con Rajoy de campeón indiscutible de las alabanzas.